(31 de enero, 2015).- El procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, continúa confiando en sus declaraciones; ha defendido la investigación llevada a cabo en torno al caso Ayotzinapa, negó que las confesiones se hayan conseguido por la vía de la tortura, incluso cuando habrá una investigación por parte de la Organización de las Nacinones Unidas relacionada a ese rubro, y remató magistralmente diciendo que “los estudiantes no eran hermanitas de la caridad”.
En reunión con senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseguró que los involucrados en el caso no fueron torturados para rendir declaración “están señalando tortura y si lo van a señalar hay procedimientos que se tienen que aplicar para que eso se determine o no”, espetó.
Además aseguró que “por lo que a mí me toca que es la procuraduría, no sólo no hay tortura; tengo cámaras en todos los separos que hay en todo el país y están controladas desde el centro, para verificar que no se le tortura a nadie. En los casos de estas personas, se les interrogó en público, prácticamente”.
Señaló que solamente le han ganado a la PGR en comunicación, ya que su método no ha sido el más eficiente, sobre todo “internacionalmente”, y que ésto no le ha permitido esclarecer que no se trata de un crimen de Estado.
“El desconocimiento de nuestro federalismo y de las incongruencias de nuestro federalismo hace que en otros países, cuando se habla de un policía que secuestró a un estudiante y lo mató, se habla de un problema de Estado”.
Añadió que los estudiantes ya han sido cuestionados por su conducta. “Lo cierto, lo cierto y real, es que los muchachos fueron detenidos por instrucciones de la mafia, en la que está incluido el presidente municipal y su esposa, para evitar que sucediera lo que ya había sucedido”, hasta aquí hace pensar que en caso de que haya algún reclamo ciudadano lo normal sería pensar que la mafia debe detener a aquellos que reclaman, pero refrenda esto al decir: “Ya habían ido al municipio, tampoco son hermanas de la caridad”.
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