Simpatizantes de AMLO continúan cerco al Senado. Foto: Octavio Gómez |
MÉXICO, D.F. (apro).- Martí Batres desmintió que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) haya sido incapaz de movilizar a la ciudadanía para frenar la aprobación de la reforma energética, como era la intención de su líder Andrés Manuel López Obrador.
En rueda de prensa, el dirigente de la agrupación señaló que él observó que miles de ciudadanos participaron en el repudio a la iniciativa privatizadora del sector energético tanto en los cercos en el Senado y Cámara de Diputados como en acciones de resistencia civil pacífica, así como en los cinco mítines anteriores al aval de la reforma convocados por Morena y encabezados por Andrés Manuel López Obrador.
Proceso publicó, en su edición 1937 que circula esta semana, que “aunque Batres Guadarrama calificó como ‘un éxito’ el cerco ciudadano instalado en las inmediaciones del Senado y de la Cámara de Diputados, la realidad es que esta asociación civil no ejerció la presión necesaria para impedir la aprobación de la reforma energética”.
Batres aclaró que lo que él no vio “fue notas en los medios de comunicación” sobre la fuerza del cerco ciudadano y, por el contrario, señaló que quienes se deben autocriticar son los legisladores y los gobernantes que avalaron la privatización del petróleo.
Es más, aseguró que Morena seguirá dando la lucha por revertir esas reformas estructurales, desde la laboral hasta la energética.
Al ser cuestionado sobre la presencia de más simpatizantes de Morena en 2008, cuando Claudia Sheinbaum organizó a las llamadas “adelitas” contra una reforma energética menos agresiva, Batres aclaró que en esta ocasión “hubo más perversidad que en 2008. La responsabilidad de la privatización del petróleo es de quienes la aprobaron”, justificó.
Después de asegurar que son los principales opositores a esa reforma, reflejado en un movimiento que agrupa a medio millón de personas, destacó que la estrategia en curso es desconocer la validez de la energética.
“La organización continúa en pie de lucha e impulsará la resistencia civil pacífica”. Advirtió.
Batres también anunció que un grupo de abogados encabezados por Bernardo Bátiz y en el que además participarán Jaime Cárdenas y Jesús González Schmal, entre otros, analizarán los recursos legales para evitar que se concrete el “mayor atraco a la nación”.
También consideró que el activismo de la organización y sus militantes contra la privatización del petróleo se dio con “mucho tiempo de antelación” y que desde un inicio se denunció que el objetivo principal de Peña Nieto era privatizar el petróleo y que su gobierno “estaba prácticamente constituido para eso”.
Enseguida señaló que para Morena el 2013 “fue de movilizaciones contra la reforma energética: primero las asambleas municipales, el 10 de febrero; luego las jornadas contra el aumento de impuestos, el 8 de marzo; después las asambleas estatales, el 18 de ese mes, y más tarde las jornadas contra los gasolinazos”.
Tiempo después, acotó, “se vivieron las cinco grandes movilizaciones nacionales: el 8 de septiembre, 22 del mismo mes, 6 de octubre, 27 de ese mes y 1 de diciembre y, finalmente, los cercos ciudadanos al Senado, Cámara de Diputados y Congresos locales”.
Y pese a que no se pudo revertir la reforma energética, “Morena está en pie de lucha. La lucha sigue. La batalla continúa día a día en lo inmediato”.
Batres anunció la realización en días próximos de una reunión con presidentes estatales de Morena, con el objetivo de determinar nuevas acciones sin menoscabo de las planteadas en el Plan de Acción.
Y recordó que la denuncia “por traición a la patria” contra el presidente Enrique Peña Nieto sigue en pie, por lo que en próximos días se dará forma al “muro de la ignominia” que se instalará en mercados y plazas públicas, con la foto y nombre de los legisladores que aprobaron el dictamen privatizador del sector energético.
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