Con la apertura de la industria petrolera, riesgo de que nazca una nueva generación de compadrazgos, señala la revista británica.
El reto que los países enfrentan contra la corrupción derivada del “compradazgo” entre empresarios y Estado requiere de medidas más eficaces, consideró en un artículo la revista británica The Economist. Tal es el caso de México, donde al Senado le fue imposible aprobar (en su período ordinario de sesiones) dos iniciativas contra la corrupción. “Está muy bien exigir tribunales eficientes, regulaciones justas y el fin del financiamiento político ilegal”, pero es una labor que puede durar generaciones;
De acuerdo con la revista, las políticas anticorrupción deben centrarse en cuatro pasos inmediatos: aumentar la vigilancia y el cuidado en el traspaso de recursos públicos a manos privadas, ejercer un mayor control del gobierno sobre las operaciones de bancos estatales, dificultar el ocultamiento de dinero en paraísos fiscales a través de registros públicos y la adaptación para prevenir nuevas asociaciones cómplices por medio de la tecnología, es decir, reforzar la competitividad y transparencia.
Aunque existe una preocupación global por una nueva era de “barones ladrones” similar a la América del Siglo XIX, desde el 2014 las fortunas -en su conjunto- han disminuido en un 16 por ciento, según cifras propias de la revista. Esto se debe a la caída de los precios de los productos básicos, los escándalos de corrupción, la desconfianza en el Estado, así como la injusta distribución de la riqueza, un escenario donde la actividad del amiguismo y compadrazgo es bienvenido. Por ello, aunque no quieran y les sea difícil enfrentar los intereses creados, los gobiernos deben aprovechar el momento y tomar acciones.
The Economist destacó también la apertura que México realiza de su monopolio petrolero, una medida que Arabìa Saudita también planea poner en marcha, para recaudar dinero y mejorar la eficiencia. A menos que las ventas sean justas, nacerá una nueva generación de compadrazgos”. Estas medidas preventivas se encuentran consideradas en la agenda de la Cumbre Anti corrupción que se llevará a cabo en Londres la próxima semana. “En el siglo XX, los políticos aprobaron leyes antimonopolio y la corrupción menguó. Estados Unidos se hizo más rico, más fuerte y más estable políticamente. Las economías emergentes se enfrentan a un momento similar. Y no deben desperdiciarla”, finalizó el análisis.
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