lunes, 10 de julio de 2017

Peña y su esposa por separado

Por Sanjuana Martínez
“Como era de esperarse, la diplomacia mexicana ofreció un patético espectáculo de sumisión a la hora de la entrevista entre ambos mandatarios”. Foto: Especial

Aún no termina su sexenio y Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera ya han empezado a cosechar lo que sembraron.
El repudio que han recibido en Alemania por parte de los manifestantes, es una muestra del fracaso del sexenio que está en sus últimos meses, aunque Peña Nieto dejó de gobernar hace un par de años y se dedica a nadar de muertito.
Las protestas que dejaron 213 policías heridos y 144 personas detenidas entre jueves y el sábado en Hamburgo, son la anécdota a la hora de analizar el naufragio de la delegación mexicana luego de la reunión Peña Nieto-Donald Trump.
Como era de esperarse, la diplomacia mexicana ofreció un patético espectáculo de sumisión a la hora de la entrevista entre ambos mandatarios. Y aunque el canciller Luis Videgaray dijo que no se trató el tema del “muro”, nuevamente Peña Nieto nos dejó en ridículo porque Trump reafirmó “absolutamente” su idea de que México pague el muro.
Al más puro estilo fascista que le caracteriza, el presidente estadounidense lo dijo frente a Peña Nieto y no ocultó su racismo. Videgaray intentó apagar el incendio sin mostrar ningún respeto hacia los mexicanos, declarando que no se enteró de lo que dijo Trump: “si lo dijo no lo escuchamos”. Claro, solo lo escucharon millones de personas, él no.
Otro revés que recibió Peña Nieto fue la cuestión comercial y los puntos de fricción sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Donald Trump, dejo en claro que le interesa negociar todo y sus posiciones proteccionistas ganarán seguramente. Obvio. Si tenemos un presidente agachón, ya podemos despedirnos de las mínimas ventajas que el TLC venía ofreciendo a los mexicanos.
Pero la verdadera frustración de Peña Nieto fue verse solo, mientras sus homólogos del G20 desfilaban con sus radiantes esposas. Angélica Rivera brilló por su ausencia.
¿Dónde andaba La Gaviota? ¿Acaso decidió irse de shopping a las lujosas plazas comerciales de Hamburgo? ¿Cuántas tiendas de marca visitó la Primera Dama de México en lugar de cumplir con su papel de consorte oficial?
Sería interesante que Presidencia nos explicara porque se ausentó de la importante reunión y por qué decidió que su esposo desfilara solo ante los medios internacionales que cubrían el evento.
En la cena que Angela Merkel ofreció a las parejas del G20 a Peña Nieto se le vio incómodo. Sin saber a donde voltear a la hora de la foto. Nervioso, un tanto fuera de lugar porque había faltado al protocolo.
Muy pronto el equipo de la Primera Dama filtró a algunos periodistas que La Gaviota no salió del hotel porque no había condiciones de seguridad debido a las manifestaciones. El miedo no anda en burro. La Primera Dama de México conoce la animadversión que causa por su pobre el pobre desempeño de su puesto. La ira popular la alcanzará allá a donde vaya.
Difícil de creer que la señora Rivera no pudo llegar a acompañar a su esposo. Los tiempos en una gira internacional del presidente están milimetricamente cronometrados, por tanto, que nos cuenten otro cuento o mejor dicho, que nos digan la verdad.
Para lo que si tuvo tiempo Angélica Rivera fue para sus frivolidades. Las revistas del corazón destacaron nuevamente su costoso vestuario. La Primera Dama de un país cuya mitad de la población vive en la pobreza sigue ostentando riqueza.
La revista Hola describió su atuendo en la entrevista que sostuvo con la Primera Dama de Francia, Brigitte Macron: “La Primera Dama de México, que ayer llegaba en un conjunto muy en tendencia con falda de piel de cintura alta y ruedo en negro combinada con zapatos y blusa en el mismo color, en esta ocasión se decidió por un vestido en camel con botones dorados y una torera en el mismo color”.
Para completar el outfit la Primera Dama de México lució un clutch (bolso de mano) marca Botera Veneta que cuesta en el mercado 1,550 libras esterlinas, alrededor de 41,075 pesos. ¿Cuántos meses tiene que trabajar una obrera mexicana que gana el salario mínimo o mejor dicho, el minisalario, para comprarse ese bolso?Imaginen ustedes, si eso costó el bolso, cuánto costó la falda, la blusa, los aretes, los zapatos, todo el vestuario que la señora lució en Alemania.
Muy pronto, las portadas de las revistas del corazón que tanto son del agrado de la Primera Dama volverán a contarnos su derroche, su pueril estilo de vida. ¿Cuánto gasta Angélica Rivera en vestuario, accesorios, zapatos, arreglo personal? ¿Cuál es su bitácora de aviones? ¿Cuánto gasta en escoltas y camionetas?
Los mexicanos seguimos esperando que Presidencia nos diga a cuánto ascienden sus gastos pagados por el erario. Lo único que sabemos es que de 2013 a 2016 el presidente realizó 41 viajes internacionales cuyo gasto total, incluida su comitiva a veces con parientes y amigos, elementos de seguridad y de logística, ascendió a 10 millones 86 mil 543 dólares, unos 184 millones de pesos, de acuerdo con datos oficiales.
En todos estos viajes ha destacado la cara vestimenta de la Primera Dama, en particular el que hizo a Portugal, el Vaticano, Davos o España. La prensa del corazón ha señalado que La Gaviota se inspira en la reina Leticia para vestirse y la ha colocado en una de las Primeras Damas, mejor vestida con una millonaria inversión.
¿Cuántos de esos vestidos, joyas, bolsos, zapatos, peinados y maquillaje, pagamos los mexicanos?
Por lo pronto, esta visto que a la Primera Dama le gusta ir de compras al extranjero, total, para eso está el inmenso presupuesto a discreción que Presidencia le ofrece sin ninguna transparencia y con absoluta opacidad, para que gaste a gusto.
Mientras tanto, Peña Nieto seguirá luciendo solo, en el ostracismo. Su esposa ya se cansó. La pregunta es inevitable. ¿Seguirán juntos después de que termine el sexenio?
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