Versión original del reportaje publicado en la edición No. 1873 de Proceso
Jenaro Villamil
En febrero de 2012, tres meses después de que el ex gobernador mexiquense Arturo Montiel retuviera ilegalmente a sus hijos menores, los gemelos Sofía y Adrián y Alexi, Maude Versini recibió una llamada telefónica de su ex marido, de quien se divorció en 2007.
-Montiel me llamó para decirme que iba a hacerme una “propuesta financiera” para que yo le dejara a los niños. Fue lo más diabólico de esta historia –rememoró Maude Versini.
-¿Qué le respondió?
-Lo mandé a la chingada –sentenció la ex primera dama mexiquense-. ‘¿Tú crees que yo voy a vender a mis hijos?. Estás loco’, le dije.
-¿Creía que con dinero se puede arreglar todo?
-Sí, siempre lo ha pensado… Ha sido muy perverso todo, todo. Tuvo cuatro años para planear bien el caso. Y ahora él está dilatando todo, está ganando tiempo.
En una amplia entrevista con Proceso, Maude Versini no sólo revela esta plática sino otros ofrecimientos que el ex gobernador mexiquense le hizo para quedarse “de manera ilegal” con sus hijos. Detalla cómo a lo largo de cuatro años, tras el primer intento frustrado de 2007 por quitarle la custodia de los menores, Montiel preparó junto con sus abogados en París, los mismos que defendieron a Raúl y a Carlos Salinas de Gortari, urdió una serie de artimañas para crear un expediente de presunto maltrato y violencia utilizando a niñeras que, en realidad, eran “espías y empleadas” de la administración montielista.
Versini estuvo en México entre el 13 y el 17 de septiembre pasados para entrevistarse con funcionarios de la cancillería, jueces y abogados. En agosto pasado, la defensa de Montiel obtuvo otro amparo en contra de la resolución de La Haya que le daba la razón a la madre francesa. “Soy un poco escéptica porque nadie me quiere dar el derecho a convivir con mis hijos, mientras se resuelva el caso. Se tenía que haber resuelto en 6 semanas y ya vamos para 10 meses”, confía la joven francesa.
Versini intentó sostener un encuentro con Enrique Peña Nieto, el presidente electo y amigo de la ex primera dama mexiquense sin concretar nada. Las puertas en la administración federal y en el gobierno del Estado de México se le han cerrado para quien tan sólo hace siete años era una figura estelar en la vida política toluquense y compañera de la ambición de Arturo Montiel por ser candidato a la presidencia de la República.
Quiso ver a sus hijos en el Colegio Miraflores y los guaruras de Montiel y los directivos de la escuela católica se lo impidieron. Buscó a representantes de la cancillería para que intervinieran en el caso y no obtuvo respuesta positiva. Dio breves entrevistas a medios del Estado de México y quiso encararse con Montiel.
Tras casi diez meses de un litigio que sepultó la “historia de amor” entre Montiel y Maude Versini que promovieron las revistas de sociales durante su gobierno, la ex primera dama mexiquense viajó acompañada de su actual esposo, el joven francés Phillipe Lancry, de la hija de ambos, y de un pequeño equipo de la televisión francesa que realiza un reportaje sobre este caso que amenaza con transformarse en otro conflicto diplomático entre México y Francia.
La negativa de Montiel y sus abogados a explicar su posición contrastan con las recientes apariciones del ex gobernador mexiquense. Apenas el 7 de septiembre pasado, Montiel asistió como invitado especial al primer informe de gobierno del mandatario de Quintana Roo, Roberto Borge, evento en el que coincidió con su amigo y ex presidente priista Carlos Salinas de Gortari.
En declaraciones a los medios de comunicación, Montiel invitó a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la coalición Movimiento Progresista, a “recapacitar” y reconocer el triunfo de su sobrino, sucesor y protegido político hasta 2005, Enrique Peña Nieto.
