Dicen los supersticiosos que son malos los martes 13, que no hay que casarse, tampoco se debe viajar y mucho menos pedir o dar dinero prestado porque nunca vuelve. ¿Cuántos martes 13 hemos vivido los mexicanos en los últimos tiempos? ¿Cuántos van que nos ha ido literalmente de la patada? Y en esta situación están lo mismo los grandes que los pequeños, los ricos que los jodidos, no se han puesto límites y tampoco puede decirse que se han ido en blanco todos aquellos que conforman el círculo de los grandes elegidos para este sexenio, ya que su fama, la forma en la que la sociedad los percibe, aún entre los de su misma clase, es verdaderamente vergonzante.
Sin embargo la mentira y la estrategia mediática no se detienen. El titular del Ejecutivo federal no se cansa de señalar y hasta afirmar que los resultados de sus reformas deben sentirse en los bolsillos de las familias, lo que no dice es a partir de cuándo ya que primero dieron como plazo la aprobación, luego que faltaban los reglamentos y las leyes secundarias, luego la puesta en marcha, luego llegaron las explosiones sociales y ante la falta de empresas interesadas en invertir de manera inmediata, llegó la repartición de culpas, mismas que recayeron sobre el ya de por sí empobrecido pueblo que sigue esperando las bondades de un sexenio que ya se ve fallido.
Apenas inició la semana y Peña Nieto ya tenía un discurso festivo por la creación de 714 mil nuevos empleos. Nos preguntamos una y otra vez ¿Por qué si el hombre más poderoso de este país se suponía que también era el mejor informado esta siendo tantas y tan reiteradas ocasiones engañado? ¿Por qué permite que lo chantajeen? ¿Se siente tan impotente para seguir una línea, un proyecto, un camino que lo aleje de la ignominia en la que cayeron sus antecesores que aún a sabiendas de la realidad permite lo anterior?
Y un claro ejemplo del chantaje y de la falsedad lo encontramos en el Partido Verde. No contentos con formar parte de esa saturación que alcanzará los 7 millones de mensajes publicitarios que habremos de ver y escuchar los mexicanos durante los próximos meses, los hijos de los González se empeñan en hablar de la protección a los animales. Hicieron un gran escándalo con la eliminación de ejemplares de los circos, cuando no contaban con un plan integral que permita que todas esas especies tengan un lugar seguro, sano, limpio, en donde puedan vivir como creen los verdes que deben hacerlo. Pero toda esa preocupación no ha sido sino un gran engaño que salta a la vista cuando siguen las corridas de toros a la orden y se llevan a cabo espectáculos que gozan de la presencia de animales.
Los circos, el entretenimiento del jodido debe ser atacado, pero las Producciones Cavalia deben ser totalmente protegidas. Se trata de un espectáculo que se ha presentado en diversos países y que reúne en un escenario que se antoja en extremo pequeño, ya que ahí se presentan 64 caballos pura sangre, entrenados y no se duda en que también a escena se presenten los jinetes con todo y el fuete. Aseguran en una publicidad impresa a todo color y de gran lujo que cuenta hasta con cabinas de ducha para estos ejemplares de los cuales 20 son sementales y al resto los castraron. ¿Así o más falso para los verdes? Las aprobaciones para este espectáculo no tuvieron ninguna traba. Se las entregaron todas, sin que mediara ni un solo aullido de cualquiera de los animales que están dentro de ese partido y que clamaron en las curules un mejor trato para sus iguales.
Cuentan con un vestuario de 365 trajes diferentes, hay equilibristas, jinetes, malabaristas, cantantes y una orquesta. La carpa dicen que la lavan a mano y es gigantesca, se encuentra en el área de Santa Fe, una ciudad alterna al Distrito Federal que se construyó de la noche a la mañana con la presunción de que habitan los más altos capitales del narco y de quienes han hecho uso y abuso de la corrupción dentro de los cargos públicos. Nada tienen que ver con los circos que deambulan por las Entidades, en los pueblos, en donde su llegada marca la alegría de cientos de infantes que centran su atención en la aparición de los animales que, se sabe, están mejor cuidados que sus dueños porque, curiosamente, de ellos viven.
