Varios expertos de RT tratan de explicar los motivos que hay detrás de las muestras de alegría por la muerte de Fidel Castro y analizan la importancia de su figura.
El fallecimiento del líder de la Revolución cubana ha dejado muestras de pena y dolor no solo en Cuba, sino a lo largo de todo el mundo. Sin embargo, las expresiones de júbilo de la colonia de exiliados cubanos de Miami también dieron la vuelta al mundo. Analistas políticos han contado a RT los motivos de esta actitud.
El exparlamentario británico y presentador del programa de RT 'Sputnik', George Galloway, afirma con rotundidad que Cuba "no era más que un casino" antes de la "Revolución comandada por Fidel Castro" y que "no hay país en el mundo al que más gente haya ido o quiera ir". Cree que esto es así porque "los iconos de Fidel Castro, Che Guevara, Camilo Cienfuegos y la Revolución cubana son algo realmente difícil de borrar".
Los logros de Cuba
George Galloway piensa que "es posible que los que bailan en Miami crean que se volverá a los casinos y burdeles de antes, pero se van a llevar una sorpresa". Para el exparlamentario británico, Cuba es "la oveja descarriada" que dio "esperanza al mundo".
El presentador añade: "Cuba es una increíble historia de éxito". La esperanza de vida en Cuba es más alta que en EE.UU. y tienen unos sistemas sanitario y educativo "completamente gratuitos de la cuna a la tumba" que se pueden comparar "con los de los países escandinavos". Como ejemplo, Galloway explica que "las mayores exportaciones de Cuba no son el tabaco o el ron, son los médicos", y que cada vez que hay una emergencia o un desastre, "los cubanos son los primeros en llevar ayuda y sustento a la gente".
El director de la organización británica Cuba Solidarity Campaign, Rob Miller, considera que "si eres pobre en la parte sur del planeta, te gustaría que tu hijo fuera cubano, porque en Cuba la sanidad y la educación son gratuitas para todo el mundo, sin importar raza, género o capacidad económica".
La visión de los exiliados y de los medios
Rob Miller valora la reacción de la diáspora cubana como "triste pero comprensible", pero "se trata de un millón de personas que se fue de la isla, frente a 11 millones que se quedaron". El motivo de su marcha y de su protesta es "que les devuelvan su riqueza, sus privilegios, sus plantaciones, las mansiones de las que disfrutaban antes de la Revolución de 1959".
Miller entiende que "habrá un proceso de normalización" en las relaciones entre ese millón de exiliados y los 11 millones de cubanos que viven en la isla a pocas millas de Florida.
Al ser preguntado no por la reacción de los medios de comunicación, Rob Miller responde que se encuentra dentro del "plan de agresión de la mayor potencia del mundo contra un pequeño estado caribeño" y que se basa en un razonamiento "anacrónico" que data de la Guerra Fría.
Después de Fidel
El historiador británico Martin McCauley entiende que "ni Cuba ni el comunismo" son ya una amenaza para EE.UU., y cree que Donald Trump "tendrá una actitud más relajada y pragmática hacia Cuba".
Rob Miller ve en las muestras de dolor que se vivieron en todo el mundo la pena por un hombre que representó una "esperanza" para un mundo nuevo y una "forma distinta de hacer las cosas". Cree que especialmente ahora, "en época de austeridad, la gente busca cambios que beneficien a la mayoría y no solo a una élite".
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