Adrián Rubalcava Suárez, señalado por diversos escándalos en su administración como Delegado en Cuajimalpa, incluyendo ligas con el grupo de golpeadores y secuestradores “Los Claudios”, corrupción y desvío de recursos públicos, choques violentos con perredistas y ataques a medios de comunicación y periodistas, quiere ahora presidir la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ALDF), donde es Diputado en representación del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Rubalcava Suárez, a quien el tricolor ha cobijado incluso luego de que en la pasada elección se quejó de que la mala imagen del Presidente Enrique Peña Nieto lo podría hacer perder en las urnas, se aferra a esa Comisión de Vigilancia de la ALDF, lo que parece un chiste, una mala broma para los capitalinos, pues el ahora legislador ha sido pillado en decenas de ocasiones quebrantando la justicia y, aun así, se siente blindado por la impunidad que ha acompañado su carrera política.
El priista, dicen sus colegas, se queja por los pasillos de la Asamblea de que la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal (GDF) está tras él por presuntos actos de corrupción y peculado, que han sido denunciados por diversos medios de comunicación, incluyendo a SinEmbargo.
Ha llegado a tal grado su desesperación, que no se detiene en afirmar que si no le entregan la Comisión de Vigilancia de la ALDF –órgano vinculado a la Contaduría Mayor de Hacienda de la ALDF, que se dedica a verificar la aplicación de los recursos públicos– es capaz de promover incluso un rompimiento entre los grupos parlamentarios que tienen una alianza en ese órgano legislativo.
Este jueves, la Comisión de Gobierno de la ALDF –de la cual Adrián Rubalcava forma parte– definirá al presidente de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda.
Pero legisladores de oposición e incluso priistas comentan que, muy probablemente, el voto de Rubalcava no acompañará la decisión de su grupo parlamentario, molesto por la decisión inflexible del polémico Diputado de controlar las auditorías que realiza la Contaduría Mayor sobre su persona y en hundir aún más el ya de por sí resquebrajado prestigio del PRI.
El priista Rubalcava Suárez en esa Comisión de Vigilancia sería un retroceso y, más aún, un desprestigio enorme para esta Legislatura, por donde quiera que se le vea.
Su intención, dicen desde dentro de la ALDF, no es sólo bloquear la investigación de la Contraloría General sobre sus malos manejos administrativos, sino además tener control para atacar a sus enemigos políticos, una práctica recurrente en su historial político, particularmente en los últimos meses.
¿Adrián Rubalcava en la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda? ¿Acaso es un chiste, una mala broma? Se entiende que hasta los legisladores del PRI capitalino se sientan avergonzados.
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