Andrés Manuel López Obrador, excandidato a la presidencia.
Foto: Benjamin Flores
Foto: Benjamin Flores
MÉXICO, D.F. (apro).- Para Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) la detención de Elba Esther Gordillo Morales por desviar 2 mil 600 millones de pesos de las arcas sindicales no tiene el mismo impacto que el famoso Quinazo, en enero de 1989.
El Quinazo fue como se conoció a la decisión de Carlos Salinas de Gortari de detener al entonces dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Joaquín Hernández Galicia La Quina, acusado de homicidio y tráfico de armas, por lo que estuvo preso aproximadamente nueve años.
En su cuenta de Twitter, el excandidato presidencial redactó: “En busca de legitimidad el corrupto de EPN recurre al quinazo contra su exsocia. Es afianzar el salinismo como política. Son otros tiempos”.
Durante su campaña por la presidencia en 2006 y 2012 López Obrador se comprometió a terminar con los cacicazgos, entre ellos el de Gordillo Morales. El 15 de mayo del año pasado afirmó en la Ciudad de México, en el marco del Día del Maestro, que le pediría “amorosmente que se haga a un lado”.
El tabasqueño consideró necesario impedir que la educación sea manejada por dirigentes sindicales protegidos desde la Presidencia.
“Yo voy a proteger a ningún dirigente sindical que obstruya el desarrollo de la educación. Elba Esther ha podido imponerse y tiene influencia porque se le protege desde Los Pinos, para ser claro. Y ahora tiene un acuerdo con el PRI, con Peña Nieto, para que se mantenga dominando al sindicato y dominando en la SEP teniendo influencia en todo lo que son las políticas educativas y esto es parte del problema que tenemos”, dijo entonces.
Ahí contó que en una gira por la huasteca hidalguense y en Poza Rica, Veracruz, el SNTE convocó a muchos maestros ofreciéndoles ascender en el escalafón magisterial para que asistieran a un acto con Peña Nieto.
En diciembre de 2011, cuando presentó a algunos miembros de un eventual gabinete que estarían con él si ganaba la elección presidencial y se formalizó la participación del exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, en la Secretaría de Educación Pública (SEP) López Obrador prometió separar a los familiares y colaboradores de Elba Esther de esa dependencia.
En la Subsecretaría de Educación Media Básica estaba su yerno Fernando González Yáñez.
El 17 de febrero pasado, de gira por Veracruz, López Obrador calificó como una farsa la “supuesta” separación de Gordillo Morales de Enrique Peña Nieto a propósito de la aprobación de la reforma educativa, la cuál motivó a la líder sindical a no ir a la promulgación celebrada el lunes 25 en Palacio Nacional. Al contrario, en diversos estados hubo movilizaciones en contra y hasta paro de labores del magisterio.
“Ella va a seguir ahí porque es una aliada de Peña. Fingen que están separados pero no es así. Peña Nieto es el representante de la mafia en el poder, tampoco manda ni gobierna Peña Nieto. Peña Nieto es titino, el titiritero es Carlos Salinas”, indicó entonces.
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