jueves, 13 de julio de 2017

Ruiz Esparza, otro intocable de Peña

Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, en el lugar del socavón. Foto: Margarito Pérez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Enrique Peña Nietro envió sus condolencias a la panista Margarita Zavala por el fallecimiento de su padre y luego, también vía Twitter, felicitó a la selección mexicana de futbol por ganarle a El Salvador, pero la muerte de dos mexicanos causada por el socavón en medio de la autopista a Cuernavaca, una obra de relumbrón de su gobierno, sólo mereció su desdén.
Y si el presidente de México no tiene sensibilidad ante una tragedia así, tampoco tendrá la decisión de sancionar a los responsables del socavón y la muerte de dos personas, menos aún si el principal de ellos, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, es el operador de los multimillonarios negocios del sexenio en obra pública.
Tras casi cinco años de gobierno, es sabido que por más grave que sea la responsabilidad de los funcionarios, no hay sanciones para nadie y ya ni las apariencias se guardan: La impunidad es el emblema del sexenio.
Impunes están los implicados en los sobornos por 10.5 millones de dólares de Odebrecht para la adjudicación de contratos de obra pública.
Impunes están los vinculados a la tortura, ocultamiento y manipulación en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Impunes siguen los militares implicados en los fusilamientos en Tlatlaya, estado de México.
Impunes se mantienen los autores en las masacres en Apatzingán y Tanhuato (Ecuandureo), Michoacán.
Impunes siguen los responsables de los asesinatos en Nochixtlán, Oaxaca.
Impune sigue Alfredo Castillo, el responsable de vestir de autodefensas a los narcotraficantes en Michoacán.
Impunes siguen los responsables del espionaje a mexicanos y extranjeros con instrumentos que deberían usarse contra los criminales.
Impunes siguen además los implicados en la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Y todo esto sigue impune, porque impune quedó la corrupción de Peña en la Casa Blanca y la de Luis Videgaray y su mansión en Malinalco.
Por eso, Ruiz Esparza no renunciará: Porque la impunidad es el sello de la casa y porque, si algo falta, es el operador de las complicidades de la trasnacional española OHL con el financiamiento de las campañas del PRI.
¿Condolencias a la familia de Juan Mena López y Juan Mena Romero, padre e hijo fallecidos por una obra mal hecha por Ruiz Esparza? A Peña le vale…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado

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