El tsunami político llamado Delfina Gómez Álvarez, ha tomado tanta fuerza en el Estado de México, que hoy día nadie puede apostar por el triunfo del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI)…bueno, en Los Pinos ya no ven tan descabellada la idea de sustituir a Alfredo del Mazo Maza, con tal de que Enrique Peña Nieto, no sufra una humillación de proporciones devastadoras para él y para el Grupo Atlacomulco.
La derrota de Del Mazo Maza, está anticipada y de eso ya tienen conocimiento la Presidencia de la República, Secretaría de Gobernación, Secretaría de Hacienda, así como la sede tricolor en Insurgentes Norte.
Las encuestas son tan lastimosas para el grupo del poder, que mejor le piden a sus súbditos que se las lean en voz alta, para no sufrir un desmayo o infarto. Lo único que le queda por hacer a Peña Nieto, es aplastar a la democracia, y organizar una batalla sangrienta contra los millones de mexiquenses, que en estos momentos se unen a una sola voz para gritar “NO MÁS PRI”.
No hay un solo militante priista, que no se lamente y llore por ver la caída de su partido por culpa de su propio candidato. Alfredo del Mazo, no representa al PRI, eso hay que dejarlo muy en claro. El aspirante, más bien representa a la corrupción, al abuso de poder, al enriquecimiento ilícito…a la escoria política que ha gobernado por años.
Al final de cuentas, Del Mazo es el menos culpable de que el PRI se hunda cada vez más. En realidad, la responsabilidad es de Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas, quienes pensaron que el mal que le han hecho a la ciudadanía, iba a perdurar los siglos que ellos quisieran.
¿Acaso a un ciudadano mexiquense, le motiva la presencia de Alfredo del Mazo? ¿Hay una persona fuera del PRI que se sienta atraído por la terrible mediocridad del ex alcalde de Huixquilucan? ¿Existirá en el mismo PRI alguien que vaya a campaña con la seguridad de que van a ganar?
Alfredo del Mazo Maza, es la antítesis de la honestidad.
Solo basta ver al mediocre y patético equipo de comunicación del #PRIMAZO de Enrique Peña Nieto, para que uno se dé cuenta que eso de “combatir la corrupción”, es solo una pantomima del candidato priista.
Todavía Del Mazo Maza, tuvo el cinismo de celebrar la captura de Javier Duarte de Ochoa, cuando todos sabemos, que la amistad entre el aspirante tricolor y el ex mandatario de Veracruz, rebasaba los límites del aprecio, el cariño y la admiración.
¿Quién va a votar por el PRI y por Alfredo del Mazo Maza en el Estado de México?
Esta es la gran pregunta, porque en estos momentos, ocho de cada 10 ciudadanos, quieren la alternancia política, y no solo eso, quieren sepultar para siempre cualquier pronóstico de triunfo priista en las próximas elecciones presidenciales de 2018.
Hoy día, Alfredo del Mazo es el gran fiasco del PRI.
Lo peor no es él, sino las “ideotas” de Peña Nieto y Eruviel Ávila de tratar de frenar a la candidata de MORENA, descalificándola de una manera vil e hipócrita. Ahora el presidente y el gobernador se dan golpes de pecho, como si ellos fueran el símbolo de la rectitud.
Estiércol.
¿Qué harán Peña y Eruviel? ¿Desaparecerán el 90 por ciento de las casillas? ¿Desaparecerán los millones de votos en contra del PRI? ¿Fabricarán millones de boletas electorales más para consumar el fraude? ¿Destituirán a Alfredo del Mazo?
En fin, esto se salió de control.
Los mexiquenses merecen ser felices, y Alfredo del Mazo solo es amargura total.
¿Qué se siente estar derrotado política y moralmente?
De Mazo debe ensayar su speach para reconocer el triunfo opositor.
Digo, ¿si sabe hacer discursos, verdad?
Por Luis Enrique Rocha @luis_journalist
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