Las bravatas sin sentido ni fundamento que integraron el discurso hueco, demagógico, ególatra y militarista de Donald Trump son, más que amenazadoras, lastimosas. Sus lanzadas huelen a rancio y desfasado nazi fascismo, han sido cuestionadas por todos los analistas lúcidos de la Tierra. En Europa y en el mismo Estados Unidos se preguntan si es cierto que Trump quiere manejar al país como quien es gerente en una empresa privada. Todos recuerdan que ese junior anaranjado no invirtió bien la herencia recibida y llevó al fracaso algunas de las empresas propias. Un misógino rarito, dicen.
Al grito de “¡asústame panteón!”, todos los actores en la comedia política mexicana quieren sacar raja. Empezando por los patéticos toluquitas, a quienes sólo se les pide que se sienten, y ellos se empinan. El felón Vi(rey)garay –quien cree y dice que por haber tomado un par de drinks con el yerno de Trump, él puede salvar a México– se lleva las apuestas de esa casa de juego. Están realmente apanicados, catatónicos… Y el aprendiz de canciller es su gallo, el adalid de su entreguismo.
Se impondrán los intereses de las transnacionales
No entienden de qué se trata esto. Usted y este escribidor hemos platicado durante meses que, cuando se tenga que gobernar, todas esas proclamas populistas de campaña de Trump serán pasadas por el rasero, por el muro de los intereses económicos y financieros de las grandes empresas que se apoyan, entre otros, en el poder de compra mexicano para sus economías de escala.
Porque hoy se alebrestan los reaccionarios sheriffes y los mastines del neorepublicano, quienes van más allá de lo señalado y agreden, lastiman y vejan a nuestros paisanos que sólo desean seguir en Estados Unidos produciendo los excedentes alimentarios que sostienen a ese aparato, manejando, como siempre lo han hecho, la industria agropecuaria, la única con viabilidad comprobada en ese país.
Se suben al tren de las dudas inducidas los capitalistas criollos que, en el colmo del lenguaje sibilino, manejan la especulación en la Bolsa de Valores, atribuyendo al “nerviosismo de los mercados” –que en realidad sólo es su fiebre de ambiciones– la baja en los índices económicos, el precio de las divisas, y finalmente, las utilidades para su coleto.
El “eje del terror” ya no es Corea del Norte, Cuba y Afganistán
Se desnuda, en toda su ferocidad, el interesado y abominable garlito salinista de que México no tenía otra opción que el librecambismo, la disciplina absoluta a los dictados de la globalización que fracasó, los tratados internacionales que sólo favorecían a las ensambladoras foráneas, la unción a las locomotoras económicas para llegar más rápido al Primer Mundo…
… la entrega en charola de plata de las industrias de excelencia, el desmantelamiento del Estado, la administración de la riqueza soberana y del patrimonio colectivo… y la desregulación de toda taxativa comercial, de toda protección a los productores nacionales, en beneficio de los capitalistas “samaritanos” del extranjero.
Se exhibe con lujo de ánimo vengativo la renuencia de la basura blanca al progreso compartido, y de su enorme masa de votantes que llevó al exótico esquizoide a la Oficina Oval. Piden sangre, exigen progreso, salud, quieren empleos y se les ha inoculado que el principal enemigo para lograrlo es México, al que, les dicen, ellos han subsidiado contra su voluntad. Lo creen a pie juntillas.
La xenofobia monumental de los wasp, grupo ajeno a cualquier ilustración humanista, a toda ideología de solidaridad y progreso, se vuelca sobre los mexicanos, arropando las cataratas de mentiras históricas y el desconocimiento absoluto de los límites políticos que ostenta Trump. Si hasta hace ocho años Bush Jr. había definido los ejes del terror en Corea del Norte, Cuba y Afganistán, ahora el principal eje está al sur del Río Bravo.
Verdadera amenaza: quienes en 4 años acabaron con el país
Sin embargo, la verdadera amenaza para el pueblo mexicano, desafortunadamente no es Trump. La destrucción, la sevicia maquinada contra los intereses superiores de la Nación la han llevado a cabo los tolucos y pachuquitas enquistados en el poder. Está por demás recomendarles lo que se debe hacer. No entra en su incapaz cerebrito una sola receta para el éxito nacional.
Los desclasados toluquitas han conducido al país, en sólo cuatro años, a una pavorosa estanflación, enfermedad perniciosa y terminal de la que ahora echarán la culpa a las amenazas demagógicas de Washington. Los de Zacazonapan hicieron el caldo. Además de incapacitados para el gobierno, ya no tienen tiempo de presentar pelea. Están desde ahora, fuera de ella.
