Pepe Aguilar/ @elesepe1
(14 de agosto del 2014).- A dos años de haber abandonado la presidencia de la república y de vuelta a la vida en México, Felipe Calderón Hinojosa, en entrevista con Joaquín López Dóriga, señaló que si él no pudo construir las reformas estructurales que sí logró promover su sucesor, fue porque careció de una “oposición constructiva” y culpó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) de bloquearle todas sus iniciativas y al Revolucionario Institucional (PRI) de no apoyarlo.
“Me hubiera gustado hacer una parte de las reformas. Hicimos algunas, como la reforma económica, en materia de pensiones, la más importante en dos décadas y permitió que le ahorráramos a las finanzas públicas como 30 por ciento del PIB. Otras quedaron a medias, como la energética. Se ha hecho bien que esas reformas se lograron completar y concluir. Afortunadamente las reformas pendientes que dejé ya se completaron”, añadió.
Calderón atribuyó, en gran parte, su baja capacidad de negociación con actores disidentes a su política de gobierno, a la muerte de su Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, muerto en un accidente aéreo, supuestamente provocado por fallas técnicas.
En tanto, también reconoció que durante su periodo al frente del gobierno federal –al que calificó de “destructivo y violento, en algunos momentos irracional”-, sí le quedaron algunos rencores por las muchas cosas que hacer, pendientes que se “irán resolviendo”. De mientras, se prepara para nuevos proyectos, como la promoción de su libro Los retos que enfrentamos. Los problemas de México y las políticas públicas para resolverlos (2006-2012).
La declaración surgió simultáneamente a la presentación de la llamada “Ronda 0” mediante la cual, Enrique Peña Nieto dividió las áreas de explotación energéticas, que podrá tener Petróleos Mexicanos (Pemex) y las que podrá solicitar intervenir la iniciativa privada. Esta acción fue contemplada en la llamada “Ley Secundaria” en materia energética, cuya aprobación data apenas de la semana pasada.
Por otra parte, recordando las deudas que dejó en materia de seguridad, una vez más se deslindó de los poco más de 70 mil muertos que dejó su administración, producto de la que llamó en un principio, la “guerra contra el narcotráfico” y después cambio, eufemísticamente, a “lucha” contra la delincuencia organizada y la atribuyó a una “violencia criminal y homicida” y no a ejecuciones propiamente del Estado.
“Hubo una expansión del crimen organizado a partir del narcomenudeo, la nueva estrategia de mercado de los grupos que implicó su expansión territorial, misma que exacerbó la confrontación violenta. Afortunadamente esta espiral de violencia empezó a bajar en 2011 y creo que sigue bajando. Como no ha terminado cuando dejé la presidencia y que tampoco empezó cuando inicié”, se exculpó.
Durante poco más de un año y medio, Calderón visitó la Universidad de Harvard y vivió itinerantemente en diversos lugares del país y del mundo. Sin embargo, refiriéndose a la vida “después de la presidencia de la república”, dijo sentirse vital y listo para enfrentar nuevos proyectos, como su asignación a la Comisión Global de Economía y Clima y que va a lanzar su reporte ante Naciones Unidas el mes que entra.
Por último, criticó los recientes escándalos en los que se ha visto involucrado el partido donde ha militado gran parte de su vida. En especial, el escándalo que involucró a diputados panistas, bailando con damas de compañía en una lujosa casa de Puerto Vallarta: “Quisiera hablar largo y tendido del PAN (…), ahora sólo puedo decir que siento tristeza y pena, (parece que) es un proceso de degradación y descomposición moral, de corrupción que no sé qué límite pueda tener”.
Cabe recordar que a él se le atribuye, pese a su larga militancia en el PAN, la fundación del Partido Humanista, uno de los nuevos institutos políticos que junto el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y Encuentro Social (PES), disputarán escaños para la próxima legislatura de la Cámara de Diputados en las elecciones del 2015.
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