“Si el señor presidente de la República, Felipe Calderón nos está invitando a todos a que nos sumemos para seguir trabajando por México y darle una vida mejor a nuestro país, hagámoslo”, arengó Montiel, como en los viejos tiempos de hace siete años cuando buscó ser candidato presidencial del PRI y fue obligado a renunciar a sus aspiraciones tras el escándalo de sus propiedades y los indicios de presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
“Montiel y Peña Nieto están distanciados”, afirmó Versini. Y para reiterar su distanciamiento con el ex gobernador advierte:
“El licenciado Montiel es un gran mentiroso. Me impresiona la frialdad con la que planeó todo. Y en el Estado de México todos le tienen miedo.
-¿Por qué Montiel no habló con usted en este viaje?
-Yo le llamé. Me contestó. Me dijo: ‘déjame te vuelvo a habar en dos horas’. No me llamó. Le volví a marcar. No me contestó. A la tercera, tomó el teléfono: ‘¿Qué pasó? Ya estoy aquí’, le insistí. ‘Mira, te llamo en unos minutos’, reiteró.
“Una hora después me llamó su abogado Heredia. Quería reunirse conmigo. Le dije que quería hablar con el papá de mis hijos. El 14 de septiembre vi al abogado y me informó: ‘el señor Montiel está en la mejor disposición de llegar a un acuerdo. Señora, yo no sé cuándo va a poder verla porque está muy ocupado’.
Versini reconstruyó así esta plática con el abogado de Montiel
-¿Ocupado?, ¿En qué está ocupado? Estamos hablando de sus hijos, del bienestar de unos niños- le insistí.
-Yo sólo transmito este mensaje: ¿estaría usted de acuerdo en sentarse en una mesa con él y con los niños y en función de lo que digan los niños acatar la resolución para ver quién se queda con ellos?.
-Perdón, qué es ésta propuesta. Usted cree que voy a dejar dictarme mi vida por unos niños que han sido lavados del cerebro y manipulados por su padre, que ni siquiera saben lo que está pasando y lo que está en juego. No claro, que no acepto. Déjenme ver a los niños.
“Me quedé boquiabierta con esta propuesta”, afirmó Versini.
Peña Nieto al Margen
-¿No has buscado a Enrique Peña Nieto?
-El se dice al margen, que no quiere meterse, pero no me ha contestado. Pedí una audiencia con él, ojalá me la den.
-¿Le sorprende que no intente mediar en este conflicto?
-Siento que no puede hablarle directamente con Montiel por este tipo de cosas. Creo que el presidente piensa que la justicia va a arreglar todo esto. Lo malo es que este asunto puede durar años. Y yo no lo voy a dejar.
-¿Cuántos años?
-Pueden ser amparos, amparos y amparos. Muchos años.
-¿Usted tenía buenas relaciones con Peña?
-Sí, sobre todo, con él y con Mónica Pretelini. Pasamos vacaciones juntos. Es un buen hombre. Es un buen padre. Y yo no puedo creer que me deje así en este plan. Confío en que si Enrique ya una vez que sea presidente, si puede actuar, lo haga. Eso espero.
Versini no sólo fue amiga de Peña Nieto durante la administración de Arturo Montiel. Se convirtió en una aliada fundamental para que el ex secretario de Administración y entonces coordinador de la bancada priista en el Congreso mexiquense se convirtiera en el candidato a gobernador del PRI, en 2005.
Entre los periodistas y analistas políticos mexiquenses es común señalar que la gran influencia que Versini ejercía sobre Arturo Montiel facilitó el camino para que Peña Nieto fuera el candidato y dejara atrás a otros aspirantes en el camino, principalmente a Isidro Pastor, el ex dirigente estatal del PRI.
Durante la campaña presidencial, al ser cuestionado en dos ocasiones sobre el litigio entre Maude Versini y Arturo Montiel, Peña Nieto declinó hacer algún comentario, señalando que se trataba de un asunto privado.
El dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, afirmó a principios de febrero de 2012 que “el PRI no participa y es totalmente ajeno a los problemas familiares que tengan sus militantes”.
En la edición No. 1839 de Proceso, en la primera entrevista que concedió Maude Versini sobre su caso para un medio mexicano, le advirtió a la corresponsal Anne Marie Mergier:
“Sé que todo el mundo quiere utilizar mi caso como instrumento, pero eso no es responsabilidad mía si esta bomba explotó al principio de este año electoral mexicano. Fue Arturo Montiel quien montó todo este show del maltrato de los niños en pleno proceso electoral”.
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