Escrito por Jenaro Villamil el 02 agosto 2012 a las 7:14 pm en Destacadas, Internet y redes sociales, Sociedad
El coordinador general de la campaña de Enrique Peña Nieto es un hábil twittero. Desde su paso como presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados (2009-2011), Luis Videgaray demostró que lo mismo puede discutir políticas económicas que mandar felicitaciones o desmentir cualquier acusación contra su jefe y amigo.
Ahora, en pleno conflicto poselectoral y ante una nueva acusación de su homólogo Ricardo Monreal, quien lo acusó de estar involucrado en una nueva red de lavado de dinero, ahora a través de Scotiabank, Videgaray de inmediato reaccionó, pero no ante las instancias jurídicas del PRI sino ante el ciberespacio y la tuiterósfera.
Envió desde su cuenta @LVidegaray dos desmentidos:
“Absolutamente falso lo que acaba de declarar Monreal. Lamentable que recurran a la mentira burda para subirle el volumen a su cantaleta”.
“Monreal no presentará pruebas sobre su más reciente disparate porque es una mentira burda. Trata de hacer ruido sin sustento y nada más”.
En 140 caracteres es muy difícil explicar, pero muy fácil desmentir o descalificar.
Lo cierto es que las pistas de presunto lavado de dinero a través de una compleja red de triangulación de fondos ha agarrado con los dedos en la puerta al todopoderoso “cerebro” del equipo peñista.
Videgaray primero negó rotundamente en la mesa de debate de Radio Fórmula, coordinada por Joaquín López Dóriga, y después con Carmen Aristegui, en MVS Radio, que se hubiera utilizado a Banca Monex para destinar fondos a la campaña de Peña Nieto.
Su colega, el ex gobernador hidalguense Jesús Murillo Karam lo desmintió o lo exhibió sin que se inmutara Videgaray. Murillo tuvo que aceptar hace diez días que, por lo menos, 66 millones de pesos sí se utilizaron a través de las cuentas de Monex para pagar a la “estructura de partido” a través de la empresa Alkino.
Ahora, Videgaray debe enfrentar una nueva pista. Según Monreal, a través de la cuenta de Scotiabank se transfirió la friolera de 8 mil 681 millones de pesos.
Monreal explicó que se hicieron depósitos a una cuenta de Bancomer que después se transfirieron a la cuenta 038008006935 de Scotiabank, a nombre de Luis Videgaray Caso.
Lo más extraño de esta triangulación, advirtió el zacatecano, es que este número de cuenta es el mismo que “pertenece al gobierno del Estado de México”.
No se sabe si los 8 mil millones de pesos fueron a dar a la campaña de Peña Nieto o parte de estos recursos públicos se triangularon o se destinaron a través de Videgaray.
La respuesta inmediata del también ex secretario de Finanzas del gobierno peñista (2005-2009) no aplacó el escándalo.
Para mala coincidencia, el ex gobernador priista Mario Villanueva, otrora hombre fuerte y temido en Quintana Roo, preso desde hace más de seis años por vínculos con el narcotráfico, aceptó en un tribunal de Estados Unidos que sí “lavó dinero” del crimen organizado.
¿Será el único priista que admitirá en esta larga trama de sospechas e indicios sin investigar por las autoridades que la multimillonaria lavandería mexicana involucra a autoridades y a campañas políticas?
Por lo pronto, a golpe de tweets se deliberan asuntos que merecerían, al menos, una posición de las autoridades financieras. ¿O seguirán calladas?
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