Enrique Peña Nieto es fruto de una imposición a través de la compra multitudinaria del voto. Las evidencias, más allá de los mediatizados que se ríen por la presentación de animales de granja (que también se usaron en estados como Zacatecas para comprar el voto de la gente) al seguirle el juego a medios que quisieron hacer mofa del hecho específico, están documentadas hasta por manos ciudadanas que espontáneamente se sumaron a la recopilación de evidencias diversas sobre las múltiples maneras que usó el PRI para "ganarse" votos.
Por supuesto: desde la perspectiva del PRI ganarse votos implica comprarlos generalmente con migajas y para ello hay que gastar… y rebasar presupuestos permitidos por ley, crear empresas fantasma para desviar recursos y hasta endeudarse con el narco-tráfico (la historia del PRI y sus antecedentes en Atlacomulco dan fe de ello). Resulta que recientemente nos acaban de salir con la mega-noticia de que a Elba Esther Gordillo, lidereza del SNTE, uno de los sindicatos más grandes y poderosos de América Latina la detuvieron por desvío de recursos. Hasta aquí todo bien… pero resulta que la detienen por desvío de recursos quienes son fanáticos del desvío de recursos.
Refresquemos un poco la memoria sobre el reciente fraude electoral fraguado por el PRI para imponer a Enrique Peña Nieto:
* El gobernador de Zacatecas (PRI), Miguel Alonso Reyes, asignó tareas electorales a sus principales colaboradores por distrito y por municipio y esos funcionarios usaron chequeras y recursos por 108 millones de pesos para la compra de votos. Este hecho es un ejemplo de desvío de recursos (del erario, del gasto público, que es para aplicación en bienes, servicios y programas sociales, con fines electorales). Esto se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Hacer millones de tarjetas telefónicas tiene un costo, contratar los servicios de la empresa telefónica también. En las tarjetas telefónicas que llevaron los rostros de diversos candidatos por el PRI (no sólo de Enrique Peña Nieto) estuvieron implicadas empresas como MarkCom Tech Solutions y Telmex (el dueño de Telmex es Carlos Slim, un gran evasor de impuestos, incluso tiene el enorme privilegio de que expresidentes le regresen impuestos, ¿quién fuera él?). Si cada una de las tarjetas telefónicas pre-pagadas tenían $100.00 de tiempo aire y se distribuyeron por todo el país, se estima un costo aproximado de 500 millones de pesos, cantidad que por sí misma rebasó el tope de campaña permitido para el PRI. Esto se denunció ante IFE y FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Hablar de Monex es tema conocido. $70, 281, 078.97 depositados a favor de esta empresa provienen de empresas fantasma cuyos accionistas son obreros, uno de ellos ya fallecido (sí, en México no solo los muertos votan a favor del PRI, también invierten). Esto se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Soriana, hoy en día una de las grandes ganonas en licitación para medicamentos al Seguro Popular (información aquí). Quienes vivimos en México con los pies bien plantados en el piso respecto a la realidad política, sabemos que para "ganar" hasta un contrato de licitación primero hay que dar(las); ¿procesos legales y transparentes?: eso queda de lado. Soriana se hizo famosa por emitir tarjetas con crédito para surtir despensa (lo de hoy es la tarjeta, ya no llevar la despensa de manera física al votante que va a ser comprado). Historias de cómo quienes vendieron su voto por una despensa vaciaron las tiendas al día siguiente del día de la elección, así como ciudadanos a los que dejaron en 'cero' en su tarjeta y no pudieron usarla hay para tirar por la ventana. Esto también se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
Es evidente quién está detrás de la detención de Elba Esther Gordillo. Más allá del PRI y del títere impuesto en turno, es Carlos Salinas quien maneja los hilos. La similitud con el famoso 'Quinazo' de 1989 es inevitable, aunque con matices. Se aclara también que no se pretende disculpar los actos de una persona que, efectivamente, ha utilizado el poder político, la influencia y a un gremio para su propio beneficio, mismo que le ha derivado en una riqueza insultante. Elba Esther sí tiene cuentas pendientes que entregar ante la justicia y ante los mexicanos, pero acusar de desvío de recursos quien y quienes desviaron recursos para imponer a un ente ignorante y que además no tiene nada de estadista, ni de visión política para llevar las riendas de un país; acusar por su riqueza ilícita a alguien mientras sus acusadores nadan en riquezas ilícitas; que clamen esta detención como un "acto de justicia" quienes son asesinos, defraudadores, evasores, presta-nombres, cómplices y comparsas de quienes obstaculizan todo acto de justicia para la sociedad (ahí está Guardería ABC, SME, Mexicana, Pasta de Conchos, el reciente fraude electoral…) es ridículamente risible. Es casi verlos morderse la lengua y sangrar.
Así que, más allá de esta evidente cortina de humo en aras de que paguemos IVA en alimentos y medicinas y la nueva intentona para privatizar Pemex (cortesía todo ello del "nuevo" PRI), la detención de Elba Esther como un acto de justicia y legalidad, ¿quién se la va a creer? ¿?
