La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llega a la inauguración de la VII Cumbre de las Américas, en la Ciudad de Panamá. Foto: Xinhua |
PANAMÁ (proceso.com.mx).- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, rechazó hoy las sanciones decretadas por el gobierno de Barack Obama contra Venezuela.
La postura de la brasileña ha sido clara y, luego de un prolongado silencio, ayer expuso en una entrevista para la cadena estadunidense CNN en Español su contundente postura: dijo no creer que las oposiciones deban ser encarceladas por motivos políticos, pues se afecta el orden democrático.
Para Rousseff -de larga trayectoria en la oposición- protestar y marchar por las calles es un derecho ganado por los ciudadanos, necesario y parte la normalidad de ese país.
“Esa es una conquista del pueblo brasileño, para mí es un orgullo, principalmente por el hecho de que yo participé en la resistencia democrática. Yo sé lo que es la tortura, la prisión ilegal y sé lo que es el arbitrio, y sé perfectamente bien lo que quiere decir. Yo lo viví, no es que lo escuché…”, expresó.
Hoy, durante su participación en la Cumbre de las Américas, su postura no parece haber variado, pero de ahí a aceptar las sanciones luego de felicitar el proceso de paz en Colombia y la normalización de relaciones Cuba-Estados Unidos, Rousseff expuso:
“Rechazamos las sanciones sobre Venezuela”.
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