Astillero
Nuño y Meade, precandidatos
Avanza Videgaray
Ascenso a Salinas y De la Madrid
Verde, Pacchiano y Lagunes
Julio Hernández López
EXIGEN NO DESAPARECER EL PT. Mil 700 personas, según información de la Secretaría de Seguridad Pública, exigieron al INE mantener el registro al Partido del Trabajo y amagaron con luchar en las calles y en el TEPJF.
No permitiremos el despojo, fue la consignaFoto Carlos Ramos Mamahua
E
nrique Peña Nieto hizo movimientos de piezas sobre el mismo tablero (endogámicos, de gatopardismo inocultable) para consolidar su misma partida grupal autista y potenciar a dos figuras que desde ahora son virtuales precandidatos a la Presidencia de la República: el chico maravilla de Los Pinos, Aurelio Nuño (el Niño de oro), quien deja la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República para asumir una expansiva y futurista Secretaría de Educación Pública, y el transexenal José Antonio Meade Kuribreña, quien fue director de Financiera Rural con Vicente Fox, secretario de Energía y de Hacienda con Felipe Calderón y titular de Relaciones Exteriores y ahora de Desarrollo Social en la administración priísta.
Cierto es que el orgullo de Atlacomulco mantuvo en pie, como tales, a dos de los tres pilares en los que abiertamente se apoyó en la primera mitad de su periodo de gobierno, pues Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray continúan en las secretarías de Gobernación y de Hacienda y Crédito Público (el otro miembro del tripartito círculo íntimo mandante fue Nuño, quien ahora deja la protección de las cortinas palaciegas para tratar de construirse una suerte propia, como figura y ya no más como asesor). Pero ha de decirse que el principal beneficiado del desabrido juego de cartas de ayer es el mencionado Videgaray, quien mantiene una relación plena con Meade Kuribreña y un forcejeo semiamistoso con su anterior protegido, Nuño. El denso conjunto de intereses nacionales y extranjeros que convergen en Videgaray se declararía complacido con la candidatura presidencial de éste o de algunos de sus similares, como Meade o Nuño. Si las complicaciones económicas, mundiales y nacionales acaban definiendo la principal postulación priísta de 2018, la nueva triada (Videgaray, Meade y Nuño) estará plenamente disponible, además de que sigue controlando el estratégico espacio de control de Los Pinos, pues en la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República queda Francisco Guzmán Ortiz, quien era coordinador de asesores en el equipo que dirigía-dirige el
profeNuño.
En la reafirmación de alianzas con grupos priístas, ascendieron Claudia Ruiz Massieu Salinas, sobrina del activo ex presidente (hija de Adriana Salinas de Gortari y del asesinado Francisco Ruiz Massieu), quien pasó de la Secretaría de Turismo a la de Relaciones Exteriores (donde Meade dejó una notable carga negativa, plena de desatención a los intereses de los mexicanos en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos) y Enrique de la Madrid Cordero (hijo del ex presidente que inició el ciclo de predominio neoliberal cuyas consecuencias hoy se viven trágicamente en el país), quien pasó a la Secretaría de Turismo desde la Dirección del Banco Nacional de Comercio Exterior (área bajo control de Videgaray; también fue director de Financiera Rural y funcionario del banco HSBC, de ConMéxico y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores). Aun cuando esas secretarías no suelen producir candidatos a la Presidencia de la República, y el perfil de sus nuevos ocupantes no es fuerte, siempre será posible que en acuerdos de última hora entre las familias dominantes se opte por alguno de estos apellidos significativos.
En peculiar premio a la disciplina ante la derrota electoral consentida, José Eduardo Calzada Rovirosa obtuvo ayer permiso del Congreso de Querétaro para dejar la gubernatura estatal, cuyo periodo terminaría el próximo 30 de septiembre, y así estar en condiciones de pasar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que ocupaba otro ex mandatario priísta, el coahuilense Enrique Martínez y Martínez. Promovido como
el mejor gobernadordel país, no logró que en junio pasado sus presuntos éxitos revalidaran al PRI a la hora de la sucesión, y así entró como relevo el panista Francisco Domínguez, en un episodio con fuerte tufo a negociaciones para que el PRI se quedara con otras gubernaturas que le eran de más interés a Los Pinos.
La parte del botín nacional que ha sido escriturada al partido de las cuatro mentiras (PVEM) continúa intocada; en todo caso, copeteada. Juan José Guerra Abud, nacido (por supuesto) en el estado de México, y miembro del Verde, era el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (la iglesia en manos de los Luteros verdes). Ahora el negocio ha pasado a Rafael Pacchiano Alamán, quien era subsecretario con Guerra y antes había sido diputado federal, con su esposa, Alejandra Lagunes Soto Ruiz, como suplente. Pacchiano fue gerente de desarrollo de marca de BMW los tres años anteriores a su llegada por la vía plurinominal a una curul, y su cónyuge fue directora de ventas de Televisa Interactive Media, especializada en campañas de posicionamiento de políticos, lo que realizó especialmente con Enrique Peña Nieto en su búsqueda de la candidatura presidencial priísta. Actualmente Lagunes es la coordinadora de la estrategia digital nacional de Los Pinos, con una presencia combativa en las redes sociales, donde le adjudican el manejo de Peñabots y otras argucias no sólo para ensalzar a su jefe sino, en especial, para desactivar tendencias contrarias y confrontar (troleo) a críticos del régimen.
Degradada quedó Rosario Robles, quien pasó de la poderosa e influyente secretaría electoral denominada Sedesol a la manoseada Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en la que Jesús Murillo Karam no duró siquiera un semestre (fue nombrado el 27 de febrero del año en curso). Es imposible disociar esta caída política rosarina de los resultados adversos de la Cruzada contra el Hambre y otros programas asistenciales que según estadísticas oficiales resultaron un fracaso. Peña no la despide, pero la relega. Salió también el ya fantasmal titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido (golpe a Osorio), y queda el campechano Renato Sales (quien ha hecho buen trabajo). Y al Issste siempre redituable llega el ex gobernador de Chihuahua José Reyes Baeza. ¡Hasta el próximo lunes!
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