Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Trabajadoras en activo y jubiladas del Hospital General de México (HGM) que llevan más de dos meses en plantón afuera de la Secretaría de Salud (Ss), en demanda del reconocimiento de sus derechos laborales, acusaron que enfrentan hostigamiento y que ninguna autoridad las ha atendido.
En la explanada de la Ss en esta capital, un grupo de jubiladas del Hospital General de México colocaron tres casas de campaña, una carpa y al menos 15 metros de un tendedero del que cuelgan pañales y toallas sanitarias que representan –según explicaron– “la suciedad y corrupción” de las autoridades y líderes sindicales por una supuesta venta de plazas.
Además en el tendedero que acordona toda la entrada de la dependencia colocaron cartulinas con sus demandas y consignas.
María de los Ángeles Cruz Guzmán, enfermera jubilada que trabajó por 35 años en el área de neurología del Hospital General, dijo a Cimacnoticias que no se irán hasta ser atendidas.
A decir de Ángeles y otras cuatro compañeras entrevistadas, Gerardo García, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS), y directivos del nosocomio no les aseguran condiciones dignas y seguras de trabajo, venden plazas laborales y les impiden ascensos.
Además, Mercedes Juan, titular de la Ss, ha ignorado en todo este tiempo las demandas de 300 inconformes –200 mujeres– que se desempeñan en áreas de intendencia y administrativas, o como enfermeras, médicas o especialistas, precisó Cruz Guzmán.
Lo que demandan, acotó, es la reducción de la sobrecarga laboral, aumento salarial, permitir los ascensos y que se capacite a las y los trabajadores.
HOSPITAL EN EL OLVIDO
Hace siete años, el HGM cumplió un siglo de existencia. Sus servicios –que son de bajo costo– se extienden a 32 especialidades, entre las que figuran oncología, ginecología y obstetricia.
En promedio, al año atiende a 800 mil personas con un ritmo de crecimiento anual de 8.5 por ciento, según el discurso oficial con el que sus directivos celebraron su centenario en 2007.
En contraste, a decir de trabajadoras del nosocomio, actualmente existe un déficit de casi mil enfermeras y el número de plazas que se abre cada año es menor a 30.
De acuerdo con un estudio realizado al hospital, el grueso de su población trabajadora se concentra en administrativos, seguidos de enfermeras y hasta al final están médicos y especialistas.
Seis meses antes de que el plantón estallara el pasado 16 de junio, un grupo de 10 trabajadoras, trabajadores y jubiladas que integran la sección 14 del SNTSS –correspondiente al HGM– empezaron a reunirse afuera del nosocomio para compartir algunos reclamos y buscar soluciones.
Y es que desde hace años la falta de personal, las jornadas excesivas, la ausencia de materiales y otros derechos laborales eran el tema central de las y los trabajadores en los pasillos y el comedor de la institución médica.
Era común escuchar que durante una jornada de trabajo las y los médicos llegaban a atender a 18 pacientes de gravedad, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más de dos, dijo Ángeles Cruz.
También era tema recurrente que las únicas personas que ingresaban a las plazas que de manera muy esporádica se abrían eran familiares, amigos y conocidos del secretario general del sindicato y los empleados más allegados a éste.
Por esto y tras el hartazgo por la falta de condiciones dignas de trabajo, las mujeres y sus compañeros de trabajo decidieron organizarse. El clamor del disgusto pasó de un movimiento que inició con 10 personas y llegó a 300, de las cuales más del 70 por ciento son mujeres.
Las trabajadoras y las jubiladas demandan al HGM, el sindicato y la Ss que el personal que se supere profesionalmente pueda acceder a plazas más calificadas, y que las trabajadoras que están por jubilarse puedan heredar sus plazas a sus hijas e hijos.
Esto porque, según comentó Ángeles, conocen historias de algunas compañeras que iniciaron como intendentes y decidieron terminar una licenciatura –apoyadas por el mismo nosocomio–, que estuviera relacionada con las ciencias de la salud, por ejemplo enfermería.
No obstante, una vez que lo consiguieron el hospital no les permitió mejorar su ingreso ni ocupar una plaza más calificada.
Así, debido a la falta de personal, las trabajadoras terminan realizando actividades vinculadas a sus profesiones, pero no reciben ningún reconocimiento económico por parte del hospital.
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