El abogado informó que tras cumplir este medio día con el citatorio de la Procuraduría General de la República (PGR), Lozoya Austin acudirá al Hotel Sheratton para dar su versión de los hechos ante los medios de comunicación.
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).– Javier Coello Trejo, abogado de Emilio Lozoya Austin, confirmó que el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) ofrecerá una conferencia de prensa para hablar sobre las acusaciones en su contra que lo señalan de haber recibido sobornos millonarios de la constructora Odebrecht y de haber pagado al contado una casa con un valor de 38 millones de pesos meses después de cerrar la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012.
En entrevista con Ciro Gomez Leyva, el abogado informó que tras cumplir este medio día con el citatorio de la Procuraduría General de la República (PGR), Lozoya Austin acudirá al Hotel Sheratton para dar su versión de los hechos ante los medios de comunicación “porque no tiene nada que ocultar”.
Roberto Borge, Tomás Yarrington, César Duarte y Javier Duarte, todos miembros en su momento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ex gobernadores, huyeron de México cuando fueron acusados de corrupción. El abogado de Lozoya dijo que su cliente no se irá a esconder.
“El licenciado no se va a fugar porque no es culpable de nada”, dijo Coello Trejo.
Diputados y Senadores de oposición han exigido que la PGR detenga al ex Director de Pemex.
El abogado mencionó que debido a que la PGR citó a su cliente como imputado este podrá reservarse el derecho a declarar, gracias al nuevo sistema penal acusatorio, pues primero deben analizarse las pruebas existentes.
Emilio Lozoya Austin, ex director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), habría recibido 10 millones de dólares de parte de la constructora Odebrecht a cambio de la licitación de obras para la refinería en Tula, revelaron altos directivos de la empresa brasileña.
El diario brasileño O’Globo reveló que el director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll, declaró que “los pagos comenzaron en marzo de 2012, cuando Lozoya era uno de los principales integrantes del comité de campaña del actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto”.
Legisladores de Morena y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) demandaron a Lozoya ante las autoridades judiciales y electorales para que se le investigue ante la posibilidad de que al menos parte del dinero que habría recibido de la empresa corruptora de Brasil haya ido a parar a la campaña de Peña Nieto.
En un mensaje a algunos medios, el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, dijo que las acusaciones sobre el Presidente Peña no son ciertas, y que sus gastos fueron ya fiscalizados. Pero la nueva evidencia hacer creer a la oposición de izquierda que no es así.
Senadores y diputados de Morena pidieron ayer un punto de acuerdo para que tanto el Procurador General de la República, el priista Raúl Cervantes, como la titular de la Secretaría de la función Pública, Arely Gómez, comparecieran ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
El Partido Acción Nacional (PAN) y el PRI se opusieron.
De acuerdo con los números públicos, tanto Felipe Calderón Hinojosa (PAN) como Peña Nieto (PRI) otorgaron créditos y contratos a Odebrecht, e incluso se reunieron con su dueño, Marcelo Bahía Odebrecht.
Los legisladores demandan que ambos políticos, Calderón y Peña, sean investigados por la posibilidad de que esa empresa, que corrompió funcionarios públicos en todo América Latina, les haya dado dinero.
Pero esa investigación está cerrada. La PGR incluso congeló por 12 años los expedientes, incluyendo el que involucra a Lozoya Austin.
En 2012, cuando habría recibido de Odebrecht cuatro millones de dólares, Emilio Ricardo Lozoya Austin, ex Director de Petróleos Mexicanos, tenía dinero. Tanto que le alcanzó para pagar al contado 38.1 mdp por una casa. En ese tiempo, el ex funcionario fue transparente y dejó ver en su declaración patrimonial que había adquirido –también al contado- relojes de lujo con engranaje de oro y las horas marcadas con piedras preciosas. Además, le gustaba el arte. Se había hecho de tajo de un Dalí en 50 mil dólares en 2005, mientras que por herencia conservaba un Picasso de 500 mil dólares.
Pero después todo se volvió opaco. Cuando, en medio del escándalo de OHL, dejó el asiento principal de Pemex, cerró los datos de su fortuna y firmó ante la Función Pública que no deseaba hacer público ningún bien patrimonial ni de ahorro.
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