México D.F., (apro).- De visita en Madrid, España, invitado por la Fundación Botín, el expresidente Vicente Fox volvió a tundir a su sucesor en Los Pinos, Felipe Calderón, al asegurar que el mandatario panista que dejará el poder el próximo 1 de diciembre pensó que “a garrotazos” acabaría con el crimen organizado.
En una entrevista concedida al diario El País en su edición digital, el guanajuatense refirió que en más de una ocasión le advirtió a Calderón que no sacara al Ejército a la calle, que ese no era el camino correcto, “pero no me hizo caso” y ahí, subrayó, están los resultados:
“Sabemos que el Ejército viola los Derechos Humanos todos los días, pero nadie dice nada. ¿Y para qué? No hay más presos en México que los que había en mi sexenio. Yo cerré con 205 mil y actualmente hay unos 20 mil más. ¿Y para eso la muerte de 70 mil ¿Para qué sirvió esta guerra?”.
Prosiguió:
“No me hizo caso. No le gusta que lo diga. No estoy en su cabeza, pero supongo que tomó esa decisión porque creyó que a garrotazos terminaría con el enemigo y no fue así. La gente tiene miedo”.
Invitado por la Fundación Botín para asistir a la clausura de un programa de becas para el fortalecimiento de la función pública en América Latina, Fox aclaro, sin embargo, que “México tiene los candados necesarios para evitar las tropelías del pasado”.
Interrogado sobre persiste apoyo al presidente electo, el priista Enrique Peña Nieto, Fox reconoció que esa actitud le ha ganado críticas, particularmente de su partido, el PAN.
En la entrevista, el polémico exmandatario se defendió al afirmar que la fundación que preside, el Centro Fox, no recibe “un centavo del erario público” y eso, atajó, garantiza su libertad.
Además aclaró que está en pleno derecho de ejercer esa libertad.
“Antes se acostumbraba que los expresidentes se mantuvieran callados, pero Martha y yo hemos descubierto que hay vida después de la presidencia”.
Desde su óptica personal, México ha perdido “18 años por la falta de respaldo del Congreso a las reformas “necesarias para el avance del país”.
Puso como ejemplo la reforma energética que permitiría la inversión de capitales extranjeros en Petróleos Mexicanos (Pemex), un tema especialmente sensible en México. “Mira cómo está Petrobras, por ejemplo, y compáralo con Pemex. ¡No les vemos ya ni el polvo! México ya no puede aguantar otros seis años estancado”.
Sobre la decisión de Andrés Manuel López Obrador de separarse del PRD y fundar su propio partido, Morena, Fox opinó lo siguiente:
“Ese partido no se debió de haber autorizado en mi opinión, porque es otro más que es un patrimonio personal, como hay bastantes en el país”.
“Yo respeto sus ideas pero tengo la libertad de decir que no me gusta para que sea mi presidente. Basta ver con lo que ha hecho Hugo Chávez en Venezuela. Representa un estilo de Gobierno en el que se regalan pescados a raudales, pero no se enseña a pescar y creo que los países no caminan de esa manera”.
Fox consideró también que la variedad de opiniones es sana para una democracia.
“Las manifestaciones en las calles no son un problema, son una solución, porque nos presiona a los políticos flojos”.
Y es bastante firme en la defensa de esa libertad. “Prefiero el exceso de la libertad de expresión, aunque ello represente el exceso de calumnias. A Martha, por ejemplo, la tupieron en México hasta que se cansaron”.
En una entrevista concedida al diario El País en su edición digital, el guanajuatense refirió que en más de una ocasión le advirtió a Calderón que no sacara al Ejército a la calle, que ese no era el camino correcto, “pero no me hizo caso” y ahí, subrayó, están los resultados:
“Sabemos que el Ejército viola los Derechos Humanos todos los días, pero nadie dice nada. ¿Y para qué? No hay más presos en México que los que había en mi sexenio. Yo cerré con 205 mil y actualmente hay unos 20 mil más. ¿Y para eso la muerte de 70 mil ¿Para qué sirvió esta guerra?”.
Prosiguió:
“No me hizo caso. No le gusta que lo diga. No estoy en su cabeza, pero supongo que tomó esa decisión porque creyó que a garrotazos terminaría con el enemigo y no fue así. La gente tiene miedo”.
Invitado por la Fundación Botín para asistir a la clausura de un programa de becas para el fortalecimiento de la función pública en América Latina, Fox aclaro, sin embargo, que “México tiene los candados necesarios para evitar las tropelías del pasado”.
Interrogado sobre persiste apoyo al presidente electo, el priista Enrique Peña Nieto, Fox reconoció que esa actitud le ha ganado críticas, particularmente de su partido, el PAN.
En la entrevista, el polémico exmandatario se defendió al afirmar que la fundación que preside, el Centro Fox, no recibe “un centavo del erario público” y eso, atajó, garantiza su libertad.
Además aclaró que está en pleno derecho de ejercer esa libertad.
“Antes se acostumbraba que los expresidentes se mantuvieran callados, pero Martha y yo hemos descubierto que hay vida después de la presidencia”.
Desde su óptica personal, México ha perdido “18 años por la falta de respaldo del Congreso a las reformas “necesarias para el avance del país”.
Puso como ejemplo la reforma energética que permitiría la inversión de capitales extranjeros en Petróleos Mexicanos (Pemex), un tema especialmente sensible en México. “Mira cómo está Petrobras, por ejemplo, y compáralo con Pemex. ¡No les vemos ya ni el polvo! México ya no puede aguantar otros seis años estancado”.
Sobre la decisión de Andrés Manuel López Obrador de separarse del PRD y fundar su propio partido, Morena, Fox opinó lo siguiente:
“Ese partido no se debió de haber autorizado en mi opinión, porque es otro más que es un patrimonio personal, como hay bastantes en el país”.
“Yo respeto sus ideas pero tengo la libertad de decir que no me gusta para que sea mi presidente. Basta ver con lo que ha hecho Hugo Chávez en Venezuela. Representa un estilo de Gobierno en el que se regalan pescados a raudales, pero no se enseña a pescar y creo que los países no caminan de esa manera”.
Fox consideró también que la variedad de opiniones es sana para una democracia.
“Las manifestaciones en las calles no son un problema, son una solución, porque nos presiona a los políticos flojos”.
Y es bastante firme en la defensa de esa libertad. “Prefiero el exceso de la libertad de expresión, aunque ello represente el exceso de calumnias. A Martha, por ejemplo, la tupieron en México hasta que se cansaron”.
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