Más de 150 mil asesinados y 30 mil desaparecidos, la UNAM no es la excepción
El colectivo "Nos hacen falta" está integrado por estudiantes y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su mayoría de la Facultad de Filosofía y Letras. Denunció la desaparición y asesinato de universitarios de esta máxima casa de estudios; demandó la presentación con vida, verdad de los hechos, reparación de daños, justicia para las víctimas y la no repetición contra ningún estudiante, trabajador académico o investigador, que haya padecido actos violentos.
"Nos hacen falta" documentó 12 casos, en cuatro casos se contó con la presencia de sus padres y algunos miembros de su familia para dar testimonio de lo que vivieron sus hijas e hijos antes de desaparecer.
Uno de los primeros casos fue el de Mónica Alejandrina Ramírez Alvarado, estudiante de la Facultad de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores FES-Iztacala, desaparecida el 14 de diciembre de 2004. Salió a la escuela pero ya no regresó a su casa; tiempo después, por un retrato en el Metro, una persona dijo que la joven habría subido a un auto oscuro. Sus padres recibieron mensajes en los cuales les pedían dinero a cambio de su vida; se han tenido que desplazar por amenazas, pues al parecer se relaciona a unos vecinos con su desaparición.
"La desaparición de mi hija se vincula con dos personas que decían ser amigos de Alejandrina, compañeros de la universidad, integrantes de una banda, uno de ellos es hijo de un comandante de la policía ministerial de San Agustín. Ella iba a la universidad por un trabajo de equipo y lo extraño es que nunca llegó, pero el trabajo sí; acudimos con la maestra, ya que allí había algunas huellas de la persona que había desaparecido a mi hija, quien nunca aceptó ir a declarar. ¿Quien le hizo llegar este trabajo? Con la investigaciones que realizamos, y luego se comprobó, hay tres personas que están sentenciadas: Jesús Martínez Contreras Hernández, compañero de banca de Mónica Alejandrina que se título, lo titularon dentro del reclusorio, ahí sí fueron los sinodales, Marlon Gaón Espinoza, hijo del ex judicial de San Agustín; y Brayan Remi Alvarado Medina, sentenciados a 21 años": concluyen los padres de Mónica Alejandrina Ramírez.
Jesús Israel Moreno Pérez, desaparecido el 4 de julio en el 2011, en Chacahua, Oaxaca. Desde esa fecha su familia no sabe dónde se encuentra, a más de cinco meses las autoridades de Oaxacca declararon a sus padres que había sido asaltado y asesinado pero no se les mostró su cuerpo y los testigos que lo presenciaron denunciaron que no correspondía su cuerpo ya que sus rasgos son diferentes.
"La postura de la UNAM es tratar de tapar todo esto. La profesora Gloria Villegas, directora de esta Facultad, lo primero que me pidió fue que no lo pusiera ante en los medios de comunicación, que ella se iba a encargar de mandarme un abogado para que se encargara y me asesorara adecuadamente por Javier Villanueva, coordinador del procurador en turno Jesús López López, con quien yo me estaba pelando ya que dio una serie de mentiras para fabricar un montaje en el cual dicen que lo asesinan y le roban unos aparatos electrónicos que no llevaba, y lo relacionan con un cuerpo diferente. Trate de ver a José Narro y jamás me dio la cara, esa fue la ayuda que yo resibí por parte de la Universidad": Carlos Moreno Zamora, padre de Israel Moreno.
Joaquín García Jurado Carmona, estudiante de la Facultad de Arquitectura, fue asesinado el 7 de agosto de 2010 por dos personas en su departamento. Autoridades del Distrito Federal cuentan con huellas digitales y ADN de los responsables pero hasta la fecha no hay ningún detenido ni condenado.
El último caso de esta conferencia fue el de Víctor Castro Santillán, estudiante distinguido de la Facultad de Psicología, quien cursó la carrera de guitarra clásica en la Escuela Nacional de Música, hablaba francés, alemán e inglés. En 2010 se mudó a Monterrey por un intercambio en la Universidad Autónoma de Nuevo León, pero fue asesinado el 21 de abril de ese mismo año por un grupo supuestamente contratado por un compañero de la misma escuela, vinculado con grupos políticos-empresariales. Sus padres de han enfrentado "directamente con injusticia y corrupción".
"Víctor era alumno de la UNAM, tuvo un intercambio académico en Monterrey; dos meses después es asesinado por un compañero de la misma universidad de Nuevo León, Marcelo Laguarda Dávila, contrata al crimen organizado y paga 2 mil pesos por que le quiten la vida a mi hijo de manera brutal. Lo que nos indigna es que se le condenó a esta persona a 42 años de prisión, pero se le han otorgado amparos y bajó la sentencia de 47 a 32 años. Este asesino, Marcelo Laguarda Dávila, es hijo de un ex funcionario de Ramos Arizpe de Coahuila y vemos que la ley está mezclada con intereses políticos y en diciembre acaban de meter otro amparo. Estaba en Topo Chico; no sabemos que pasó con este asesino. Nuestra exigencia es que ya no se sigan asesinando a jóvenes con tantos proyectos de vida.
Al finalizar la conferencia "Nos hacemos falta" sugirió realizar tres acciones concretas y en conjunto:
1. Colaborar con la difusión de estos casos por medio de los videos que ya se encuentran en la red, con acciones propias de cada universitario en conjunto o por separado.
2. Ayudar y aportar un registro de estos y más casos para tener una manera de documentar estos hechos; contactar a sus familiares, ya que sin su autorización no se podrían difundir futuros casos.
3. Invitar a más personas a la apertura de un proceso de diálogo y contar con otros sectores no sólo estudiantiles dentro de la UNAM.
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