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| Basilio Camerino Picazo Pérez |
(21 de marzo 2016).- El estado de Veracruz se prepara para las elecciones de diputados locales y como candidato único a diputado se presentó a Basilio Camerino Picazo Pérez quien está implicado en el homicidio del exsíndico de Coyutla Miguel Alfonso Vázquez ocurrido el 6 de mayo de 2005.
“Una década después, el PRI, nuestro partido, apuesta al olvido y a postular como candidato a alguien que debería de estar en la cárcel”, exponen militantes del distrito de Papantla que viajaron a la capital del estado para recriminar el registro de Picazo Pérez, ocurrido el pasado miércoles 16 de marzo, pese a que la causa penal 116/2205 –de la cual el reportero de Proceso, Noé Zabaleta tiene copia- continua abierta.
Los antecedentes comienzan a partir del 2006 cuando el Tribunal Colegiado de Circuito negó el amparo al entonces alcalde de Coyutla, Basilio Camerino Picazo, por considerar que sí existían elementos para hacerlo responsable del homicidio de su síndico.
“El tema es que sí Basilio Picazo Pérez se declaró inocente del asesinato del exsindico, ¿por qué se amparó? Y por qué hoy el PRI le permite postularse por un cargo de elección popular, sabiendo la fama de cacique que tiene en la Cuenca del Papaloapan”, señalan los priístas.
El oscuro paado del candidato indica que en aquellos ayeres del 2006 para evitar ser detenido, el exedil tramitó otro juicio de amparo número 672/05, concedido por el Juzgado Undécimo de Distrito con sede en Poza Rica.
En aquel entonces las diligencias arrojaron que dos pistoleros –uno de ellos, hijo del comandante de la policía municipal de Coyutla- mataron al síndico luego de que el alcalde Picazo Pérez les pagó 70 mil pesos.
El resultado de lo anterior es que los dos sicarios fueron detenidos, sin embargo el autor intelectual y ahora candidato único a diputado no ha sido investigado a la fecha.
En la entrada al gobierno de Veracruz de Javier Duarte 2011-2014), tampoco pasó nada con el candidato y de hecho el gobernador priista no ha vuelto a tocar el tema del hombre al que nunca se le investigó ni se le liberó una orden de aprehensión.
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