Lo que ha hecho el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, "es deconocer una investigación donde se acreditó que el destino no está comprobado", sostuvo el ex consejero del IFE.
Para explicar por qué dispersó recursos a través de tarjetas Monex, en la campaña presidencial de 2012, el PRI dijo que eran para pagar los servicios de sus funcionarios y representantes de casillas. Al investigar eso en el IFE, la mayoría de los entrevistados dijeron que no recibieron los monederos electrónicos; sin embargo, las tarjetas existieron, los recursos fueron depositados y el dinero retirado en efectivo con propósitos distintos a los que dijo el PRI, de acuerdo a la explicación que dio, esta mañana, el ex consejero del IFE, Alfredo Figueroa.
“El PRI nos dijo (al IFE): yo hice contratos con todas estas personas a las que les di tarjeta. Fuimos a investigarlas, fuimos a preguntarles, y nos dijeron que ‘no’, en unas proporciones importantísimas: por ejemplo, los representantes ante los consejos distritales del instituto, 92 por ciento nos dijeron que no la recibieron. Es decir, quienes se supone que habían recibido las tarjetas, y de los que nos presentan contratos, para comprobar el destino de esos recursos, nos dicen ‘yo no la recibí’. Es una investigación hecha por la autoridad electoral, que además votaron los mismos consejeros”, expuso Figueroa en entrevista para Noticias MVS primera emisión.
El ex consejero del IFE cuestionó la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de exonerar al PRI de la presunta compra de votos a través de esos plásticos.
Recordó que Monex fue un financiamiento paralelo del Partido Revolucionario Institucional, en la campaña presidencial de 2012, cuando Enrique Peña Nieto competía por la Presidencia de la República.
Aunque un principio el entonces coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto, el hoy secretario de Hacienda, Luis Videgaray, negó la utilización de esas tarjetas, después el partido tricolor, ante las evidencias obtenidas de la existencia de las tarjetas, finalmente, aceptó que si las usó.
Figueroa indicó que se pudo acreditar que el origen del dinero vino del PRI pero no quedó acreditado, en realidad, cuál era el destino de esos recursos.
En el caso de los representantes de casillas, precisó, 75 por ciento de los consultados dijeron que no recibieron las tarjetas Monex.
“Lo que ha hecho el tribunal (TEPJF) es deconocer una investigación donde se acreditó que el destino no está comprobado”, subrayó.
El TEPJF ”dio validez a contratos… (pese a que) involucrados dijeron que no participaron en el asunto”, agregó.
Además, los que dijeron que sí recibieron una tarjeta Monex, mencionaron que el monto no correspondía a lo que se señaló en los contratos que entregó el PRI.
La trama del fondeo “debió ser investigada en otros términos”, sostuvo Figueroa.
Es una “cosa extrañísima” que el PRI reciba de pronto créditos de empresas privadas y no de un banco, mencionó en referencia a la concentración de recursos. “Yo tengo un contrato, me están financiando”, fue la respuesta del PRI según Figueroa.
Al final, el universo que se logró identificar fue de más de 7 mil tarjetas entregadas en la campaña, precisó el ex consejero.
Encontramos la triangulación, un conjunto de empresas involucradas, personas físicas y morales para llegar a Monex, expuso.
“Es gravísimo que pasen 2 años y el Tribunal Electoral ofrezca una resolución con estas características”, dijo en referencia a la exoneración del partido.
Abundó que en todas las democracias del mundo hay actores que hacen trampa y fraude, el problema no es ese, sino que aquí existe impunidad.
“Cuando hay actos de esa naturaleza, lo que tú esperas, aunque tengas que esperar 2 años, es que no haya impunidad”, finalizó.
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