Elecciones y otras formas de lucha triunfantes, sólo con un partido-movimiento en Morena
Pedro Echeverría V.
Parece que mi admirado amigo Armando Bartra escribió este artículo en Regeneración, periódico de MORENA; asunto que le agradezco porque me ha hecho reflexionar:
Bartra escribe: Con tres grandes fraudes comiciales: 1988, 2006 y 2012, la oligarquía nos manda el mensaje de que si de ellos depende la izquierda no llegará al gobierno por elecciones. Nuestra conclusión en cambio es que debemos luchar aún más para abrirnos paso al gobierno mediante elecciones, pues éstas siguen siendo la mejor vía. Para salvar a México se necesitan muchas cosas y una de ellas es un cambio de régimen, dado que mientras gobiernen ellos seguiremos en la ruina. Que hace falta tomar el poder arriba no está a discusión, sí lo está el modo de lograrlo.
PEV: La oligarquía (O: clase política, empresarial, medios de información) no es tan atrasada para cerrar la vía electoral, le basta con que la controle como hasta hoy. ¿Se piensa acaso que la O. no conoce la experiencia colaboracionista, al estilo Brand, Palme, Mitterrand o Zapatero de la socialdemocracia europea? La O. mexicana puede aceptar a un candidato o presidente de “centro izquierda”, pero bien portado, dispuesto a hacer productivas alianzas con ellos. Tan efectivo para la O. ha sido el camino electoral que, apoyándolo, le ha permitido quintuplicar su capital en los últimos 10 años. En la medida que haya más movimientos abajo, con más vehemencia apoyará el camino electoral.
Bartra: A la oligarquía le dan más miedo los “reformistas” que los “revolucionarios”. La mafia se espanta más con los llamados electoreros que con los muy contestatarios, porque los movimientos sociales fuertes y aun los alzamientos armados ocasionalmente la desestabilizan, mientras una opción electoral de verdadera izquierda amenaza su poder político. La insurrección del EZLN en 1994 se zanjó con menos de 40 muertos; la construcción de aquel PRD, a partir de 1989, dejó más de 600 víctimas mortales. En los dos casos el gran operador fue Carlos Salinas, que algo sabe de eso.Pedro Echeverría V.
Parece que mi admirado amigo Armando Bartra escribió este artículo en Regeneración, periódico de MORENA; asunto que le agradezco porque me ha hecho reflexionar:
Bartra escribe: Con tres grandes fraudes comiciales: 1988, 2006 y 2012, la oligarquía nos manda el mensaje de que si de ellos depende la izquierda no llegará al gobierno por elecciones. Nuestra conclusión en cambio es que debemos luchar aún más para abrirnos paso al gobierno mediante elecciones, pues éstas siguen siendo la mejor vía. Para salvar a México se necesitan muchas cosas y una de ellas es un cambio de régimen, dado que mientras gobiernen ellos seguiremos en la ruina. Que hace falta tomar el poder arriba no está a discusión, sí lo está el modo de lograrlo.
PEV: La oligarquía (O: clase política, empresarial, medios de información) no es tan atrasada para cerrar la vía electoral, le basta con que la controle como hasta hoy. ¿Se piensa acaso que la O. no conoce la experiencia colaboracionista, al estilo Brand, Palme, Mitterrand o Zapatero de la socialdemocracia europea? La O. mexicana puede aceptar a un candidato o presidente de “centro izquierda”, pero bien portado, dispuesto a hacer productivas alianzas con ellos. Tan efectivo para la O. ha sido el camino electoral que, apoyándolo, le ha permitido quintuplicar su capital en los últimos 10 años. En la medida que haya más movimientos abajo, con más vehemencia apoyará el camino electoral.
PEV: A la Oligarquía no le dan miedo lo reformistas; al contrario los apapacha, los y agasaja y los invita a colaborar, llamándoles “izquierda civilizada”, tal como lo hace con Ebrard, los dirigentes del PRD y comentaristas de radio y TV. Al contrario, le tienen terror a los revolucionarios radicales (EPR, EZLN, estudiantes UNAM 1999) porque de movilizarse en serio y prender su levantamiento, pondrían en peligro sus propiedades y capitales, además que como O. tomarían el camino del exilio. Lo que ha sucedido es que en las elecciones y el IFE se dilapidan 18 mil millones de pesos.
Bartra: A la oligarquía la asusta más la intransigente ética de AMLO que sus prudentes planes económicos. Se ha visto en América Latina que el gran capital puede seguir ganando en el marco de un modelo posneoliberal. Pero nuestra cleptoligarquía no acumula por las buenas, sino a costa del erario y los bienes nacionales; es una burguesía latrofacciosa, rentista y parasitaria que necesita vitalmente la impunidad que le da el control del poder político. Un nuevo modelo económico que impulse el crecimiento, chance; una renovación moral de la administración y del país, ¡eso sí no!
PEV: La O., tú la conoces bien, “su ética” es ganar dinero por encima de todas las cosas. Cree que con dinero se puede comprar y por ello extienden esa forma de pensar. No puede caberle en la cabeza otro tipo de valores distintos al de acumulación de riquezas y poder. Si ellos dicen que les ha causado mucho trabajo y sacrificios obtener su riqueza, quieren decir que están dispuestos a poner todo el poder de la represión y los asesinatos para conservarla.
Bartra: En México para ganar elecciones hay que olvidarse un poco de las elecciones. En 2006 estábamos mejor organizados electoralmente que en 1988, y en 2012 mejor que en 2006, y en cada ejercicio la izquierda tuvo más votos que en el anterior. Y sin embargo, nos ganaron, con trampa pero nos ganaron. Está visto que con fraudes se derrota cualquier estrategia comicial, de modo que para ganar deberemos intentar una estrategia no centralmente comicial.
