MÉXICO, D.F. (apro).- Durante la campaña electoral algunas empresas encuestadoras cometieron errores sistemáticos que son “vergonzosos” y, en el caso de algunos otros hasta se pueden tipificar como “fraudes”, consideró Rafael Jiménez, coordinador de estrategia y encuestador de Josefina Vázquez Mota.
“El problema es que estos encuestadores se equivocaron a favor del ganador. Y equivocarse a favor del ganador tiene premio en México“, afirmó Jiménez, quien añadió que “curiosamente” el error sistemático de las encuestas fue a favor del candidato del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto.
“Durante meses nos estuvieron engañando diciendo que iba a ganar el PRI, que iban a tener 60% de diputados. Estos encuestadores que fallaron por 15 puntos o más en la encuesta presidencial, ciertamente no quedan mal con Peña, y seguramente los van a contratar (después)”, explicó Jiménez en entrevista con Salvador Camarena para WRadio.
El exencuestador del presidente Felipe Calderón, afirmó que los ejercicios demoscópicos son spots muy baratos, pues cada estudio se replica en todos los medios varias veces; y puso como ejemplo el caso de Milenio/GEA-ISA, que llegó a publicar una misma medición hasta 70 ocasiones.
En encuestador sugirió que en México, por lo menos, se debe discutir quién paga las encuestas, pues son proyectos que cuestan entre 5 y 10 millones de pesos -cada cuestionario se vende entre 250 y 300 pesos-.
La relevancia de esto radica en identificar si las encuestadoras están haciendo las mediciones a precio de mercado o son “autofinanciadas”, lo cual indicaría que tienen un interés en el resultado de las mismas; “a mí me parece que la mayoría de las encuestas las pagan los partidos“, puntualizó Jiménez.
“El IFE tendría que revisar las facturas de las encuestas [...] y ver si se cobraron a precios de mercado, para ver si no fueron ‘regaladas’ o ‘autofinanciadas’”, explicó.
En un ejercicio de autocrítica, Jiménez concluyó que incluso su encuesta encargada por el PAN falló en la sobreestimación de siete puntos que hicieron de la candidata blanquiazul, Josefina Vázquez Mota, pues la ponían con 32 puntos de preferencia electoral; a Peña lo ubicaron con 37 puntos -similar a su resultado en el PREP-, y a Andrés Manuel López Obrador lo pusieron con 29%, casi 3 puntos por debajo.
“El problema es que estos encuestadores se equivocaron a favor del ganador. Y equivocarse a favor del ganador tiene premio en México“, afirmó Jiménez, quien añadió que “curiosamente” el error sistemático de las encuestas fue a favor del candidato del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto.
“Durante meses nos estuvieron engañando diciendo que iba a ganar el PRI, que iban a tener 60% de diputados. Estos encuestadores que fallaron por 15 puntos o más en la encuesta presidencial, ciertamente no quedan mal con Peña, y seguramente los van a contratar (después)”, explicó Jiménez en entrevista con Salvador Camarena para WRadio.
El exencuestador del presidente Felipe Calderón, afirmó que los ejercicios demoscópicos son spots muy baratos, pues cada estudio se replica en todos los medios varias veces; y puso como ejemplo el caso de Milenio/GEA-ISA, que llegó a publicar una misma medición hasta 70 ocasiones.
En encuestador sugirió que en México, por lo menos, se debe discutir quién paga las encuestas, pues son proyectos que cuestan entre 5 y 10 millones de pesos -cada cuestionario se vende entre 250 y 300 pesos-.
La relevancia de esto radica en identificar si las encuestadoras están haciendo las mediciones a precio de mercado o son “autofinanciadas”, lo cual indicaría que tienen un interés en el resultado de las mismas; “a mí me parece que la mayoría de las encuestas las pagan los partidos“, puntualizó Jiménez.
“El IFE tendría que revisar las facturas de las encuestas [...] y ver si se cobraron a precios de mercado, para ver si no fueron ‘regaladas’ o ‘autofinanciadas’”, explicó.
En un ejercicio de autocrítica, Jiménez concluyó que incluso su encuesta encargada por el PAN falló en la sobreestimación de siete puntos que hicieron de la candidata blanquiazul, Josefina Vázquez Mota, pues la ponían con 32 puntos de preferencia electoral; a Peña lo ubicaron con 37 puntos -similar a su resultado en el PREP-, y a Andrés Manuel López Obrador lo pusieron con 29%, casi 3 puntos por debajo.
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