domingo, 6 de octubre de 2013

De qué sirven las marchas. José Agustín Ortiz Pinchetti

A
MLO ha demostrado capacidad para defenderse de los ataques de tres presidentes de la República y sus aliados. En los nueve años recientes ha promovido 35 concentraciones con Zócalo lleno. En sus giras y mítines ha sido visto directamente por millones. Ha celebrado 300 mítines en el país, y esta semana 40 en la capital y el estado de México. Este esfuerzo, único en la historia política, no ha logrado impedir la imposición de fraudes electorales que le han arrebatado dos veces la presidencia. Pero ha despertado la conciencia de una franja enorme de la población. Hoy Morena emerge, para muchos, como la única oposición de centro izquierda patriótica con alternativa clara y raigambre histórica. Los casi 17 millones de votos de 2012 lo prueban. Hoy Morena tiene dos retos: organizar la resistencia contra la privatización de la industria petrolera y lograr el reconocimiento formal como partido que competirá desde 2015.
Algunos especialistas señalan que no hay un estudio serio de este fenómeno. Hay muchos trabajos, pero la cosa es demasiado compleja y difícil de entender, y serán los historiadores y no los politólogos quienes se encarguen de esclarecer las cosas.
Quienes hemos observado en vivo al Movimiento destacamos características interesantes: entre otras la originalidad. No tiene apoyos en el poder constituido ni en los grupos de interés. Es espontáneo, libre y alegre y esto le da gran creatividad. Se manifiesta en un intenso folclor democrático que abarca música, poemas, imágenes, chistes, dramatizaciones, extensa retórica, formas de divulgación y propaganda. Es la politización del ingenio del pueblo de México.
Llama la atención la organización progresiva. Cómo se implanta la disciplina que genera mística. La autogestión obligada por la escasez de recursos. Y sobre todo la autocontención, el carácter pacífico. Esto es notable en un país donde la violencia se va extendiendo implacable. Morena no ha provocado daños materiales ni lesionado a nadie.
Un amigo elogiaba a AMLO y su movimiento diciendo que reúne los tres centros de decisión que caracterizan a los movimientos: cabeza, corazón y agallas. Mi amigo comenta que muchos critican a los morenos por falta de machete, es decir, fuerza para imponerse. Es una fortuna que hayan renunciado a la violencia. Quizás esto es desagradable para los radicales, pero a la corta y a la larga será respetable y admirable para el pueblo. Sabemos: los estallidos sociales cobran los mayores daños entre los más pobres e indefensos. Morena es cauce de la inconformidad, para eso sirven las manifestaciones, pero la organiza hacia el poder y no a la ruptura y a la destrucción.

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