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* Imágenes: Asamblea Expo-Fraude 2012 / Zócalo Capitalino.
Por supuesto: desde la perspectiva del PRI ganarse votos implica comprarlos generalmente con migajas y para ello hay que gastar… y rebasar presupuestos permitidos por ley, crear empresas fantasma para desviar recursos y hasta endeudarse con el narco-tráfico (la historia del PRI y sus antecedentes en Atlacomulco dan fe de ello). Resulta que recientemente nos acaban de salir con la mega-noticia de que a Elba Esther Gordillo, lidereza del SNTE, uno de los sindicatos más grandes y poderosos de América Latina la detuvieron por desvío de recursos. Hasta aquí todo bien… pero resulta que la detienen por desvío de recursos quienes son fanáticos del desvío de recursos.
Refresquemos un poco la memoria sobre el reciente fraude electoral fraguado por el PRI para imponer a Enrique Peña Nieto:
* El gobernador de Zacatecas (PRI), Miguel Alonso Reyes, asignó tareas electorales a sus principales colaboradores por distrito y por municipio y esos funcionarios usaron chequeras y recursos por 108 millones de pesos para la compra de votos. Este hecho es un ejemplo de desvío de recursos (del erario, del gasto público, que es para aplicación en bienes, servicios y programas sociales, con fines electorales). Esto se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Hacer millones de tarjetas telefónicas tiene un costo, contratar los servicios de la empresa telefónica también. En las tarjetas telefónicas que llevaron los rostros de diversos candidatos por el PRI (no sólo de Enrique Peña Nieto) estuvieron implicadas empresas como MarkCom Tech Solutions y Telmex (el dueño de Telmex es Carlos Slim, un gran evasor de impuestos, incluso tiene el enorme privilegio de que expresidentes le regresen impuestos, ¿quién fuera él?). Si cada una de las tarjetas telefónicas pre-pagadas tenían $100.00 de tiempo aire y se distribuyeron por todo el país, se estima un costo aproximado de 500 millones de pesos, cantidad que por sí misma rebasó el tope de campaña permitido para el PRI. Esto se denunció ante IFE y FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Hablar de Monex es tema conocido. $70, 281, 078.97 depositados a favor de esta empresa provienen de empresas fantasma cuyos accionistas son obreros, uno de ellos ya fallecido (sí, en México no solo los muertos votan a favor del PRI, también invierten). Esto se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
* Soriana, hoy en día una de las grandes ganonas en licitación para medicamentos al Seguro Popular (información aquí). Quienes vivimos en México con los pies bien plantados en el piso respecto a la realidad política, sabemos que para "ganar" hasta un contrato de licitación primero hay que dar(las); ¿procesos legales y transparentes?: eso queda de lado. Soriana se hizo famosa por emitir tarjetas con crédito para surtir despensa (lo de hoy es la tarjeta, ya no llevar la despensa de manera física al votante que va a ser comprado). Historias de cómo quienes vendieron su voto por una despensa vaciaron las tiendas al día siguiente del día de la elección, así como ciudadanos a los que dejaron en 'cero' en su tarjeta y no pudieron usarla hay para tirar por la ventana. Esto también se denunció ante la FEPADE. El silencio está presente, el proceder ha sido nulo.
Es evidente quién está detrás de la detención de Elba Esther Gordillo. Más allá del PRI y del títere impuesto en turno, es Carlos Salinas quien maneja los hilos. La similitud con el famoso 'Quinazo' de 1989 es inevitable, aunque con matices. Se aclara también que no se pretende disculpar los actos de una persona que, efectivamente, ha utilizado el poder político, la influencia y a un gremio para su propio beneficio, mismo que le ha derivado en una riqueza insultante. Elba Esther sí tiene cuentas pendientes que entregar ante la justicia y ante los mexicanos, pero acusar de desvío de recursos quien y quienes desviaron recursos para imponer a un ente ignorante y que además no tiene nada de estadista, ni de visión política para llevar las riendas de un país; acusar por su riqueza ilícita a alguien mientras sus acusadores nadan en riquezas ilícitas; que clamen esta detención como un "acto de justicia" quienes son asesinos, defraudadores, evasores, presta-nombres, cómplices y comparsas de quienes obstaculizan todo acto de justicia para la sociedad (ahí está Guardería ABC, SME, Mexicana, Pasta de Conchos, el reciente fraude electoral…) es ridículamente risible. Es casi verlos morderse la lengua y sangrar.
Así que, más allá de esta evidente cortina de humo en aras de que paguemos IVA en alimentos y medicinas y la nueva intentona para privatizar Pemex (cortesía todo ello del "nuevo" PRI), la detención de Elba Esther como un acto de justicia y legalidad, ¿quién se la va a creer? ¿?
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* Imágenes: Asamblea Expo-Fraude 2012 / Zócalo Capitalino.
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