Lo lastimoso y ridículo es que, cuando todos se den cuenta que el fanfarrón de marras no pueda concretar sus más afamadas amenazas, por la resistencia natural del aparato estadunidense, los toluquitas se abrazaran a un argumento triunfalista consistente en que al fin lograron que metiera reversa el deslenguado. Se apresuraran a investir a Vi(rey)garay como al César que regresaba triunfante de Las Galias.
Desde que trajeron a Trump, recorrieron el camino de la cobardía
Sus desnortados publirrelacionistas, miembros del deslenguado Guamúchil Party, son capaces de precipitarlos por ese retintín. Sus cachorros en la Secretaría de Relaciones Exteriores, vástagos de reconocidos traidores al país, les allanaron todos los obstáculos para traer a Trump a que nos insultara y ridiculizara como invitado de honor en Los Pinos. El camino lo tienen recorrido.
Es cierto que nunca hemos hecho algo para revertir los improperios de los estadounidenses. Siempre nos hemos llevado por las actitudes comodinas frente al Imperio, más cuando se cumplió la profecía de Lansing consistente en que la toma de nuestro país debían hacerla a través de los cachorritos que educaran allá, en sus universidades y les otorgaran títulos patito.
Lo hicieron ciegamente y formaron la primera generación de políticos criollos que todo lo pensaban y decidían en inglés, interpretando con mayor crudeza sus designios que los gabachos demócratas o republicanos. Desde entonces cayó una noche aciaga sobre la sobrevivencia mexicana, sobre sus valores y esperanzas.
Tolucos desconocen la solución, porque nunca la han practicadp
Los toluquitas son el producto más acabado de esa manera de lucrar contra el país. Los deseos de la mayor parte de ese grupito de desclasados estarán de hoy en adelante más cerca de los caprichos y las ocurrencias del junior anaranjado que de las necesidades y protestas de los migrantes desplazados, de los negocios nacionales, de todo aquello que realmente queremos como Nación.
La solución mexicana siempre ha sido una que no conocen: regresar a la estructuración de un fuerte mercado interno, al apoyo de las actividades y cadenas productivas, a la multiplicación del empleo por el fomento a los negocios de esa vocación, a la defensa del nacionalismo democrático y a la obediencia al Estado social de Derecho.
Obstáculos a vencer: su marcada ineptitud y su gran voracidad
Todo lo demás son pamplinas, fuegos de artificio, ideologías adecuadas para incentivar la penetración y la colonización del país. Más, haber creído y seguir creyendo en que ese camino nos puede llevar al desarrollo y a la defensa cabal de la soberanía y la independencia nacional.
Pero la ignorancia, la ineptitud y la voracidad de los toluquitas seguirán siendo los obstáculos a vencer. Ellos no tienen más opción que el entreguismo y la súplica a los farsantes e impostores de su misma condición. ¡Qué vergüenza!
Nos queda una gran lección: recuperar las raíces, honrar siempre a nuestro pueblo.
¿O usted qué hubiera hecho?, como pregunta el apanicado entreguista que se esconde en Los Pinos.
Índice Flamígero: Este miércoles irán a Washington Luis Vi(rey)garay, aprendiz de canciller, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Se enterarán de lo que la Administración trumpiana quiere de México en materia comercial (TLCAN). Pero, para hacer un frente común, primero, ambos tienen que arreglar sus muchas diferencias, zanjar los encontronazos, superar los golpes bajo la mesa que ambos se han propinado. Estos pleitos, le aseguro, no son por cuestiones ideológicas, sino por más prágmáticas maleta$ y moche$. + + + Y seis días después, el martes 31, Peña Nieto comparecerá ante Trump en la Casa Blanca de allá. ¡Dios los agarre confesados! + + + Los sucesos más relevantes del fin de semana son retratados por don Alfredo Álvarez Barrón y por El Poeta del Nopal en tres espléndidos epigramas:
1) “Jaque Mate” para comentar como “un grupo de manifestantes, en un acto de salvajismo, agredió a jitomatazos al honorable diputado priista César Camacho…”
“Resultaría más barato,
en lugar de jitomate,
mejor darles jaque mate
uno por uno o en hato.”
en lugar de jitomate,
mejor darles jaque mate
uno por uno o en hato.”
2) “Envuelto para regalo”, sobre la expatriación fast track, a los Estados Unidos, de Joaquín El Chapo Guzmán, el último día de la Administración Obama y en vísperas de la asunción trumpiana:
“Un líder con pies de trapo
se inclina ante el hombre malo
y envuelto para regalo
¡le ofrece desnudo al capo!”
se inclina ante el hombre malo
y envuelto para regalo
¡le ofrece desnudo al capo!”
3) “Las damas de hierro”. Millones de mujeres marchan en todo el mundo contra Donald Trump…
“A la esperanza me aferro,
pues más tarde que temprano,
tendrá que doblar las manos
¡ante las damas de hierro!”
pues más tarde que temprano,
tendrá que doblar las manos
¡ante las damas de hierro!”
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