¿Qué hizo OHL para que la protección sea tan grande?, se pregunta el periodista en su columna.
El periodista Raymundo Riva Palacio escribe este lunes en El Financiero sobre la relación que tiene OHL con el gobierno federal y del Estado de México.
Expone que “las acusaciones de conflictos de interés y las muestras de amiguismo, escalaron desde el secretario de Comunicaciones mexiquense hasta el Presidente de la República. Los audios que los exhiben, han abierto una alameda de suspicacia sobre qué tanto le deben los dos gobiernos a OHL y hasta dónde va a llegar todo”.
Refiere que el caso “tiene como origen, una vez más, la frivolidad con la que los ejecutivos de OHL México manejan información delicada, reflejo de la sensación de impunidad que acicala permanentemente Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, que invariablemente los defiende. La última indiscreción cometida por los ejecutivos fue comentar que la captura el lunes de la semana pasada de Paulo Díez Gargari, abogado de la empresa Infraiber, a la que señalan como autora de los audios y responsable de su distribución mediática, fue pactada en Los Pinos“.
Y señala que ejecutivos de la empresa constructora anticiparon que la PGR detendría a Paulo Díez para “asustarlo” e inhibirlo en sus acusaciones contra OHL, lo cual ocurrió la semana pasada.
“El hecho de sugerir una complicidad con funcionarios del gobierno federal capaces de detonar una acción judicial en sí mismo es grave, pero más lo que agregaron en su indiscreción: que el plan lo platicaron con el presidente Enrique Peña Nieto, Juan Miguel Villar, presidente de la empresa, y José Andrés de Oteyza, presidente de OHL en México. De haber sido así, tendrían que haber tomado en cuenta, de lo que hablaron es de un delito”, señaló RivaPalacio.
No obstante, apunta que dicha reunión no es la que se refiere en unos audios difundidos recientemente, donde hablaron del sistema de verificación de aforos carreteros de Infraiber, sino que es una ocurrida en agosto pasado.
El periodista recordó que Díez Gargari fue detenido la semana pasada para que declarara en calidad de testigo sobre la investigación de los audios grabados en forma clandestina, pero cuando terminó su diligencia, no recuperó la libertad, porque la PGR lo acusó de portación de una arma de fuego sin tener el permiso para ello.
“La influencia de OHL en el gobierno es tan evidente, que sólo así se explica el cinismo con el cual sus ejecutivos hablan cándidamente sobre sus acciones. ¿Qué hizo OHL para que la protección sea tan grande? Aún no se revela esa bala de plata, en caso de existir. Pero las revelaciones sobre su extraña relación van subiendo de grado y de funcionarios salpicados. Por lo pronto, el presidente tendría que modificar su relación con OHL y aclarar si existió o no la reunión que presumen sus ejecutivos. Ya no se trataría de un conflicto de interés, sino de un acto ilegal”, concluyó el columnista de El Financiero.
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