Alberto Bazbaz Sacal, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la SHCP.
Foto: David Deolarte
Foto: David Deolarte
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante tres meses, del 22 de marzo al 24 de mayo de 2010, el entonces procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, dio muestras de su ineficiencia e impericia en el ramo de la investigación. Uno de los hombres fuertes de Enrique Peña Nieto, hizo el ridículo público por el caso de la pequeña Paulette Gebara Farah.
Según las agudas indagaciones que realizó Bazbaz como Ministerio Público, la niña había sido “asesinada”; luego, al no dar con los autores materiales de tan monstruoso hecho, optó por “secuestrarla”. Finalmente salió con la novedad de que nadie mató ni secuestró a la pequeña, sino que ésta había fallecido por “asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toraxicoabdominal”, al quedar atrapada entre su cama y la cabecera.
Todo esto le aconteció a la pequeña en su propia habitación, según declaró ante la prensa Bazbaz Sacal. La misma habitación que los perros entrenados del exprocurador revisaron minuciosamente. La inverosímil historia resultó más que complicada, absurda, sin embargo fue sostenida por autoridades y el propio Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México.
Sin embargo, esta monumental pifia del agudo procurador de Peña Nieto, no impidió que este 4 de enero Bazbaz se reuniera nuevamente con sus viejos amigos de la burocracia estatal y que hoy dirigen las principales dependencia del gobierno federal.
El exprocurador, al que se le pierden los cadáveres y confunde la asfixia con el asesinato e incluso con el secuestro, será el encargado, en el gobierno federal, de atrapar a los insaciables lavadores de dinero.
La burla que pudiera desatar este nombramiento es lo de menos. Lo preocupante es que el joven, inexperto y cínico funcionario federal estará a cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP. El área que debiera dar seguimiento a los más de 20 mil millones de dólares que anualmente se lavan en México, según cifras de organismos internacionales reconocidas por la Asociación Mexicana de Bancos.
Si el exprocurador tardó días en encontrar un cadáver que estaba en una habitación, ¿qué podrá pasarle con los miles y millones de dólares que circulan por entramados financieros?
Cualquiera pudiera decir, ante semejante nombramiento, que en Peña Nieto la inteligencia está peleada con el autoritarismo, sin embargo esa sería una visión superficial.
Aquí lo importante es no peder de vista de dónde viene Bazbaz Sacal y quién ha movido sus hilos desde sus años mozos.
Nos referimos al multipremiado por la comunidad judía, el director de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld Fedelman, con quien Bazbaz compartió pupitre en la Universidad Anáhuac y tiempo después, hasta despacho.
Ante la desaseada investigación por el caso Paullete Gebara Farah, el escándalo y la indignación que se generó en todo el país, los asesores de Peña Nieto le recomendaron la destitución de Bazbaz Sacal. El primer nombre en que se pensó fue justamente en David Korenfeld, entonces encargado del Sistema de Agua del Estado de México, pero éste declinó la propuesta bajo el argumento –sostienen quienes los conocen–, de que en esa área (el Sistema de Agua) se manejaba más dinero que pronto les sería útil para la campaña presidencial.
El posible desvío de una parte del presupuesto del Sistema de Agua hacia la campaña presidencial no pudo ser comprobado ni siquiera por la oposición encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, lo que sí quedó claro fue que el señor Korenfeld se convirtió muy pronto en la puerta de entrada de Peña Nieto con la comunidad judía; incluso se le mencionó como uno de los personajes que habrían ultimado sus contactos en el medio oriente para, mediante una complicada transacción financiera como la que se utiliza para lavar dinero, sacar el millones de pesos de México, llevarlos a España, pasarlos por Israel y regresarlos al país vía banco Monex.
De todo eso, los únicos que pueden investigar son el IFE y la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo del audaz abogado Bazbaz Sacal, quien ha sido pieza clave de Korenfeld Fedelman a la hora de operar políticamente para Peña Nieto; y dicen, incluso, que tiene el aval de la propia sobrina de Carlos Salinas de Gortari, la señora Claudia Ruiz Massieu, con quien, por cierto trabajó, por un breve tiempo en la PGR en tiempos del panismo.
Sólo con esta liga se puede entender la designación de Bazbaz Sacal en una posición tan importante para México, Estados Unidos y la Comunidad Europea. Porque detrás de él estará siempre el hábil y también joven Korenfeld Fedelman. Este último es el mismo que el 6 de septiembre de 2009 quiso hacerse el desentendido cuando un chubasco colapsó el túnel emisor poniente en la colonia Valle Dorado, lo que provocó que cientos de familias nadaran entre las heces fecales y el agua de lluvia, y perdieran no sólo sus pertenencias, sino además exponiéndose a graves enfermedades.
Pues bien, en aquella época, Korenfeld quien se negaba a indemnizar a los afectados alegando que el Sistema de Aguas del Estado de México no era responsable de la desgracia de los más pobres, hoy sí tendrá que asumir dicha responsabilidad. Pues el pasado 28 de diciembre, los integrantes del Cuarto Tribunal Colegiado resolvieron un amparo promovido por los habitantes de Valle Dorado, y ahí se estableció que la Conagua, dependencia a cargo del señor Korenfeld, sí tuvo responsabilidad civil, independientemente de la fuerte lluvia que cayó ese día.
“El servicio de drenaje ofrecido fue deficiente debido al mantenimiento que recibió el túnel, lo que influyó a su ruptura”, de acuerdo con la tarjeta informativa que el Consejo de la Judicatura dio a conocer el pasado 28 de diciembre.
Así es que ahora, el señor Korenfeld tendrá que pagar a los afectados lo que se negó a hacer hace cinco años. Aunque bueno… tampoco sabemos si tendrá que pagar otras facturas a otros que hayan “colaborado” afanosamente en la campaña de Peña Nieto. Esto, al tiempo…
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