MÉXICO, D.F. (apro).- El exportero del club Monterrey Omar El Gato Ortiz acusó que los procesos antidopaje en la Federación Mexicana de Futbol no son eficaces.
Dijo: “Las muestras se quedan en los estadios y nunca llegan a algún laboratorio”, al revelar que no obstante haberse suministrado la sustancia oximetadona, él nunca dio positivo.
Insistió que en la liga mexicana jamás fueron detectadas las sustancias prohibidas que él consumía y que más tarde sí encontró la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) en un control antidopaje durante el partido entre Monterrey y Once Caldas, en la Copa Libertadores.
“Cuando me metí de lleno en el gimnasio comencé a utilizar la oximetadona y por supuesto sabía que estaba prohibida, pero con el tiempo fui pasando los controles antidoping y pensé que no pasaría nada. Pasé cuatro, me confié y luego llegó el juego en Colombia y todo cambió”, dijo Ortiz desde la prisión en el Cereso de Cadereyta Nuevo León, donde espera sentencia, acusado por el delito de secuestro.
En entrevista para el periódico La Afición, Ortiz reconoció: “Siempre fui consciente, pero nunca la utilicé para sacar una ventaja deportiva y mis objetivos tenían que ver con sentirme más fuerte y veloz (sic). Pero me equivoqué y claro que me jodí. Mi problema fue que creía que la Federación Mexicana de Futbol hacía los análisis de manera correcta y cuando me tocó la Conmebol salí positivo”.
Admitió que al descubrirse su dopaje se sintió traicionado por el presidente deportivo del Monterrey, Luis Miguel Salvador, y los propios directivos de la Femexfut, pues consideró que lo abandonaron ante el escrutinio público: “La Conmebol mandó un comunicado a la Femexfut y a Rayados explicándoles el resultado de la prueba y que les recomendaba manejarlo con discreción y puertas para adentro. Supongo que por mi bien y por el prestigio de la liga. Sorpresivamente me llaman de la federación y me avisan que ahora sí había dado positivo en la liga. Envían una prueba, para mí igualita a la de Conmebol, donde se describe que consumí la sustancia”.
Ortiz prosiguió su relato: “Luis Miguel Salvador llamó a una conferencia de prensa y me pidió que estuviese tranquilo. Sugirió que presentase ante todos los medios mi culpabilidad por doping en los partidos de México y que dejase ‘puertas adentro’ lo de Colombia. Salí y dije que era mi culpa y chingaderas que después Salvador me contradijo y frente a todos aclaró que también di positivo en Colombia. Ya tiempo después lo peor llegó cuando me dieron dos años de sanción. Una exageración”.
El exportero también aportó un dato más: “El día de la final contra Cruz Azul (Apertura 2009) me tocó doping y ya estaba tomando eso y no salió. Después, al arrancar el siguiente torneo, en la jornada dos, me toca y no sale. No tengo dudas que todo lo que me pasó demuestra que en el futbol mexicano no se hacen los exámenes como corresponden o… que las muestras se quedan en los estadios y nunca llegan a algún laboratorio”.
Y aceptó que “los primeros días (en prisión) fueron difíciles; pero siendo sincero: me dolió mucho más la sanción por doping que estar encerrado aquí. Aquella vez estaba derrotado y mi vida se había derrumbado. Había sido castigado por algo que había hecho y estaba pagando las consecuencias, algo muy diferente a lo que estoy viviendo ahora con un proceso en el que me considero inocente”.
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