lunes, 21 de mayo de 2012

En 2006, Roy Campos admitió que manipulaba encuestas


Lo vinculan con Campo, firma a la que Presidencia otorgó contratos por $20 millones

Admite Roy Campos que encuestas de Mitofsky cuidan la imagen de Fox

JAIME AVILES
Consulta Mitofsky, la firma de Roy Campos, de cuyos estudios de opinión pública depende en mucho la credibilidad de Televisa, presenta cada mes informes que "miden" -y reportan invariablemente alta- la aceptación del presidente Vicente Fox. Hace días, la nota correspondiente a mayo fue de 6.8, cifra que el vocero de Los Pinos, Rubén Aguilar, consideró "excelente".
-¿Por qué siempre saca buenas calificaciones Fox?
-Porque -explicó el experto durante una entrevista, el pasado viernes, en sus oficinas de la colonia Nápoles- a la gente lo primero que le pregunto es qué piensa de Fox. En una encuesta, toda pregunta está inducida por la anterior. Entonces, si yo pregunto mil cosas que hagan enojar al encuestado, cuando le pregunte la evaluación de Fox me va a contestar enojado.
-¿Estas mediciones son para la Presidencia o para Televisa?
-Para Televisa, porque Presidencia no nos ha contratado para una sola encuesta en este año -aseguró, y sus palabras quedaron registradas en una grabación que obra en poder de este reportero.
De acuerdo con Compranet, la página electrónica que da cuenta de las adquisiciones del Ejecutivo federal, entre 2002 y el 6 de enero del año en curso la Presidencia de la República otorgó contratos por 19 millones 234 mil 468 pesos con 80 centavos a otra empresa cuya razón social -Consultores Asociados en Mercadotecnia Publicidad y Opinión (Campo) SC- evoca el apellido paterno del hombre que todos los meses da a conocer sus encuestas, sobre los candidatos y sobre Fox, en el noticiero estelar de Televisa.
El contrato más reciente tiene la clave CIN-010-017-06; la "fecha de suscripción" es del 6 de enero de 2006 y el "importe total" asciende a 5 millones 914 mil 230 pesos con 80 centavos. Pero en Compranet aparecen tres pagos más en favor de Campo SC: uno, en 2005, por 4 millones 133 mil 838 pesos; otro, en 2004, por 6 millones 794 mil pesos cerrados, y un tercero, en 2002, por 2 millones 392 mil 400 pesos con cero centavos, todo lo cual suma 19 millones 234 mil 468 pesos 80 centavos.
Campo SC cuenta con oficinas en avenida México 198, colonia Santa Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, y cuando uno llama al número telefónico 5601-5680, registrado en Compranet, y pregunta por Roy Campos, la recepcionista, que se muestra desconcertada al principio, termina indicando que se hable al 5543-5969. El pasado viernes, al término de la citada entrevista, Roy Campos entregó a este reportero una tarjeta de visita, estampada con el emblema de Consulta Mitofsky, la dirección del lugar donde se había desarrollado el diálogo -Georgia 38, colonia Nápoles, CP 03810- y el mismo teléfono proporcionado por la recepcionista de Campo SC: 5543-5969.
A raíz de una investigación desarrollada a lo largo de varias semanas, este diario descubrió que en Campo SC trabajan tres supervisores: Enrique Guzmán, Manuel Arias y Rubén González.
-Así que entre tus supervisores tienes a un famoso cantante -se dijo a Campos.
-¿Cuál?
-Enrique Guzmán. Y también los "famosos gordos" -añadió el entrevistador aludiendo a Manuel Arias y Rubén González.
Roy Campos sonrió de buen grado.
-Ah, los tomatitos -dijo, y negó-: no, desde 2000 ya no están con nosotros. En la empresa (Consulta Mitofsky) somos 17, somos dos socios, yo y Marcelo Ortega, y tenemos una estructura muy vertical; después de nosotros dos aparecen cinco o seis directores y unos cinco o seis analistas. Y eso es toda la empresa.
-¿Y los demás son encuestadores eventuales?
-Todos los demás son encuestadores, sí.
Horas después de la entrevista, el propio viernes por la tarde, el reportero se trasladó a las oficinas de Campo SC y preguntó por Enrique Guzmán, cuya extensión telefónica en el conmutador interno, según consta en una hoja de papel bien visible, es la número 15, así como por Manuel Arias y Rubén Mendoza, nombres igualmente escritos en la misma hoja de papel. Pero ninguno de los tres estaba porque eran las tres de la tarde, hora de comer.
Decenas de jóvenes muy jóvenes llenaban solicitudes de trabajo para optar por un puesto de encuestador. Y para asombro del reportero, uno de ellos, que ya había sido contratado en ocasiones anteriores, dijo después de pedir el anonimato por obvias razones:
-Cuando salimos a encuestar nos dan dos credenciales, una de Consulta Mitofsky y otra de Campo. En algunos lugares Mitofsky ya está muy quemado. Por eso nos dicen: aquí vamos a trabajar como Campo, o aquí saquen la de Mitofsky; eso siempre depende de la zona.
Las encuestas no influyen
Alberto Roy Campos Esquerra, hombre simpático y de trato suave, que se ufana de haber estudiado dos carreras y cuatro maestrías -"todas en México; yo, como López Obrador, tampoco he salido mucho del país y no pude aprender inglés bien"-, recibe al equipo de La Jornada en un pequeño salón, ocupado por una amplia mesa redonda y "decorado" con un espejo enorme, que parece la ventana de una cámara de observación de Gessel.
Al reconstruir la breve historia de las encuestas prelectorales en México, que fueron usadas por primera vez durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari -quien "estaba convencido de que si hubieran existido en 1988 nadie habría impugnado su triunfo por una ventaja de 15 puntos sobre (Cuauhtémoc) Cárdenas"-, Campos Esquerra las defiende a capa y espada.
-Dices que las encuestas son lo que le da certeza a los procesos electorales, pero ¿no crees que en esta elección la serpiente se empieza a morder la cola y las encuestas se vuelven fuente de conflictos? -se le preguntó.
-Sí -admitió-, pero no por culpa de las encuestas; las encuestas en sí no generan problemas. Pueden generarlos cuando los políticos las usan como armas, cuando las toman de pretexto para afirmar que influyen a los votantes, pero eso no es cierto: la encuesta no influye al votante, lo que influye al votante es la campaña electoral.
El reportero pone sobre el tapete algo que se sabe pero no se dice: a finales de marzo, las principales casas encuestadoras se confabularon para "subir" a Felipe Calderón.
-Alguien me contó -le dijo a Campos- que un grupo de encuestadores se está poniendo de acuerdo para emparejar los resultados.
-Si vieras las reuniones que tenemos entre nosotros -ironizó el experto-, no podemos ponernos de acuerdo en nada, ni siquiera en qué fecha levantar (información). Son reuniones metodológicas. Hace poco yo pedí una porque pensé que nosotros (los encuestadores) estábamos abonando el ambiente de crispación, atacándonos entre nosotros. Y no, en una campaña política el encuestador no tiene por qué ser protagonista.
Al explicar por qué aceptó hablar con La Jornada, Roy Campos admitió que hoy en día los encuestadores tienen "más exposición y al que más aparece más le pegan". Agregó que, en esa medida, él contesta todas las cartas que le mandan sus lectores, entre los cuales recordó con especial interés a Manuel Patiño, con quien sostuvo un intenso debate, hasta que, resume, "dejé de discutir con él porque su problema no era que mis encuestas estuvieran mal, sino que él era fanático de López Obrador y la información que yo publiqué no le convenía".

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