martes, 1 de abril de 2014

Paz respaldó las reformas de Salinas, pero no se entregó al poder: Krauze en CNN


El historiador Enrique Krauze, afirma que el poeta y ensayista "nunca estuvo al servicio de poder". Afirma que, al denostarlo, la izquierda de México y de Latinoamérica perdieron la oportunidad de debatir con un hombre de izquierda sobre el socialismo y sobre la libertad y la democracia.
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El historiador Enrique Krauze sostiene que Octavio Paz fue un hijo de la Revolución, que durante la mitad de su vida tuvo un pensamiento de izquierda, que jamás se entregó al poder, y que no aceptó nada del presidente Carlos Salinas de Gortari, aunque sí estuvo de acuerdo con sus reformas económicas. En 1994 manifestó su desilusión sobre ese gobierno, dice.
“(Carlos Salinas) le ofreció la embajada de México en Francia. Pero nunca hubo ningún trato, ninguna embajada, ningún puesto, ningún dinero, ninguna prebenda, absolutamente nada, salvo el hecho de que Octavio Paz estaba de acuerdo con las reformas económicas de Salinas y le parecía que las reformas políticas podían llegar de manera paulatina. A mí eso no me lo parecía”, dijo Krauze el lunes en entrevista con Aristegui CNN, al cumplirse 100 años del nacimiento del poeta y ensayista mexicano.
“Desde mis artículos en La Jornada y en Proceso yo tenía una divergencia con Octavio, una amable divergencia. En 1994 él cayó en cuenta de que la reforma política  era tan importante como la reforma económica, y escribió textos muy claros de decepción sobre eso que fue simplemente una opinión. Así que quienes dicen que Octavio Paz estuvo con el poder, están diciendo una gigantesca mentira, él tenía derecho a tener sus opiniones, tenía derecho a equivocarse. Se equivocó muy poco”, afirmó.
Krauze, ex colaborador de Paz en las revistas Plural y Vuelta, describió al poeta como ”un hijo de la Revolución Mexicana, como (Jesús) Reyes Heroles, como (Daniel) Cosío Villegas. Estos tres intelectuales no eran particularmente demócratas; demócrata quiere decir respaldar lo que digan los votos, y si el que gana no nos gusta, esperemos seis años a cambiarlo”, contó Krauze.
El historiador aclaró también que Paz era muy crítico con los partidos de derecha y de izquierda en México. “En sus ensayos, Octavio mostró una antipatía por el PAN notable, que la historia justificaría. También tenía un agravio con la izquierda: él fue un hombre de izquierda, rechazado y deturpado por la izquierda. Además, un hombre de la Revolución que tenía una idea exaltada de la Revolución Mexicana, igual que Cosío Villegas, igual que Reyes Heroles pensaba que la reforma política tenía que venir desde dentro, yo creo que la reforma política la única forma es desde fuera, y vino desde fuera y se llamó movimiento zapatista (EZLN), se llamó asesinato de (Luis Donaldo) Colosio, y se llamó Ernesto Zedillo diciendo ‘esto ya tiene que abrirse’“.
Sus controversias políticas
“Octavio Paz renuncia en 1968 a la embajada (de México)  en la India por la matanza del 2 de octubre, en Tlatelolco. En ese momento cumbre de Octavio y de la libertad en México, él era nuestro héroe. En ese momento escribe Posdata y realiza una critica severísima del PRI y del partido de Estado y de la concentración de poder.
“Antes de eso, Paz descubre la verdad completa de la Unión Soviética. Paz vivió la revelación del horror soviético con un enorme sentimiento de culpa y dedicó sus últimos 23 años a tratar de revelar a la izquierda mexicana y latinoamericana qué había sido esto. Pero Paz nunca fue pro imperialista ni siquiera fue un liberal o neoliberal económico, detestaba la libertad de mercado, escribió textos deslumbrantes en contra de la libertad de mercado, no porque pensara que la economía debía ser controlada, pero era un hombre de economía mixta”, indicó.
“Su posición frente al poder ideológico dominante del sueño revolucionario de laUnión Soviética, de Cuba y aún de las guerrillas sandinista y salvadoreña lo llevó a confrontarse directamente con la izquierda latinoamericana y mexicana. Allí la izquierda mexicana y latinoamericana perdieron a un gran interlocutor y la oportunidad de debatir con un hombre de izquierda sobre el socialismo y sobre la libertad y la democracia, explicó el historiador.
Al hablar sobre la relación de Paz con el poder en México en sus últimos años, Krauze aclara: ”Paz nunca, desde el 68, fue en absoluto un hombre que pusiera sus ideas, sus convicciones, sus escritos al servicio de poder. No estuvo con (Luis) Echeverría, no estuvo con (José) López Portillo, no estuvo con (Miguel) de la Madrid, ¿qué quiere decir estar?, no estuvo de acuerdo con el populismo echeverrista, no estuvo de acuerdo con López Portillo y en tiempos de De la Madrid, la revista Vuelta fue el bastión, esa es la verdad, de la propuesta democrática para México que empezó a gestarse. Octavio Paz escribió entonces su artículo ‘PRI hora cumplida’, en 1985″, enfatizó.
Sobre la relación personal e intelectual de Paz-Krauze, el autor de La presidencia imperialseñala: “Discutíamos la revistacada uno de los temas, era una conversación culta, a veces severo, nunca hubo una discusión con una palabra fuera de lugar. Tenía manías muy curiosas, como dar sus argumentos y arrojarlos como monedas, de tres en tres.  A propósito de cualquier tema, te decía ‘en esto hay tres cosas’ y siempre tenías que esperarte a que te dijera esas tres cosas. Para todo, exponía su pensamiento como pirámide: tesis, antítesis y síntesis”, recordó Krauze.
Finalmente, Krauze subrayó que en Octavio Paz “nunca dejó de estar ahí el marxista”y en la parte final de sus vida “me preguntó en 1997, ¿usted qué cree que va a pasar?, bueno pasó el cambio democrático pero también la terrible violencia que hemos vivido en México, la zozobra de Paz estaba justificada”, finalizó.

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