CAMPECHE, Camp. (apro).- La senadora Layda Sansores San Román, candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura, irrumpió esta tarde en un centro clandestino de operaciones de la coalición PRI-PVEM, que funcionaba justo frente a la Fiscalía General del Estado (FGE).
Alertada sobre el sitio, localizado en la segunda planta de una pequeña plaza comercial que se encuentra a la entrada del fraccionamiento Arboledas –en una casa dentro de la cual está por cierto el Consejo Distrital VI–, sobre la avenida José López Portillo, Sansores acudió al mediodía a la FGE a denunciarlo.
Fue atendida por Sergio Rosado, secretario particular del fiscal Arturo Ambrosio Herrera, quien la canalizó con la vicefiscal general adjunta, Miriam de Jesús May Solís, que a su vez ofreció enviar agentes ministeriales, los que demoraron una hora en cruzar la calle para acudir al lugar.
Ahí, antes de que los policías tocaran la puerta, ésta les fue abierta por quien se identificó como Roberto Hernández Macossay, quien ya los esperaba y dijo que sólo permitiría el ingreso a los oficiales, encabezados por el comandante Ricardo Mendoza.
Ante la insistencia de Sansores de ingresar con ellos, los policías argumentaron que no podían entrar porque no contaban con una orden de cateo y se retiraron.
En tanto llegó al lugar –en cuyo techo sobresalía una sofisticada antena de radiocomunicación, de las que requieren permiso especial para su instalación– otro personaje que se identificó como Félix Sélem Villanueva, quien dijo ser abogado y el inquilino del local en cuestión, donde dijo tiene su bufete.
Pese a los cuestionamientos, dijo que sólo respondería ante una autoridad competente. Debido a que los inconformes no lo dejaron pasar, se retiró.
Sansores llamó por teléfono personalmente a la presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Margarita Alfaro Waring, para exponerle la situación y pedirle que obsequiara a la brevedad una orden de cateo, “aunque me dijo que sí lo haría, transcurrieron las horas y nunca lo hizo”.
En otro momento se presentó Rafael Montero, representante del PVEM ante el Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC), quien intentó evitar que los laydistas entraran admitiendo que esa era “una casa de campaña” del Verde.
Ante las circunstancias, la candidata optó por romper los vidrios de la puerta e irrumpió en el sitio donde encontró documentos operativos de la campaña, los cierres y del día de la elección; listas de taxistas y líderes de colonias y sus pagos detallados por evento, incluido el día de los comicios.
También propaganda de Cristian Bello, líder estatal del PVEM y candidato de la coalición PRI-PVEM a diputado local por el cuarto distrito y sobrino de Alejandro Moreno Cárdenas, el ahora virtual gobernador electo.
Además halló gorras, camisetas, sombreros, andaderas, sillas de ruedas, paraguas y balones.
En el búnker, dentro del cual se encontró a José Echavarría Trejo, coordinador de campaña de Castro Bello, y otras personas, se encontraron además croquis de colonias, calle por calle, domicilio por domicilio, identificado a las familias con sus necesidades y lo que solicitaron al candidato, y si se les cumplió o no.
Croquis con la ubicación de las casillas, las “casas amigas”, identificaciones de los “líderes naturales o líderes sociales” y hasta documentos membretados de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC).
Al respecto, Sansores San Román justificó que solicitó a FGE y a la presidenta del Tribunal su intervención, pero “no respondieron, pese a que la gente estaba en flagrancia… ¿pues qué quieren?”.
“Decidí entrar y ahí los encontramos a todos desesperados, rompiendo papeles. Con todo lo que encontramos tendremos bases para fundar nuestras denuncias sobre las irregularidades y delitos que cometieron los del partido oficial en este proceso”, advirtió.
“Este candidato por lo pronto debería perder su registro… nomás en una hojita de las que encontramos llevaba 80 mil pesos gastados en sólo tres días”, adelantó.
Sansores dijo que con las denuncias que ha presentado ha perdido el tiempo.
“Pierdes el tiempo en la Fiscalía, no se puede… la policía está enfrente, nomás tienen que cruzar la calle; qué casualidad que cuando llegaron los ministeriales como por señales de humo bajaron a abrirles… estamos ya muy lastimados, si no era un centro de espionaje ni mapacheo, no tenían nada qué ocultar”, añadió.
Dijo que “pues no hay formas… quieren pruebas, pues las tenemos que conseguir así, no nos dejan de otra”.
“Uno se está jugando todo, me siento harta, no tienen vergüenza. Es un fraude de todas las formas, y toda la perversidad del gobierno. ¡No tienen vergüenza! Lo próximo que tendríamos que venir a clausurar es la fiscalía que no sirve para nada”.
Sansores sacó todas las evidencias que encontró en el búnker “para revisarlas”. Incluso los documentos que los priistas destruían a toda prisa cuando fueron sorprendidos, muchos de ellos rescatados del escusado.
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