(21 de septiembre, 2015).- El General Samuel Lara Villa ha recibido tres citatorios por parte de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) , acusado de “hablar mal del ejército” en los artículos que escribe para la revista Contralínea, ha explicado anteriormente a Revolución TRESPUNTOCERO.
El general argumenta que sus textos tienen fundamentos y que pese a que ha sido cuestionado, “se dieron cuenta que no pueden culparme de nada, yo no soy quien está traicionando al ejército, porque yo pido que se cumpla con la Constitución, situación que ellos no han cumplido, quienes están hoy dentro de las fuerzas armadas son los traidores, porque son quienes han ejercido acciones contrarias a las juradas”.
Es así como ha continuado exponiendo que “el papel de las Fuerzas Armadas de México es cada vez más el de un enemigo de su misión histórica: cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917”.
Haciendo un recuento Lara Villa asegura que “en el sexenio de Vicente Fox, el general secretario Clemente Vega García supo, en algún momento en que la situación lo urgía, solicitarle por escrito las órdenes al mando supremo, obligándolo a rectificar una de sus tantas burradas, pero hasta ahí llegó.
En las elecciones de 2006, los altos mandos no se percataron (¿será?) del fraude electoral mediante el cual Calderón Hinojosa asumiera la Presidencia de México. Peor aún: la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) se apresuraron a ponerse a la órdenes del ilegítimo en una ceremonia realizada la noche anterior a la toma de la posesión presidencial, en el Campo Marte en la Ciudad de México; dicho acto fue inventado al efecto para hacer patente la subordinación de ambos secretarios; indignantemente pusieron bajo custodia del Heroico Colegio Militar (“por el honor de México”) la banda presidencial tricolor, destinada a colocarla en el pecho del espurio que tuvo que ser resguardado por el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada; cercaron el recinto legislativo para ponerlo a salvo de la inconformidad del pueblo… Días después, a un gesto del dipsómano, las Fuerzas Armadas de México lanzaron, sin más ni más, a sus soldados y marinos a la ‘guerra’”.
Asegura que en 2012 no solamente se solapó otra vez el fraude electoral, sino que Enrique Peña Nieto fue impuesto a la nación, “sin exageración alguna, por las bayonetas de las Fuerzas Armadas Mexicanas en las mismas condiciones descritas anteriormente”.
Asegura que a ese acto le siguió el del general Salvador Cienfuegos Zepeda y el almirante Vidal Francisco Soberón quienes “se apresuraron” a comentar, por medio de la prensa y la televisión, el apoyo incondicional y su “lealtad a las instituciones” a quien nunca demostró legitimidad para ejercer la Presidencia de la República.
El General Samuel Lara afirma que “lo más grave es que el propósito real de los militares Diplomados de Estado Mayor, pronto lo hicieron claro: conformar una elite que se hiciera dueña del Ejército Mexicano, afianzar la seguridad nacional a los intereses del imperio estadunidense y someter la estrategia de la guerra irregular, herencia consecuente de la Revolución Mexicana, que aún ahora resulta imprescindible para la seguridad nacional.
El verdadero enemigo sin duda está al Norte; los Diplomados de Estado Mayor siempre han pensado en la creación de grandes unidades aplicadas a la creación de un Ejército Continental bajo el mando de los estadunidenses: “América para los americanos” es la amenaza”.
Asegura que consecuentemente, los actuales altos mandos (Diplomados de Estado Mayor) centran su proyecto en convencer al personal del servicio activo de la supuesta obligatoriedad de lealtad en el presente sexenio hacia Peña Nieto; “la tropa no es ignorante, pero desconoce la perfidia y los alcances de los malos gobernantes y sus lacayos, la disciplina les obliga a confiar en que sus superiores no deben equivocarse”.
En su texto externa “militares en activo: la tropa es el Ejército verdaderamente, que no te engañen, tú eres el pueblo en armas, el que decide el momento de castigar al tirano, de hacer cumplir las leyes que creó tu misma gente, el pueblo: eres tú quien debe decirle ¡basta! al que te ha engañado, explotado y humillado. La disciplina no es para hacer cobardes. Te enseñó a ser valiente, a conocer las leyes y reglamentos que promulgó el pueblo para cumplirlas y para hacerlas cumplir a los traidores. Demuestra a los altos mandos, a los mandos superiores cómo se cumplen las protestas de ley.
Las Fuerzas Armadas Mexicanas no son de Peña Nieto. El Ejército y la Fuerza Aérea no son del general Cienfuegos. La Marina-Armada no es del almirante Soberón”.
Sobre el tema el General Lara ha dicho a este medio que “con base en la idea que la lealtad que hoy obedece el ejército y las fuerzas armadas en general, ha sido la inventada por el PRI y ‘algún alto mando servil al gobierno en turno’”, en representación de un grupo de militares mantiene firme so posicionamiento de organizarse “para luchar por la salvación de la patria que está en manos de un mal gobierno”, ante lo que nombró “la delicada crisis política y de gobernabilidad en la nación”.
“Desgraciadamente han sobrado los traidores, el PRI es uno de los principales, ese para mí es el partido reaccionario institulero, porque son quienes han creado las instituciones corruptas y ladronas a las cuales rinde respeto el General Cienfuegos, quien está haciendo que el Ejército se ponga de rodillas y jure lealtad a quienes han hundido en la peor de las crisis al país, en donde incluso el poder legislativo está supeditado”, puntualiza Lara Villa.
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