CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El miércoles 10, durante su reunión con Sergei Lavrov y Sergey Kislyak, respectivos canciller y embajador rusos, el presidente estadunidense Donald Trump reveló información de carácter altamente confidencial, la cual podría comprometer una “fuente crítica” de información que tiene el gobierno de Estados Unidos sobre el Estado Islámico (EI), descubrió el Washington Post en un reportaje publicado esta tarde.
Según el rotativo, en medio del encuentro Trump se “salió del guión” y empezó a platicar acerca de supuestos planes terroristas del EI relacionados con el uso de computadoras en aviones; lo anterior, bajo la mirada incrédula de los funcionarios estadunidenses presentes en la reunión.
“La información que el presidente entregó había sido proveída por un socio de Estados Unidos a través de un acuerdo de intercambio de información considerado tan sensible que sus detalles fueron escondidos a los aliados y fuertemente restringidos dentro del propio gobierno de Estados Unidos”, reveló el periódico.
“Trump continuó y platicó sobre aspectos de las amenazas que Estados Unidos obtuvo a través de las capacidades de espionaje de un socio clave. No reveló los métodos específicos de recolección de información, pero describió cómo el EI está juntado los elementos para un plan específico y qué daño podría provocar un ataque de esta naturaleza según varias circunstancias”, planteó el WP.
Y añadió: “Algo más alarmante, según los funcionarios (anónimos), Trump reveló el nombre de la ciudad en el territorio controlado por el EI en la que el socio de Estados Unidos detectó la amenaza”.
Según una fuente anónima citada por el rotativo, “Trump reveló más información al embajador ruso de que la que hemos compartido con nuestros aliados”, y el socio, cuya identidad permanece desconocida, no había autorizado al gobierno estadunidense a revelarla a su contraparte rusa.
“Para prácticamente cualquier funcionario, hablar de estos temas con un rival sería ilegal. Como presidente, Trump tiene facultades amplias para desclasificar secretos gubernamentales, lo que hace poco probable que estas revelaciones quebraran la ley”, subrayó el WP.
Según el reportaje, Trump puso en riesgo el acuerdo de Estados Unidos con su socio y ofreció valiosos indicios al gobierno ruso sobre la forma de operar de las agencias de inteligencia estadunidenses.
La Casa Blanca desmintió la información publicada por el importante periódico; sin embargo, no fue capaz de explicar por qué Thomas Bossert, el asesor de Trump en materia de seguridad nacional, llamó por teléfono a los directores de la Agencia Central de Inteligencia y la Agencia de Seguridad Nacional (CIA y NSA, por sus respectivas siglas en inglés) inmediatamente después de la reunión.
La revelación del Washington Post pone de nuevo al centro de la política estadunidense la ambigua relación entre la administración de Trump y el gobierno ruso de Vladimir Putin.
El martes 9, un día antes de la reunión con los diplomáticos rusos, Trump removió abruptamente de su cargo a James Comey, entonces director del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
Esta decisión estremeció las esferas políticas y mediáticas del país, pues Comey estaba investigando la posible injerencia del gobierno ruso en las elecciones presidenciales estadunidenses y los posibles vínculos entre Moscú y algunos miembros del equipo de Trump.
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