El PRI de siempre, ahora sin ningún recato |
L
a nación se mueve entre dos impulsos: el sistema empuja hacia atrás y la sociedad hacia adelante. Gabriel Zaid recuerda que Alan Riding (corresponsal del NYT) le dijo:
las buenas noticias de aquí no tienen mercado. Hay un gran mercado para las malas y alimentan el pesimismo y la parálisis de millones. Mueven la cabeza:
esto no tiene remedio. ¡Pero caray! No podemos convocar a la esperanza desde el derrotismo, además es fácil constatar que cada mala noticia genera una buena. Por ejemplo: es pésima noticia saber que la policía migratoria acosa y reprime a los migrantes centroamericanos que atraviesan nuestro país rumbo a la
tierra prometida. Pero es muy buena que exista el sacerdote Alejandro Solalinde y encabece
un viacrucis de fronteras aliadasy defienda a los hermanos en el camino.
La partidocracia es fábrica de malas noticias, pero es buena noticia saber que el registro de ONG ha pasado, en los pasados 20 años, de 500 a 28 mil, y quizás haya cien mil que no están inscritas; trabajan en cuestiones de sociedad incluyente, actividades culturales, científicas. Todo esto al margen del Estado y muchas veces en contra. Qué mal que el INE no se atreva a ponerle un hasta aquí a los abusos del Verde, que violenta la equidad electoral por cuenta del PRI, pero está muy bien que cien mil demanden la cancelación de su registro. Mala noticia: corrieron a Carmen Aristegui. Muy buena: en una sola semana se reúnen 185 mil firmas para exigir que regrese.
Mala noticia: tenemos un gobierno mucho peor que el que merecemos. Muy buena: que un grupo disímbolo como Alianza Indígena, Coparmex, Transparencia, México Unido, propongan temas reservados antes a los partidos y al gobierno y el impulso de una legislación anticorrupción.
Mala noticia: el caso Ayotzinapa ha sido oficialmente
superado. Muy buena: que un grupo de 30 ONG, apoyadas por la Unión Europea, exijan que el caso se esclarezca y que los culpables sean castigados. Todo indica que el tema seguirá vivo y produciendo efectos. Pésimo: que haya compra masiva de votos. Muy bueno: que Morena, sin hacer clientelismo, logre pasar en cuatro meses de 6 por ciento de intención de voto a 24 por ciento en la delegación Cuauhtémoc (Parametría), donde se ha descubierto que otros partidos hacen entregas masivas de despensas.
Cierto y muy malo: el gobierno está
moviendo a Méxicopero hacia atrás, como dice Lorenzo Meyer. Muy bueno: que un sector cada vez más grande empuje hacia adelante, y en esta contradicción está el drama contemporáneo de México.
Twitter: @ortizpinchetti
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