Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Domingo 15 de enero de 2017, p. 14
Domingo 15 de enero de 2017, p. 14
Debido al constante incremento de la deuda externa del gobierno federal,
éste ha cerrado las posibilidades de desarrollo del país y propiciado el estancamiento económico, que se agudizará en lo que resta de la actual administración, sostuvo el diputado federal de Morena Emiliano Álvarez López.
Los altos montos de la deuda externa han propiciado que se destine gran cantidad de recursos públicos para cubrir los intereses de ésta, lo que ha dejado sin margen de maniobra al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas refiere que la deuda externa del sector público pasó de representar 9.7 por ciento del PIB en 2010 a 14.8 por ciento en 2015.
De la deuda externa total, 71 por ciento proviene del mercado internacional de capitales; 17.7 de organismos financieros internacionales; 6 del mercado bancario; 5.1 del comercio exterior y el 0.2 por ciento restante deriva de deuda por los Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas).
Al gasto del gobierno federal
De los usuarios de recursos de la deuda externa, 50.9 por ciento se destina a cubrir las necesidades del gobierno federal; 42.9 por ciento a cubrir los presupuestos de organismos y empresas de control directo, principalmente de CFE y Pemex, y el 6.2 por ciento restante corresponde a endeudamiento de la banca de desarrollo. Sólo ésta tiene deuda de corto plazo.
Emiliano Álvarez también recordó que los principales acreedores de México son, en orden de importancia, Alemania y Estados Unidos, que concentran 61.8 por ciento de la deuda externa del país. Los organismos financieros internacionales concentraron 17.7 por ciento, mientras Japón, Gran Bretaña, Francia, Suiza y Canadá, entre otros, concentran 20.5 por ciento restante.
Consideró necesario que ante el descontento social, el gobierno de Enrique Peña
rectifique y analice seriamente la posibilidad de echar atrás el perjudicialaumento a las gasolinas, ya que éste tiene un afán meramente recaudatorio; pues el gobierno requiere de ingresos que mitiguen el alto costo de la la deuda externa, y es lamentable que para ello se tenga que recurrir a dañar gravemente la economía de las familias mexicanas.
En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa “fue exorbitante la deuda externa del sector público. El crecimiento fue explosivo, pues en el primer trimestre de 2006 el monto de la deuda externa era de 10 mil 270.0 millones de dólares, y al concluir su mandato, en 2012, ésta ascendió a 103 mil 782.0 millones de dólares.
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