miércoles, 13 de julio de 2016

Los Zetas mataron y quemaron a más de 300 personas en Coahuila: testigo

Casas de Allende, Coahuila destruidas por los Zetas. Foto: Víctor Hugo Valdivia
Casas de Allende destruidas por los zetas
McAllen, Tex. (apro).- Testimonios presentados en la Corte Federal de San Antonio confirmaron que fueron asesinadas más de 300 personas en Allende, Coahuila, lo que contradice la “verdad jurídica” de la Procuraduría de Justicia de ese estado, la cual concluyó que sólo ocurrieron 28 secuestros y que de ellos “se tienen la certeza que 11 fueron asesinados”.
“Los líderes Zetas me dijeron que ascendieron a más de 300 personas secuestradas y muertas de un disparo, luego quemadas con diesel o disueltas en ácido para desaparecer los cuerpos”, confesó José Luis Rodríguez, El Pollo, de 36 años de edad.
El Pollo operó en la ciudad fronteriza de Eagle Pass traficando drogas para los Zetas y ahora enfrenta prisión de por vida por el delito de secuestro y narcotráfico.
El testimonio de El Pollo se produjo en el juicio contra Mariano Millán Vázquez, El Chano un narcotraficante mexicano quien en marzo del 2011 coordinó los asesinatos masivos en Allende, Piedras Negras, Ciudad Acuña y la región de Cinco Manantiales. Después de esa masacre lo ascendieron a Jefe de Plaza en la ciudad fronteriza de Piedras Negras.
José Luis Rodríguez testificó que en marzo del 2011 estaba entregando un millón de dólares de ganancias por el tráfico de drogas a los líderes Zetas cuando le informaron que los capos Poncho Cuellar y su brazo derecho Héctor Moreno habían desertado y estaban delatando actividades del cartel a autoridades estadunidenses.
Contó que le solicitaron ayuda para ubicar domicilios de Cuellar y para eliminar a todos los que estaban asociados con ese capo, quien se desempeñaba como Jefe de Plaza de Piedras Negras.
“Las víctimas fueron gente de Allende, Morelos, Acuña, Piedras Negras, y áreas circunvecinas, testificó. En Piedras Negras una ocasión ellos me dijeron que tenían a 40 personas de rodillas y pum pum pum. … los mataron”, según publicó el diario San Antonio Express News.
Los fiscales texanos están utilizando un apartado de la ley que les permite procesar a personas por crímenes ocurridos en suelo extranjero si éstos están relacionados con delitos cometidos en territorio de Estados Unidos.
PGJE: sólo 28 secuestros
“La verdad jurídica a la que hemos llegado hasta ahora, está basada en los testimonios, pruebas periciales y confesiones que hemos recabado a lo largo de esta investigación y apuntan lamentablemente al secuestro de 28 personas: De 11 tenemos la certeza que fueron privadas de la vida y en el caso de 17 más, su paradero aún se desconoce, informó el Procurador Homero Ramos Gloria en una conferencia de prensa celebrada el 9 de diciembre del año 2014.
Los únicos acusados formalmente en México por esos crímenes son dos expolicías municipales y dos personas más. Mientras que las autoridades de Texas han metido a la cárcel a más de una decena de delincuentes por esa masacre.
Ramos Gloria detalló que “la tarde noche del día 18 de marzo del año 2011 arribaron a diversos domicilios de los municipios de Allende y Piedras Negras, Coahuila, un número no determinado de sujetos armados y quienes de acuerdo a las investigaciones se sabe que venían de otros estados”.
Los testimonios de los pobladores de Allende son más precisos que los del procurador: alrededor de 200 sicarios que no se cubrían el rostro llegaron al filo de las 5:30 horas provenientes de Piedras Negras en 42 camionetas que eran escoltadas por cuatro patrullas de la policía municipal.
El procurador explicó que el objetivo de los pistoleros “era localizar y privar de la libertad a una persona que realizaba operaciones financieras con recursos cuya procedencia se atribuye a actividades de un grupo de la delincuencia organizada y con quien los miembros de éste habrían tenido un desacuerdo”.
El hombre que buscaban era Héctor Moreno Villanueva, responsable del trasiego de droga, lavado de dinero y administrador financiero de los capos Zetas Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, El Z40 y Z42 respectivamente.
“Al no ser ubicado en los domicilios registrados, el grupo armado privó de la libertad a diversos familiares cercanos de ésta persona y junto con ellos a sus trabajadores, así como a civiles que tenían -o que quienes ejecutaron la orden asumieron que tenían- alguna relación con quien buscaban”, añadió el procurador.
Lo que no mencionó Ramos Gloria fue que ese día los sicarios se llevaron a más de 150 personas y las trasladaron a un rancho ubicado a la altura del kilómetro 7 de la carretera Allende-Villa Unión perteneciente a José Luis Garza Gaytán, socio de Moreno.
El procurador sí informó que posteriormente a esos hechos “las personas fueron privadas de la vida y sus cuerpos calcinados con el objetivo de eliminar las evidencias”.
Otro testimonio
Héctor Moreno y parte de su familia ya había huido a Estados Unidos y de esa manera eludieron la venganza de los hermanos Treviño Morales. Ahora es testigo protegido del gobierno.
En un juicio celebrado en la Corte Federal de Austin donde rindió testimonio aseguró: “Soy Héctor Moreno y tengo 35 años de edad… Trabajé con Alfonso Poncho Cuellar desde el año 2007 hasta el 2011”, precisó en su confesión el capo de Allende.
“Y cuando usted dice trabajé, ¿qué actividad realizaba?”, le cuestionó un fiscal. “Tráfico de drogas en la ciudad de Piedras Negras, desde 2007”, respondió.
Moreno precisó que como operador hacía las llamadas por teléfono a los conductores de los camiones, a los clientes y empaquetaba la droga. “Al 40 y 42 los veía regularmente entre tres o cuatro veces por mes y en otras ocasiones hasta dos veces por semana. Había periodos en queZ40 y Z42 desaparecían hasta por cuatro meses”.
La droga se cruzaba en tráileres de empresas transportistas y se escondía en casas de seguridad en la ciudad vecina de Eagle Pass. De ahí se mandaba por la carretera 35 a Dallas a un socio de Moreno llamado José Vázquez, quien la revendía a las diversas pandillas estadounidenses que la distribuían por toda la Unión Americana.
Añadió que recibían unos cuatro millones de dólares cada 10 días por 800 kilos de cocaína que se enviaban cada mes. Ese dinero llegaba a México escondido en tanques de combustible de vehículos en billetes de todas las denominaciones, pero las reglas para pagar al contador de Z40 yZ42 era entregarles sólo billetes de 20, 50 y 100 dólares.
–¿Señor Moreno cómo vino a los Estados Unidos?—preguntó el Fiscal.
–En marzo del 2011 estaban sucediendo una gran cantidad de problemas en Coahuila y solicité asilo al gobierno de Estados Unidos—respondió el testigo
–¿Cuándo usted dice que había problemas a qué se refiere, podría especificar?
–Un montón de muertes. Ellos comenzaron a matar familias en Allende, en Piedras Negras, en Muzquis en Sabinas. Ellos también me querían matar. Yo no traje nada de dinero porque 40 y 42 destruyeron casas para apoderarse de todo y debido a esto ellos mataron a 300 personas en Allende, Coahuila—remató.

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