PEV: Para ganar elecciones en México (con el PRI y el PAN) basta conseguir el apoyo de la Oligarquía para que su dinero garantice los votos; pero también para que obtenga la Presidencia alguien como Ebrard es posible, puede suceder con poderosos apoyos nacionales e internacionales.
Bartra: Para tomar el gobierno primero hay que tomar el poder. Para sacar a la mafia del gobierno hay que quitarle primero su base de sustentación, hay que acorralarla socialmente, hay que cercarla con un estrecho cinturón de poder popular formal e informal. Cuando la mayoría resista las imposiciones, cuando los mexicanos no le crean a Televisa, cuando las corporaciones gremiales pierdan clientela, cuando recibir recursos públicos no signifique sumisión, entonces ganaremos elecciones, no antes. Y al que le parezca cuesta arriba que le rece a la Virgen de Guadalupe.
PEV: En tu reflexión anterior estoy completamente de acuerdo. La izquierda electoral para triunfar tiene que movilizar a toda la población y enfrentar “pacíficamente” todos los poderes. No se trata de una revolución, pero sí de fuertes movimientos en los estados, encabezados por el DF. No hay que dejar de pensar en las elecciones, pero sí saber que sin grandes movimientos la O. no dará pasos atrás. Lo único que no entendí es la alusión a la Virgen de Guadalupe.
Bartra: El mayor partido de la izquierda mexicana no es partido, mientras que los que se dicen partido no lo son. Con principios sólidos, programa estratégico, organización nacional, liderazgo y capacidad de lucha Morena es más partido que el PRD, el PT y MC que dicen serlo y tienen registro. Porque la historia enseña que un partido para el cambio es una fuerza social y política organizada en torno a un proyecto nacional y en lucha por materializarlo. Requisitos que cumple Morena, aunque por el momento no haya cumplido los burocráticos que pide el IFE.
PEV: Tú conoces mejor MORENA; yo sólo a partir de haber estado en decenas de mítines de López Obrador, en algunas asambleas de Morena y por lecturas de artículos de opinión. Morena ha registrado a millones de personas en las giras de AMLO; pero pienso que no hay que hacerse ilusiones muy grandes antes de que la organización inicie su consolidación. Morena debe ser un partido-movimiento real que no se deje comer por la burocracia electoral de los aparatos. Lo indispensable y urgente es la preparación de movimientos de masas para apoyar las luchas sociales y la formación de cuadros políticos con el fin de consolidar dirigentes. López Obrador ha demostrado una gran honestidad y consecuencia, pero se requieren otros mil como AMLO que recorran el país y no sólo piensen en diputaciones.
Bartra: Para seguir siendo partido Morena debe seguir siendo movimiento. Morena es ya un gran ejército electoral que fue decisivo para conseguir 16 millones de votos en los pasados comicios. Pero, diseñado para las elecciones, Morena tiene que cambiar si quiere convertirse en un gran movimiento de resistencia. Resistencia a la imposición de presidente, de reformas estructurales, de políticas públicas antinacionales; resistencia a todas las agresiones que nos agravian cotidianamente.
PEV: Partido-movimiento-resistencia, pero para ello se necesita mucha fortaleza en los movimientos de masas. Te pregunto mi amigo Armando: ¿se han realizado contactos y compromisos con otros movimientos (la CNTE, electricistas, mineros, Mexicana, telefonistas, zapatistas, Atenco) a fin de que Morena de ninguna manera esté aislado? ¿Cómo convertirse en partido-movimiento social sino hay compromisos de apoyo mutuo?
Bartra: La energía invertida en registrar un partido es energía perdida por el movimiento. Las condiciones formales que exige la legislación mexicana para obtener el registro como partido político son en extremo farragosas, rígidas y burocráticas, además de que las opera el IFE, de modo que marchar por esa vía puede significar ausentarse de la resistencia. En tal caso tendríamos la paradoja de que cuando Morena hubiera conseguido ser partido formal habría dejado de ser partido real.
PEV: Pienso que tú has denunciado el enredo burocrático en que se meten los partidos como forma de control del Estado. Por ello es correcto cuando dices: “cuando Morena hubiera conseguido ser partido formal habría dejado de ser partido real”.
Bartra: A los movimientos les haría falta visión de partido, y a los partidos, espíritu de movimiento. Los movimientos sociales son por lo general reactivos y reivindicativos, además de sectoriales o territoriales, y aunque la tengan algunos de sus miembros, como tales, carecen de la visión integral, incluyente y estratégica que caracteriza a los verdaderos partidos. Los partidos electorales, en cambio, tienden a convertirse en aparatos políticos profesionales, burocráticos y patrimonialistas, presentes en las instituciones donde pagan y ausentes de la lucha social donde no pagan. Preocupémonos por el partido si estamos en un movimiento y por el movimiento si (¡Dios no lo quiera!) estamos en un partido.
PEV: De acuerdo.
Bartra: Sin mito no hay utopía. Decía Mariátegui que los pueblos triunfan si tienen un mito multitudinario, y la fuerza del obradorismo está en haber encendido una gran esperanza popular: ganar las elecciones y salvar a México. Nos pueden robar una y otra vez los comicios, no nos robarán la esperanza. Es necesario que la izquierda haga renacer la multitudinaria expectativa que el fraude resquebrajó y que la oligarquía nos quiere arrebatar. Morena debiera proponer a los mexicanos de a pie un renovado plan de salvación nacional; un proyecto generoso con grandes objetivos, rumbo claro y formulación sencilla; un sueño alcanzable, capaz de despertar otra vez el entusiasmo. Con menos no podremos.
PEV: De acuerdo. Las esperanzas son las últimas en morir. (31/X/12)
Consultar blog: http://pedroecheverriav.wordpress.com
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