CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El muy católico Enrique Peña Nieto, quien recibió la comunión en la misa que ofició el Papa Francisco, miente: El ostentoso avión que estrenó el jueves 11, justo un día antes de la llegada del jerarca religioso, no cuesta 2 mil 952 millones de pesos, como dice, sino mucho más del doble.
Vuelvo al tema del avión, cuyo estreno quedó opacado por la visita del líder católico al que se sometieron los representantes de los poderes del Estado, porque aún existen personas que creen que ya se pagó y que Peña nada tuvo que ver con la compra, que efectivamente concretaron Felipe Calderón y el actual secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade.
El tema es relevante porque si escandaliza que la burocracia media despilfarre dinero público en caviar, salmón ahumado, calamares y champaña, como lo reveló la agencia Reuters, es indignante que se minimice la compra del lujoso avión, pero es peor aún que se engañe a los mexicanos con toda impunidad.
En este espacio se ha acreditado que, de acuerdo con el Proyecto Público de Inversión de la SHCP, el avión Boeing Dreamliner costará 7 mil 520 millones de pesos, además de los mil millones por la adecuación del hangar –que construyó el contratista favorito de Peña y que tendrá utilidad de sólo cuatro años–, pero además la deuda se terminará de pagar hasta el año 2027.
Apenas el jueves 11, justo el día en que Peña estrenó el avión en un viaje a Hermosillo, Sonora, la Presidencia de la República entregó un comunicado sólo a los reporteros de la “fuente” –y lo ocultó al mundo– para difundir que la lujosa aeronave costó únicamente 2 mil 952 millones de pesos.
“El costo total del avión, incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones, fue de 218.7 millones de dólares, que se pagaron a 13.5 pesos por dólar, dado que también se adquirió una cobertura del tipo de cambio. Esto significa que el costo real, pagado en pesos por la totalidad de la aeronave con su equipamiento, fue de 2,952.4 millones de pesos”.
Pero esta información es engañosa porque, primero, no incluye los costos de mantenimiento, estimados en mil millones de pesos, pero sobre todo omite que el avión se compró con un crédito a 15 años y que se seguirá pagando anualmente hasta liquidarlo en 2027.
¿Cuál es la fuente de este aserto? El Presupuesto de Egresos de la Federación que, desde 2012, contempló las partidas anuales para la “Adquisición de una Aeronave de Transporte Estratégico para uso Presidencial y del Estado Mayor”, que es como se define este “proyecto de inversión” de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Y casi cada año el costo ha ido a la alza en casi 200 millones de pesos: En 2012, que fue la primera vez que se incluyó este “proyecto de inversión” –cuya clave es 12071320003– costaría 6 mil 308 millones de pesos, igual cantidad en 2013, pero para 2014 aumentó a 6 mil 547 millones 379 mil 439 pesos.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2015, el costo de la adquisición fue de 6 mil 769 millones 996 mil 885 pesos, y para este año de 2016 aumentó otros casi 200 millones de pesos: Un total de 6 mil 983 millones 251 mil 790 pesos. Casi 7 mil millones de pesos.
La descripción del “proyecto de inversión”, que puede consultarse directamente en http://www.ppef.hacienda.gob.mx/work/models/PPEF/2016/docs/07/r07_pir.pdf, es textualmente la siguiente:
“Avión y equipo con un costo estimado del flujo amortizado del valor actual del avión (637.1 mdp) y equipo (560.7 mdp). El horizonte del arrendamiento (15 años) considera pagos anuales promedio de 45 mdp en operación y mantenimiento, más pagos anuales de arrendamiento entre 4.6 mdp y 451.4 mdp”.
En los años anteriores, según este mismo documento, se pagaron 796 millones 416 mil 443 pesos y de este año 2016 hasta 2018 se tiene previsto pagar en cada uno 517 millones 316 mil 287 pesos. Y de 2019 “en adelante” se pagarán 4 mil 634 millones 886 mil 485 pesos.
¿Costó el avión 2 mil 952 millones de pesos? Qué gran mentira de Peña y sus alcahuetes…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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