Nafin: bono verde
La clase política no tiene clase
P
ara 2016, la gasolina Magna tendrá un precio máximo promedio de 15.97 pesos; actualmente es de 13.57. Este precio toma en cuenta la cuota fija a las gasolinas que aprobó la Cámara de Diputados y otros supuestos, como el precio de referencia con el que se vende en la costa del Golfo de Estados Unidos, el tipo de cambio aprobado por los diputados en la iniciativa de Ley de Ingresos, la inflación esperada para 2016, el IEPS al carbono, un IVA de 16% y la cuota estatal IEPS, de acuerdo con el CIEP (Centro de Investigación Económica y Presupuestaria). ¿Y entonces la baja que Hacienda dijo que probablemente habría en enero? Pues se ve difícil. Agrega el CIEP: ‘‘La modificación en la tributación de las gasolinas consiste en remplazar la tasa IEPS de gasolinas por una cuota fija, para que la recaudación de impuestos no se vea afectada por la caída del precio internacional del petróleo. La cuota fija dependerá del octanaje de gasolina y, como ya fue aprobada por el Senado, se establece como 4.16 pesos por litro de Magna y 3.52 pesos para la Premium. Con base en los supuestos anteriores, el investigador del CIEP Fernando Ramones Fernández hizo un cálculo de los precios mensuales en 2016. Al comparar estos precios con los de 2015, indicó que el precio máximo estimado en 2016 para la Magna sería 18% mayor que el precio de 2015, y se compondría en un 42.6% de impuestos. En el caso de la gasolina Premium, el precio máximo sería 6.9% mayor que el actual y tiene una proporción de 40% de impuestos sobre el total del precio.
Bono verde
Nacional Financiera anuncia que después de 18 años de ausencia regresó a los mercados de deuda internacional con el primer bono verde mexicano. El 29 de octubre, Nafin realizó una transacción por un monto de 500 millones de dólares, a un plazo de cinco años y un rendimiento al vencimiento de 3.41%. La transacción registró una demanda por un monto superior a 2,500 millones de dólares, es decir, más de cinco veces del monto total colocado.
Sin clase
La clase política, sabido es, siempre ha andado muy escasa de clase. El último agarrón que escenificaron el perredista Miguel Barbosa y el panista Gustavo Madero refleja la condición de ambos. Barbosa le picó la cresta diciéndole que había estado tras la maquinación en la Cámara de Diputados que condujo al acuerdo de bajar el impuesto a los refrescos. La reacción de Madero quedó plasmada en un lenguaje vulgar que, según dicen sus amigos cercanos, es el que usa cotidianamente. ¡Y aspira a la Presidencia de la República!
@Vox Populi
El otro costo de las drogas
La gente que argumenta que en pleno ejercicio de su libertad, de su decisión individual, de hacer de su cuerpo lo que quiere, hace uso y abuso durante años de drogas legales e ilegales (alcohol, tabaco, mariguana y otras), cuando se enferma y su cuerpo y cerebro ya no dan más va a que lo atiendan, en su mayoría, los médicos, las instalaciones y las medicinas de carácter público que pagan todos los ciudadanos con sus impuestos, es decir, la colectividad. Acciones libres e individuales, muy respetables, pero pagadas con los recursos de la colectividad. No lo entiendo. Además, la violencia, las mafias, la corrupción, etcétera.
Rodrigo Rossetti/Distrito Federal
R: De ahí la opinión de que los fabricantes de cigarros y bebidas alcohólicas, incluida la cerveza, deban pagar contribuciones altas al Estado. Lo malo es que no hay modo de cobrarle a los traficantes de drogas. Al menos no vía el Servicio de Administración Tributaria, aunque se supone que se arreglan con sus protectores.
Tuitterati
Madero insulta a Barbosa luego de que lo acusaran de impulsar reducción a impuesto al refresco.
@MBarbosa deja de decir Barbosadas y mentiras, pendejo.
¡Uuuh! enloqueciste Maderito. Que quede constancia.
Miguel Barbosa (@MBarbosaMX)
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
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