sábado, 6 de agosto de 2016

De nuevo el fascismo patronal contra los trabajadores


1936. LAS BALAS SALÍAN DEL 


CASINO MONTERREY



Por JoseLo
nl0107-1Los empresarios deciden matar obreros / Monterrey, 29 de Julio de 1936
Cuatro trabajadores no sobreviven a la lluvia de balas que tiene su origen en el Casino Monterrey. En la gran casona blanca se reúne la Acción Cívica Nacionalista (ACN), organización empresarial que tiene como objetivo principal enfrentar al cardenismo, liquidar al comunismo y desafiar toda organización proletaria que no esté bajo el yugo patronal. Años más tarde estos empresarios fundaron el Partido Acción Nacional.
Ese día miles de trabajadores celebraban un mitin en la Plaza Zaragoza, en solidaridad con los republicanos españoles que libraban una feroz guerra civil contra los fascistas encabezados por el general Francisco Franco*.
Durante el acto son provocados por un grupo de jóvenes anticomunistas que luego son perseguidos por varios trabajadores. En la huida los provocadores se enfilaron hacia la sede de la ACN. Treinta de los que les seguían terminaron heridos, de entre ellos cuatro murieron.
Momentos después llegaron ambulancias y policías quienes arrestan a 525 personas, entre empresarios y empleados de éstos. En realidad es una maniobra para salvarlos de la turba proletaria dispuesta a lincharlos. Entre los detenidos están  Roberto Garza Sada, Joel Rocha, Ricardo Sada y Virgilio Garza.
Luego son llevados al campo militar a cargo del general Juan Andrew Almazán para después ser liberados con fianzas que van desde 100 hasta 5 mil pesos. La investigación de los sucesos estuvo a cargo del personal militar determinando que se encontraron 9 pistolas viejas y oxidadas sin dispararse en años. Así las lujosas pistolas de los empresarios fueron sustituidas por algunas armas inservibles. Tres años más tarde un sector del panismo apoya al general Juan Almazán como candidato a la presidencia de México.
La masacre del 29 de julio es la expresión más sangrienta en la pugna entre el presidente Lázaro Cárdenas y los capitalistas regiomontanos por el control de las organizaciones obreras. Meses antes de la tragedia, los trabajadores de Vidriera Monterrey declararon la huelga por la titularidad del contrato colectivo que estaba en manos del sindicato blanco, es decir, en manos de la patrona y por mejores salarios. El movimiento de huelga contó con el apoyo del presidente, lo que provocó la furia del empresariado.
Con el tiempo el cardenismo profundizó el corporativismo iniciado por Plutarco Elías Calles que, aunque sí dotaba de respaldo institucional a las demandas obreras, convirtió a los líderes sindicales en “charros”, es decir agentes corruptos y traidores a los trabajadores. Este año Cárdenas consolida el control sobre el movimiento obrero con la creación de la Confederación de Trabajadores de México.
A final de cuentas el corporativismo ha asegurado hasta hoy el mantenimiento de los privilegios de la burguesía. Pero en 1936  los empresarios estaban decididos a no tolerar la afrenta del presidente y hasta hay quien asegura que los Garza Sada ordenaron un cargamento de armas a Estados Unidos para armar una revuelta contra Cárdenas.
*Muchos empresarios regiomontanos apoyaban el fascismo, una ideología y movimiento político de derecha, opuesto a la democracia, de carácter totalitario, represivo e intolerante. Ese año los militares fascistas se levantaron en armas contra el gobierno popular que sacó la victoria en las elecciones de España, lo que provocó que millones de obreros organizados en sindicatos salieran a defender las ciudades, entre los que destaca la anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo. Al ganar la guerra, el fascismo instauró una dictadura militar que esparció el terror y la sangre por todo el país ibérico.
Fuente consultada: “La masacre empresarial de 1936 v.s obreros rojos”, de Raymundo Hernández Alvarado, publicada en el periódico El Regio, los días 1, 2, 3 y 4 de abril del 2009.
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