(3 de junio, 2014).- La mina Cuauhtémoc, la cual es despojada a los comuneros por la empresaria Hermila Márquez y la empresa minera de origen chino, Paradoux Global Resources, perdió a uno de sus grandes defensores. Ramón Corrales Vega, ex comisariado ejidal del municipio de Choix en Sinaloa, quien a pesar de advertir a las autoridades sobre el peligro que corría, fue asesinado el pasado 22 de mayo.
20 días antes de su muerte, se escondió de la Policía Ministerial en su rancho, pues tenía pendiente una orden de arresto por el mismo delito que sus 17 compañeros presos injustificadamente por supuesto despojo en agravio de la minera, aunque a él el delito se lo inventó el entonces director de averiguaciones previas, Arturo Arellano y en la comunidad era conocida la consigna estatal de callarlo
Fue asesinado con un disparo por la espalda que le entró en la nuca, ejecutado por un desconocido que estaba en el monte y que sus familiares no pudieron ver. Sin embargo, sí señalaron a las personas que podrían haber ordenado su muerte por los problemas que sostenían con él.
María Hermila Márquez, quien se apropió de la mina; los inversionistas chinos de la minera; Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa y defensor de los empresarios; el ex gobernador Juan Sigfrido Millán; Gerardo Vargas Landeros, secretario de Gobierno; Marco Antonio Higuera Gómez, procurador de Justicia; Raúl Pérez Miranda, director de Gobierno estatal; y Juan Ignacio Bastidas Lomelí, juez penal del municipio de Choix, fueron los nombres que la familia mencionó, todos relacionados con el despojo de la mina y el caso omiso a la denuncia social.
La Familia de Ramón, a pesar de temer por su vida, no tiene empacho en señalar como responsable al gobernador Mario López Valdez pues en medio de las negociaciones su gente lo amenazó con “levantarlo”, y porque arguyen que siempre los engañó. El mismo Ramón lo responsabilizó en vida de lo que pudiera pasarle.
Incluso en su domicilio aparecieron mensajes con amenazas que no supieron interpretar “¿Saben por qué murió Porfirio Díaz?” fue uno de ellos.
Luego de su muerte, los ejidatarios libres establecieron no renunciar a la lucha y mantener vivo el espíritu de Ramón con la misma, ya que para ellos el gobierno se equivocó en la estrategia pues en lugar de apagar la lucha son su muerte, lo volvieron un mártir para la causa.
Por otra parte, quien teme ser el segundo en la lista, es Manuel Humberto Chan debido a la presencia de policías ministeriales en su casa, pues lo acusan de ser narcomenudista, aunque la verdadera razón es intimidarlo por sus declaraciones contra las instituciones del estado.
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