agosto 8, 2016 - 12:00 am • 15 Comentarios
En esta vida hay trabajos para todo, pero algunos carecen de ética. Son trabajos sucios, creados para hacer una labor por debajo del agua, para hacer daños y en especial, para proteger los intereses de grupo.
¿Cuántos bots tiene Enrique Peña Nieto? Para quienes no estén familiarizados con el término, un bot, es una especie de robot, un programador informático cuya función es imitar el comportamiento humano.
Y Peña Nieto tiene un ejército de bots. Personas pagadas con nuestro dinero para cumplir una función indigna en las redes sociales. Por una parte, hostigar, presionar, atacar, perseguir y amenazar, a todo aquel que se atreva a criticar a este gobierno y por otra, generar opinión pública para conseguir mayor nivel de popularidad y aceptación para el Señor de Los Pinos.
Los bots-pro-gobiernos se han hecho tan populares, que ya los usan la mayoría de los gobernadores en México. No están controlados por el erario, porque se supone que no existen oficialmente, pero su labor es manipular la opinión pública. Ojo. Estos políticos compran literalmente la supuesta aceptación de los ciudadanos que supuestamente tienen. El “me gusta” en el Facebook o el número de seguidores en Twitter con cuentas falsas e incluso, los memes o los famosos hashtags, se han convertido en un negocio y existen agencias especializadas que dan servicios a funcionarios y políticos.
En el caso, de Peña Nieto, tiene todo un departamento dedicado al diseño de manipulación de opinión pública en temas concretos y sensibles para sus intereses. Su labor es alabar a Peña Nieto, su objetivo es hacer lavados de cerebro a los ciudadanos y su misión concreta es atacar a los líderes de opinión contrarios y en especial a los líderes políticos de la oposición.
Los bots trabajan de ocho a diez horas diarias. Publican entre 120 y 180 comentarios diarios de 200 caracteres. Con ello, buscan contrarrestar las tendencias en las redes de protesta contra Peña Nieto a través de mensajes a favor del mandatario. La meta es conseguir un impacto social rápido.
En un gobierno como el de Enrique Peña Nieto, cuya popularidad ha caído en picada y su nivel de aceptación está en mínimos, según las últimas encuestas que lo colocaron hace unos meses, en el peor nivel de aceptación de los últimos presidentes mexicanos, con solo un 30 por ciento, el ejército de bots es muy importante.
La encargada de tan loable labor, se llama Alejandra Lagunes, ex directora comercial de Televisa Interactive Media. La jefa de los Peñabots dirige un departamento poco ético que también se dedica a atacar periodistas o críticos independientes que cuestionan a Peña Nieto. Oficialmente es Coordinadora Nacional de Estrategia Digital desde el 2012 y responsable de la estrategia digital de la Presidencia de la República… ¡Wow!
Pero detrás de tan rimbombante cargo, se esconde toda una función sucia. Se dedica al “marketing político” manejando campañas políticas de candidatos exclusivamente el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el último, Eruviel Ávila en el Estado de México y por supuesto, de la campaña de Peña Nieto a la presidencia, también denunciada por el uso indiscriminado de bots para la promoción de la imagen del candidato priísta.
Su esposo es Rafael Pacchiano Alemán, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), conocido mejor como el “Juanito” de la política porque desde el 2006 que se casó con Alejandra Lagunes, su carrera inició y se convirtió en diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y luego en secretario de Estado de manera meteorica. También se le conoce como el “ecocida” más famoso, porque fue quien aprobó la instalación de empresas en Quintana Roo que están destruyendo lugares como Tajamar. En 2009 dejó su diputación para entregársela a su suplente, su esposa Alejandra Lagunes, quien disfrutó cinco días de la curul, pero ante las critícas se la regresó a su marido, quien ocupó el asiento hasta el 2012. Peor aún, esta maniobra sucia de ambos, intentaba cubrir el requisito de equidad de género contemplado en la ley electoral, pura simulación, pues.
En fin, Lagunes y Pacchiano son una pareja muy moderna, ambos viviendo del erario público, es decir, del dinero de los mexicanos. Pero lo más importante es que la estrategia digital de la señora Lagunes va en picada también como Peña Nieto. Por lo pronto, se encargó de borrar de las redes sociales, a la amada y ahora odiada Primera Dama, Angélica Rivera, pero ni así levantó su imagen.
A pesar de todo, su ejército de Peñabots trabaja día y noche, mientras ella se ejercita. En la foto, pueden admirar su nueva imagen. A sus 44 años, se dedica a trabajar su cuerpo, algo por supuesto muy legítimo. La foto fue publicada por ella en su cuenta de Instagram para compartir con sus seguidores su vientre de lavadero.
¿Cuerpazo mata carita o cerebro? No creo. Lo que está claro, es que la frivolidad sigue instalándose en Los Pinos, mientras el país se cae a pedazos…. ¿Y la ética?…
Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martínez
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