“Es
pobre el que quiere”
Por: Hilda García - octubre 8 de
2013
De acuerdo con una encuesta
levantada por la empresa Parametría, el 31% de los mexicanos considera que los
pobres siguen en situación de pobreza porque no se han esforzado lo suficiente
para salir de ella. Así, sin más. Pareciera que prácticamente la tercera parte
de los mexicanos piensa que la pobreza se podría resolver con unas palmaditas
en la espalda y que es responsabilidad de los mismos pobres, estar en esa
situación. Bajo este concepto, por demás discriminatorio, no hay argumentos
económicos, estructurales, ni de lucha de clases. Empresarios, industriales y
gobiernos, quedan exentos de toda responsabilidad y bajo ese precepto es que se
toman las decisiones sobre el problema de la pobreza que en México tiene ya una
población de unos 53.3 millones de pobres. Esto es prácticamente la mitad del
país. Si por un lado los políticos piensan así y los gobernados lo creen, las
decisiones que se toman para pretender la disminución de los índices de pobreza
del país están completamente erradas y nos llevan a un callejón sin salida. Que
una parte de los mexicanos piense de esta manera dificulta la solución misma
del problema. Es decir, no habrá planes sexenales, iniciativas locales,
comunitarias que funcionen si la percepción de los mexicanos para abatir la
pobreza es un problema de falta de esfuerzo. Y esto aplica tanto a los
gobernantes, como a los gobernados. Así que cuando escuchamos a la Diputada
priista Adda Luz Ferrer decir que en Campeche “es pobre el que quiere”, además
de enojarnos a tal grado que la bauticemos como #LadyPRI nos debe preocupar su
manera de pensar, pues de acuerdo con ese criterio es bajo el cual toma sus
decisiones y percibe su realidad. Realidad que poco o nada tiene que ver con
las posibles causas y soluciones a los problemas de su comunidad. En su
momento, la frase de la legisladora de Campeche fue lapidaria. “Hay gente que
tiene la oportunidad de tener un trabajo digno, pero sigue permitiéndose todo
lo que pueda hacerle aniquilar a su persona. Es lamentable. Sin embargo, en
Campeche es pobre el que quiere, porque somos muy ricos, en Campeche hay un
dicho que dice: Si quieres comer, o sea, tira tu anzuelo y del mar saldrán
peces”, afirmó a principios de agosto la legisladora. De acuerdo con una nota
publicada por Animal Político, los resultados obtenidos por Parametría en el
estudio sobre la discriminación en México, las creencias de que los pobres son
pobres porque no se esfuerzan por cambiar su condición se incrementa entre las
personas con mayores ingresos: la mitad de las personas con ingresos que van de
entre 4,552 a 7,585 pesos y de 15,171 a 20,000 pesos coinciden con la idea de
que la pobreza se puede superar simplemente con el esfuerzo. Pero estas
actitudes discriminatorias en la sociedad apuntan en y desde todas las
direcciones posibles. Ella no es la única, pero es una pequeña muestra de cómo
el problema de discriminación hacia el pobre va más allá de un porcentaje en la
percepción, pues se manifiesta ese pensamiento en la vida cotidiana y en la
toma de decisiones. Queda claro que para superar en forma definitiva la pobreza
se tiene que hacer crecer la economía, crear empleos bien remunerados, impulsar
una política social que garantice una buena educación, salud y vivienda. Pero
si estas medidas al pasar por la sociedad mexicana y los distintos niveles del
gobierno la percepción es de que los “pobres son pobres porque quieren” el
problema se mantiene y peor aún, se agranda. El clasismo y la discriminación
prevalecen en una buena proporción entre la gente de más recursos y en
políticos como #LadyPRI. Sin embargo, un punto del estudio que es aún más
impresionante es que el 36 % de las personas que perciben un ingreso igual o
menor a 785 pesos y que se consideran de clase baja, y que podrían ser
considerados como “pobres”, también creen que con esfuerzo la pobreza puede
superarse. Esto es aún más alarmante porque entonces si los pobres piensan que
ese estado lo tienen por no superarse, porque en realidad no estará nunca clara
la razón de su situación ni apuntarán hacia los responsables, cuestión que
también le acomoda muy bien a los políticos municipales, locales y nacionales
pues las exigencias y responsabilidades se limitan en atender necesidades
temporales y no de condiciones estructurales. Esto significa que políticos y
gobernados hacen un círculo vicioso en el cual no ven el problema y por lo
tanto no se atiende. O no se atiende de la manera correcta porque está velada
por la percepción de una falta de esfuerzo. No pretendo con esto justificar la
inacción de políticos contra la pobreza. Queda claro que hay corrupción,
ignorancia, falta de recursos, de capacidades para resolver, pero preocupa de
igual manera como se perciben las realidades de la gente con poder o capacidad
de hacer ajustes para resolver el tema de la pobreza y, por supuesto, alarma
aún más que los pobres “se la crean”. En este mismo estudio Parametría añade a
la discriminación y al clasismo el tema racial. Un 38 % de los entrevistados
considera que los indígenas, por sus características raciales tendrán siempre
una limitación social. Esta opinión aumenta entre los encuestados que tienen un
grado de escolaridad mayor al nivel medio superior. Así que la población de
mejor nivel educativo carga con ese prejuicio al que se le añade un 24% de los
entrevistados que piensan que México es un país menos desarrollado que otros
países vecinos, pues aún hay indígenas. Ese pasado (y muy presente) indígena
del que nos decimos estar orgullosos lo hemos visto desde el siglo XIX como un
elemento que retrasa la modernidad y el progreso. Y a más de 100 años
mantenemos esa percepción que no nos ha permitido tomar tampoco decisiones
correctas que ayuden a abatir la pobreza en todas sus manifestaciones. Duele
mucho que los pobres piensen que tengan que esforzarse más porque no conocen
otra realidad y no han podido participar de una educación que les permita
visualizar el problema y exigir sus condiciones mínimas a sus respectivos
gobernantes, pero es mayor el enojo que entre la población supuestamente más y
mejor educada prevalezcan esas actitudes clasistas y simplonas de nuestra
realidad pues la capacidad de decidir y hacer planes para resolver los grandes
temas nacionales están en sus manos y su visión poco o nada tienen que ver con
la realidad cotidiana de los pobres.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/08-10-2013/18072. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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