La noche del 10 de octubre de 2000, el conductor Joaquín López Dóriga divulgó en su noticiero de Televisa la grabación de una plática telefónica entre Raúl Salinas de Gortari y su hermana Adriana. En ella, el hermano mayor del expresidente amenazaba con difundir toda la verdad sobre los recursos depositados por él en bancos extranjeros.
Reproducimos las partes sustanciales de esa conversación:
Raúl (R). Bueno…
Adriana (A). Raúl (…) Hola, ¿cómo estás? ¿Viste la entrevista?
R. Sí, sí la vi.
A. A ver, cuéntame; estamos aquí un grupo de gente; a ver, cuéntanos.
(…)
R. Es decir, así fue el error de diciembre… había tanto, etcétera, creo que empezar a decir que no hay nada personal, eso así la gente ya no se lo cree.
A. Ajá.
R. Porque finalmente lo que la gente quiere ver es lo personal. A final de cuentas, por mucho que le expliques tú a la gente de quién fue el responsable del error de diciembre, no le devuelve ni su carrito, ni su casa, ni su trabajo. Sin embargo, me parece que habría, que es necesario contrarrestar todas las mentiras que se han dicho. Me parece muy importante que se diga ya que este gobierno fabricó una historia y una serie de historias…
A. Ajá.
R. Que son su responsabilidad. Me parece muy importante que el PRI tenga en algún momento que enfrentar cuentas de qué hizo cada presidente a favor o en contra de la plataforma del PRI, de los proyectos del PRI y del PRI como partido. Esto a mí me parece muy bien. Eh… en cuanto a mí, a mí no me gustó nada, porque no me ayuda en nada en mi defensa; al contrario, me la dificulta, me la tropieza. Yo tengo… pues un par de años haciendo un gran esfuerzo –o sea, el año pasado y este año–, e insistiendo en que los fondos son lícitos. Y con las manifestaciones que hizo Carlos, pues reprobó moralmente esta posición.
A. Ajá.
R. Y entonces me deja en una posición muy adversa, porque él dice: Raúl debe estar en la cárcel porque hasta a mí me traicionó… que es lo que la gente recibe. Y bueno, entonces me hace muy difícil mi defensa. Es decir, a mi juicio dio pasos en contra de mi defensa que no eran necesarios. Y pudo haber dicho perfectamente: “Hay un proceso que… al concluir su proceso, se sabrá. Yo entiendo que… (inaudible), pero lo que más importa es que no son parte de mi gobierno”… Que era lo que yo había establecido…
A. Eso sí lo dijo, ¿eh?
R. Sí, de pasadita. Pero la actitud esa de que a mí me lastimó, y eso, en primer lugar, nadie se lo cree. Pero el segundo, lo que está diciendo es: moralmente Raúl está reprobado, y si Raúl está reprobado es porque los fondos en la práctica son ilícitos. Y eso me da en la torre a mi defensa.
A. Estoy tomando nota.
R. ¿Mande?
A. Estoy tomando nota.
R. Eso me lastima mucho en mi defensa, porque una reprobación moral es lo que más daño me hace. He venido trabajando con mucho esfuerzo para demostrar que los fondos son lícitos, que no cometí delitos, y si me reprueba moralmente, pues me causa un daño. Creo que además es muy torpe de su parte decir que me exige una aclaración precisa, y la voy a dar, Adriana; le voy a tomar la palabra nada más; ya tomé la decisión de cuándo. No va a ser ni ahorita ni mañana, pero le voy a tomar la palabra, y lo voy a aclarar todo, todo.
A. Ah…
R. Todo voy a aclarar: de dónde salieron los fondos, quién era el intermediario, para qué eran, de dónde salieron y adónde fueron. Porque creo que, efectivamente, la sociedad merece una aclaración completa, y creo que más mentiras no ayudan.
A. Ajá.
R. Y voy a decir qué fondos salieron del erario público para que se devuelvan. Yo creo que con eso la sociedad sí quedará contenta. Con esas mentiras a mí solamente me dañan, y nadie se lo cree.
A. Bueno, está bien.
R. Pero no lo voy a hacer ni ahorita ni mañana ni pasado. Mañana y pasado voy a hacer otras cosas que necesito hacer para mi defensa.
A. Mmh…
R. Porque claramente estas actitudes desmoralizan mucho también a mis defensores, porque no sienten que me apoye.
A. Mmm…
R. ¿Tú cómo crees que le caiga a Cárdenas (Raúl, el abogado de Raúl Salinas) ahorita que estamos en las conclusiones?
A. Mmm…
R. De la patada.
A. Mmm…
R. Porque no me apoya, porque no dice que los fondos son lícitos, porque no dice qué ha demostrado la defensa. Bueno, le mandé…
A. Lo de los empresarios.
R. No dijo de los empresarios…
A. ¡Claro que sí lo dijo! ¡Claro que dijo! Los empresarios han dicho que ellos se lo dieron. ¡Claro que lo dijo!
R. Y después ¿para qué sale con el cuento ese de que me lastimó, y que me hizo mucho daño a mí…
A. Dijo que me lastimó de… de… de las cuestiones falsas de… papeles.
R. Sí, Adriana, lo saqué a través de Gobernación por instrucciones de él.
A. ¡No es cierto! ¡Tú me dijiste otra cosa! ¡No es cierto!
R. Sí Adriana, yo tengo papeles…
A. ¡No es cierto! ¡Tú me dijiste otra cosa! Tú lo sacaste con otra cosa y dijiste que tú asumías esa responsabilidad.
R. Sí, pero no para que me estén a mí golpeando… (inaudible).
A. Pero no es cierto que con su anuencia, no es cierto, y tú me lo dijiste.
R. Tan te lo dije (…) Tan es cierto (…) que en el expediente en donde está el pasaporte falso dice: por órdenes de Gobernación.
A. Esos tú los sacaste, y no por órdenes de Carlos, y no digas mentiras…
R. Y por órdenes de Carlos se compró la casa de Explanada, y la compró Víctor Cadena…
A. Estás hablando de los pasaportes falsos. Y eso es mentira, y tú me lo dijiste hace tres años.
R. Muy bien, Adriana. Yo voy a aclarar todo, en su momento, como él me lo está pidiendo.
A. Sí, pero tú también le dijiste muchas cosas, y… (inaudible) cosas que no es cierto (inaudible)… no sé todo lo demás, pero esto no es cierto…
R. Voy a decir… voy a decir toda la verdad… toda… nada más que en su momento (…) tú verás, te voy a decir todo lo de Margarita, lo de Carlos, lo del pasaporte (…) todo, todo voy a decir, Adriana. Pero es una cobardía de Carlos atacarme públicamente. Es una cobardía y una traición de hermano…
A. No te atacó…
R. Me está atacando, porque él supo de todos los movimientos, todos los fondos…
A. Es una mentira tuya…
R. …todos los movimientos…
A. …es una mentira tuya…
R. …se lo digo en su cara…
A. …(inaudible) que lo aceptabas (…), y está grabado en Almoloya lo que me dijiste…
R. Todo lo que tú quieras, Adriana, pero es una cobardía de Carlos atacarme públicamente…
A. No te atacó…
R. Es una cobardía no defenderme (…) Es una cobardía gigantesca de Carlos estarme mandando recados con Juan José de que le manden dinero porque el dinero es de él y venir a decir que él no sabía nada. Esto… (fin de la grabación).
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