Los verdes no han hablado ni por asomo de lo que sucede en los zoológicos, tampoco tienen un reporte de cuantos han logrado reproducirse en estos lugares y menos aún los conocen a profundidad. En nuestro país el circo más conocido y el de tradición era el Atayde, le siguieron otros dos que también han logrado hacer nombre. Todo ellos aseguran que sus animales están bien cuidados, hablan de lanecesidad de que se establezca un reglamento de protección que incluya a los que tienen mascota y que castigue a los que patean a perros y gatos en las aceras, en las banquetas, en las calles, o los que abandonan a los críos de sus animales consentidos. Ni que decir de las jaulas y los pájaros y los pericos y las guacamayas. En fin, pura farsa la de estos sujetos que se ve claramente cuando se sabe que en el escenario depositan arena y agua y en cada presentación los caballos arrojan heces que se embarran en los cuerpos de los acrobatas con todo el daño que esto implica.
Claro que todo ello no les ha impedido hablar de la entrega de medicamentos a sabiendas de que los primeros beneficiados son los miembros del clan que se adueñó, porque ellos lo fundaron, del Partido Verde. Sus farmacias en cadena que incluyen las similares, les han resultado el gran negocio que exportaron a centro y Sudamérica. Pero tal vez el que más ha rendido es el de la política. Han establecido relaciones que les permiten obtener toda clase de licencias y hacerse de curules. Hoy estos espacios, con la posibilidad de que se multipliquen, les sirven para chantajear al PRI que estará necesitado y mucho de obtener escaños para proteger a Enrique Peña Nieto de un futuro que no se ve halagador.
Tal vez dentro de la militancia de ese partido existan algunos mexicanos que no encajen con el común denominador de aquellos a quienes están lanzando en busca de curules. La farsa comienza cuando hay que tener cara de joven aunque ya no lo seas tanto; ser manipulable, medio bruto, ignorante, si tienen barros y espinillas aún fuera de tiempo, mejor. Lo que tal vez más importa es tener buenas relaciones con el mandato en turno, trátese del PRI o del PAN, porque finalmente ya se aliaron a ambos. Finalmente las curules ganadas se pondrán a disposición de los tricolores y con ello la factura podrá ser extendida con las cifras y las condiciones que mejor les acomoden. Si en vivo son malos, al desnudo…resultan peores.
NO ES PARA MENOS
Es mucho lo que se juega el poder en turno en las próximas elecciones y, de entre ello destaca la gobernabilidad, no solo dentro del Congreso, sino en 9 Entidades en las cuales habrá cambio en el máximo poder local. El PRI intenta por todos los medios recuperar la credibilidad y la aceptación con la que contaba el Ejecutivo Federal al inicio de su mandato, sin embargo esto se ve muy cuesta arriba dado que no se han solucionado ninguno de los graves problemas que desde el primero de diciembre del 2012 se tenían en la agenda y por el contrario se han agravado con la existencia de otros que, sin resolverse, son del conocimiento mundial como son Tlatlaya y Ayotzinapa. Ni que decir del cúmulo de promesas que se hicieron en discursos y que no han aterrizado en realidades como son los costos de la energía eléctrica y el precio de las gasolinas.
A lo anterior habrá que agregar que entre más casos de corrupción se van descubriendo, más amplio parece el margen de protección y se nota muy claramente que a los protegidos del mandato en turno, como ha sucedido desde tiempo inmemorial, les asisten todos los favores que tienen como vértice la no aplicación de las leyes. Así es como se han protegido a quienes defraudaron a Mexicana de Aviación, a los que saquearon Pemex, a aquellos que compraron barcos y se hicieron de propiedades costosísimas robando en la CFE, o extrayendo recursos de los fondos públicos como es el caso de Andrés Granier, o tomando recursos que se obtuvieron mediante préstamos según se ha revelado en Coahuila con los Moreira al mando.
En esta muy larga lista aparecen los conflictos de intereses generados desde los secretarios de Estado como es el caso del de Energía y hasta del titular de Hacienda, Pedro Joaquín Coldwell y Luis Videgaray, respectivamente, a quienes el mandato presidencial los ha hecho carecer de imputabilidad, hasta los derivados de las adquisiciones familiares y de los cuates más cercanos al máximo poder, como son los empresarios de la construcción amafiados con los Hinojosa. Aún y cuando se enfrentan muchos riesgos que los tricolores esperan superar con su siempre aceitada estructura y las alianzas con los verdes, no se visualiza que don Enrique tenga en mente cambiar a algunos elementos de su gabinete ante la nula presentación de resultados que ayuden a su gobierno. Aunque visto de cerca y si esa fuera la intención, es decir, si tuvieran el objetivo de pasar a la historia de los buenos gobernantes mexicanos, tendría que despedirlos a todos y tal vez hasta divorciarse.
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