Autoridades reportan 37 muertos; medios de información calculan entre 60 y 96
Policías irrumpieron en la plaza Ramsés de El Cairo y abrieron fuego contra los inconformes
La protesta, luego de la oración del viernesFoto Ap
Afp, Dpa, Reuters, Xinhua y Notimex
Periódico La Jornada
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 17
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 17
El Cairo, 16 de agosto.
Las principales calles, plazas, edificios gubernamentales y accesos a la capital egipcia amanecieron hoy bajo control del ejército, pero en un abierto desafío a la autoridad militar decenas de miles de simpatizantes del derrocado presidente musulmán Mohamed Mursi salieron a exigir la restitución del mandatario y libraron nuevas batallas con los cuerpos policiales que trataron de sofocar por la fuerza el movimiento de resistencia islámica.
Al cierre de la edición, la agencia Dpa informó que fuerzas de seguridad egipcias y personas vestidas de civil rodearon una mezquita en El Cairo, en la que unos mil 500 seguidores de los Hermanos Musulmanes habían buscado refugio.
En los enfrentamientos de este viernes –con armas, piedras, botellas y metales diversos– aparecieron grupos de civiles que apoyan el golpe militar del 3 de julio, en una señal más del deterioro de la crisis política que vive Egipto desde hace seis semanas y que hoy cobró un número indeterminado de muertes en todo el país, incluido El Cairo.
Oficialmente, autoridades del gobierno central egipcio informaron de 37 muertos en todo el país, pero los recuentos de las agencias de noticias situaron la cantidad en 60 y la televisora qatarí Al Jazeera reportó 96. Un funcionario del gobierno interino informó que 24 policías fueron abatidos en 15 ataques contra comisarías, con lo que suman 67 en tres días de refriega.
Al terminar la oración del viernes, miles se volcaron a los espacios públicos cairotas en respuesta al llamado de la Yihad Egipcia, que ante la debilidad de la Hermandad Musulmana tomó el jueves la iniciativa para convocar al repudio de la matanza perpetrada el miércoles en la capital invocando la guerra santa contra los usurpadores.
División
No obstante el intento de los simpatizantes de Mursi por rehacer sus fuerzas, los musulmanes están divididos. Los salafistas de Al Nour y Al Dawa pidieron apoyo al ejército, al tiempo que la agrupación laica Tamarrud (Rebelión), que incitó a la rebelión contra Mursi, hizo un llamado a la formación de
comités popularesde defensa contra saqueadores, a quienes vincula con la Hermandad Musulmana.
El saldo de la represión fue fijado el jueves por el gobierno interino en 638 muertos, pero hoy la organización político-religiosa elevó la cifra de fallecidos el miércoles de 2 mil 200 a 2 mil 600. Ni el Ministerio de Salud ni el del Interior actualizaron el dato.
A lo largo del día se escucharon detonaciones de armas en toda la urbe y volvieron a aparecer columnas de humo.
Las manifestaciones se tornaron violentas en El Cairo y otras localidades. A pesar del toque de queda que rige de las siete de la noche a las seis de la mañana en 14 de las 27 provincias en las que se divide políticamente el país, los leales a Mursi mantuvieron sus protestas callejeras hasta las ocho, después de concluir sus oraciones fúnebres.
Durante las movilizaciones de hoy –a pesar del cerco militar a la capital– surgieron claras muestras de que los mahometanos han logrado hacer acopio de armas de grueso calibre y pistolas.
En la plaza Ramsés, que fue hoy el principal punto de concentración de los islamitas, una multitud calculada en 20 mil individuos –incluso mujeres, que tradicionalmente se abstienen de participar en política– recibió eufórica a un grupo de autos que transportaban a hombres armados.
Horas más tarde la policía irrumpió en la plaza y abrió fuego contra los manifestantes, desatándose un tiroteo que causó un número indeterminado de decesos.
La Hermandad Musulmana, que una vez más en su historia de casi un siglo vuelve a ser blanco de una persecución violenta y abierta por el ejército, dijo que al menos 45 de sus simpatizantes fueron acribillados en Ramsés, aunque otras fuentes dejaron la cifra en 12 y la policía dijo que dos uniformados perecieron en esos hechos.
Además de El Cairo –donde la violencia se extendió al elegante barrio de Zamalek–, las localidades donde este viernes hubo choques fueron Alejandría, Fayoum, Tanta, Arish, Ismailiya, Puerto Said, Gharbiya, Dumyat, Minya, Kafir al Sheij y Ezbekiya. Varias mezquitas se han convertido en refugio de islamitas y en morgues improvisadas.
En un intento por reponerse de la represión que han sufrido sus dirigentes, la Hermandad Musulmana tomó la estafeta de la Yihad Egipcia y pidió a sus millones de seguidores en todo el país que mantengan las protestas en las calles en señal de que no aceptarán la defenestración de Mursi, el primer político elegido en las urnas en la historia de este país norafricano.
Los militares, al frente del jefe del ejército Abdel Fatah Sisi, son cada vez los que tienen el control del Estado. A la renuncia del vicepresidente Mohamed ElBaradei, el miércoles, se sumó la de Khalid Dawud, periodista que lideró el Frente de Salvación Nacional, que en un principio se asoció a los golpistas.
El gobierno enfocó hoy sus esfuerzos informativos a señalar que el movimiento de apoyo a Mursi tiene un perfil
terrorista.
La oficina del primer ministro interino, Hazem Beblawi, emitió un comunicado, en el cual señaló que
el gobierno afirma que sus miembros, las fuerzas armadas, la policía y el gran pueblo de Egipto están unidos para combatir el complot terrorista malintencionado, urdido por la Hermandad Musulmana.
En el plano internacional comenzaron a revelarse las alianzas con las distintas fuerzas. El reino de Arabia Saudita, encabezado por sunitas enfrentados a los chiítas iraníes y reticentes de la influencia de Turquía en los países árabes, dio hoy su apoyo al gobierno interino en la lucha
contra el terrorismo, mientras Ankara dijo que la matanza del miércoles es
una vergüenza.
En Estados Unidos, algunos legisladores sugirieron hoy la suspensión de la ayuda militar a Egipto, pero la vocera del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, expresó que Washington no ha detenido la cooperación militar con El Cairo porque esta relación
tiene que ver con nuestra seguridad nacional y la estabilidad regional.
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