La delegada de Morena declara la guerra a sus antecesores perredistas, al demoler dos casas construidas en zona prohibida por exfuncionarios, y tener en la lista otra del exdelegado en Tlalpan, Higinio Chávez
La jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene en la mira asestar un golpe a la corrupción de exfuncionarios perredistas que aprovecharon sus cargos para construir tres enormes casas en terrenos de conservación ecológica, en la zona boscosa de esa demarcación.
Poco antes del mediodía, autoridades delegacionales arribaron al paraje conocido como La Rufina para acatar la resolución de un juez, que ordenó la demolición de dos de las tres propiedades en conflicto, luego de acreditarse el daño ambiental causado al terreno, en el que está prohibida la edificación de inmuebles.
Las autoridades demolieron ayer dos casas. Una es propiedad de quien fuera director de Servicios Urbanos de Tlalpan, Eloy Fuentes; y la segunda, presuntamente del diputado federal por el Distrito 14, Carlos Hernández Mirón.
Mientras que la tercera propiedad señalada como irregular es del exdelegado perredista, Higinio Chávez; está por resolverse la orden de demolición ya que su esposa tramitó un amparo.
Chávez gobernó esa demarcación del 2009 al 2012; se convirtió en diputado local durante esta legislatura, pero en marzo de este año cedió su curul en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México a su hijo, Luis Alberto Chávez García, quien actualmente se desempeña en el cargo.
Construyen con agravante
Para llegar a dichos inmuebles hay que avanzar por la carretera Picacho-Ajusco e ingresar al paraje por una pequeña brecha de terracería que conecta a ese lugar.
Fernando Hernández Palacio, director general Jurídico y de Gobierno de Tlalpan, encabezó el operativo y explicó en entrevista que los exfuncionarios violaron la Ley de uso de suelo aprovechándose de sus cargos y apostando a la impunidad.
“Es el resultado de una resolución que se origina con un proceso de verificación, la Delegación acuerda la demolición porque estas construcciones están en suelo de conservación ecológica, con una agravante: las personas que construyeron sabían que no podían construir porque eran funcionarios públicos; uno era delegado, los otros dos eran directores generales en la Delegación
Tlalpan”, detalló.
“Ellos sabían que no podían construir aquí, pero pensaron que por sus cargos no iba a pasarles nada y que tendrían impunidad para hacer lo que se les antojara.
“Nosotros tenemos la obligación de hacer guardar las leyes (…) por eso es que estamos procediendo a derribarlas”, acotó el responsable del área Jurídica en la demarcación que ahora gobierna Morena.
Los asiste el derecho
Cuando se realizaban las maniobras de demolición y las máquinas comenzaron a derribar el primero de los inmuebles, llegó hasta el lugar el exdelegado Higinio Chávez.
Hernández Palacio no descartó que en los próximos meses la Delegación Tlalpan destruya también la enorme casa de Chávez, al comprobarse que viola la ley.
“Como Higinio tiene un amparo, un juez de distrito le concedió una suspensión temporal, estamos litigando el asunto, creemos que le vamos a ganar y cuando tengamos la sentencia a nuestro favor procederemos a la demolición”.
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