CIUDAD DE MEXICO (apro).- En nuestro país, el acceso a un empleo que cuente con seguridad social resulta un verdadero viacrucis.
Sólo cuatro de cada 10 mexicanos accedieron a la seguridad social en el periodo trabajado que comprende de 2010 a 2015, sin embargo, la situación de los jóvenes es peor, ya que sólo tres de cada 10 pueden laborar en una plaza formal que les ofrezca esa posibilidad.
Así lo revela el Módulo de Trayectorias Laborales (Motral), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y financiado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), presentada este día por sus respectivos titulares, Julio Santaella Castell y Carlos Ramírez Fuentes.
Pero eso no es todo, la encuesta arrojó que 49% de los trabajadores adultos no tuvo acceso a la seguridad social; en tanto, 68% de los encuestados reportó que es difícil encontrar un trabajo que ofrezca seguridad social.
Y no es que los mexicanos prefieran sumarse a las filas de la informalidad de manera voluntaria, de hecho, gran parte de los encuestados mencionó que prefiere tener seguridad social en su empleo, aunque ello implique realizar pagos para obtenerla.
Mujeres y jóvenes, los más afectados
La situación repercute en el futuro de los jóvenes y mujeres principalmente.
Según el Motral, dichas condiciones de precariedad derivan en que estos jóvenes puedan estar condenados a bajas pensiones, ya que además de ingresar tarde al mercado, no cuentan con un empleo que les brinde la seguridad social, en tanto que entre las mujeres se agudiza esa situación, ya que son el grupo de la población con menores niveles de estudio y de ingresos.
Carlos Ramírez, presidente de la Consar, puso el dedo en la llaga al sostener que “resulta crítico reforzar acciones para afiliar a la población al Sistema de Ahorro para el Retiro desde una edad temprana, pues entre más se posponga el momento de ingresar al mercado laboral, más complicado será hacerlo durante la trayectoria laboral de los trabajadores”.
Otro de los datos que dejó ver la encuesta es el referente a la densidad de afiliación en los últimos cinco años: 76.9%. Esto indica que de 2010 a 2015 los trabajadores que estuvieron en la formalidad alcanzaron 77 de cada 100 semanas cotizando.
No obstante, cuando se amplía el periodo y se le pregunta a los encuestados el tiempo que han permanecido cotizando a la seguridad social durante toda su vida laboral, la densidad de afiliación se reduce a 50%.
Vida laboral inicia a los 20 años
En promedio, el inicio de la carrera laboral de los mexicanos se da a los 20.8 años, edad menor a la registrada en 2012, que fue de 21.3 años.
Respecto de lo mostrado en la encuesta de 2012, se observó una mayor estabilidad en el empleo. La duración por empleo aumentó de 2.9 a 3.3 años, y el número de trabajadores con un solo empleo pasó de 44 a 54%.
El inicio de la carrera laboral se da mayoritariamente en el sector primario y secundario de la economía; conforme se avanza en la trayectoria laboral, una proporción relevante transita al sector servicios.
El asunto es que mientras el ingreso promedio es 38% mayor en la formalidad que en la informalidad, apenas cuatro de cada 10 personas tiene la posibilidad de incorporarse a un empleo formal.
El Módulo de Trayectorias Laborales fue aplicado en siete mil viviendas, incluyó a trabajadores urbanos de 18 a 54 años de edad con experiencia laboral y consideró tanto trabajadores formales como informales que laboraron durante el periodo de 2010 a 2015.
Según el Inegi, el Motral resulta un insumo de gran relevancia para el sistema de pensiones por la estrecha vinculación que tiene el Sistema de Ahorro para el Retiro con el mercado laboral, donde tiempo de cotización, estabilidad laboral, carrera salarial, acceso a la seguridad social y la misma cobertura del sistema de pensiones son factores fundamentales.
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