Escrito por Jenaro Villamil el 18 mayo 2012 a las 7:13 pm en Telecomunicaciones
Desde el inicio de la guerra entre Televisa y Telmex por el control del mercado del triple play (servicios convergentes de voz, datos y video) en México, el cablero Alejandro Puente Córdova se convirtió en el vocero más aguerrido y continuo de la empresa de Emilio Azcárraga Jean.
Lo mismo ha publicado desplegados en contra de periodistas críticos, como el reciente contra Carmen Aristegui, que contra la ex subsecretaria de Comunicaciones, Purificación Carpinteyro, que contra Telmex-Telcel, contra MVS y Grupo Dish e, incluso, contra Ricardo Salinas Pliego, antes de que el concesionario de TV Azteca aspirara a ser socio de Televisa a través de Grupo Iusacell.
En tono por demás grosero, en el desplegado contra Aristegui, Alejandro Puente acusa a la conductora de MVS Radio de utilizar su entrevista del viernes 11 de mayo con Enrique Peña Nieto, el candidato presidencial del PRI, para “dedicarse a la defensa y promoción de intereses corporativos del señor Carlos Slim”.
No es nuevo en la historia de Puente. Ese ha sido su estilo. Convertirse en un crítico unilateral a Telmex-Telcel y a los periodistas o analistas que plantean una competencia en el mercado de la televisión abierta o a los legisladores que buscaron regular el must carry o el must offer, las dos reglas principales para permitir una sana competencia en los contenidos de televisión restringida.
Puente va a cumplir casi una década al frente de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), un organismo que representaba a cerca de 200 concesionarios de este servicio de televisión restringida.
Su poder e influencia se acrecentaron de la mano de la estrategia de Televisa para ir apropiándose de las empresas de televisión por cable más grandes del país. Televisa, además de ser propietaria de Cablevisión México y Cablevisión Monterrey, adquirió Cablemás, TVI (Milenio TV) y, además, armó un cártel del triple play con Megacable, de la familia Yamuni, con quienes formó la empresa Yoo.
“Canitec se convirtió en el representante del cártel Yoo. Televisa es Yoo”, afirma Salomón Elías Padilla, representante legal de la Asociación de Redes de Telecomunicaciones de México (ARTM), grupo que se separó de la Canitec, y presentó una demanda ante la Comisión Federal de Competencia en contra de la política de concentración y creciente dominio de Televisa en la televisión por cable.
En la propia página de Canitec, se afirma que Alejandro Puente vendió sus redes “como consecuencia de la consolidación de la industria del cable en 2008”, pero “continúa siendo socio de la empresa Cablemás, segundo operador de cable más importante en el país, con cerca de un millón de suscriptores de televisión, 310 mil suscriptores de internet en banda ancha y más de 150 mil en telefonía digital”.
Al tiempo que la concentración de Televisa en el terreno de la televisión por cable fue avanzando, Puente y la Canitec se convirtieron en enemigos abiertos a la posibilidad de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes cambiara el título de concesión de Telmex para que la empresa del magnate Carlos Slim pudiera ofrecer también servicios de triple play.
Puente se convirtió en el más adelantado en la cruzada “anti Telmex”, al grado que en la guerra abierta desatada en febrero de 2011 entre Telmex y Televisa la Canitec demandó a las empresas telefónicas de Slim, al tiempo que criticó la sociedad entre MVS y Telmex para crear la empresa Dish, la primera compañía de televisión por satélite de bajo costo que ha representado una dura competencia para Sky, la segunda compañía más importante de Grupo Televisa.
Los ataques de Puente, a través de sendos desplegados, también se dirigieron en algún momento contra Ricardo Salinas Pliego y su empresa HiTV, por presunta violación a su título de concesión al ofrecer servicios a varios canales de televisión, utilizando los llamadazos “canales espejo” que la SCT les otorgó para la transición al modelo digital. Canitec le demandó a la Cofetel que suspendieran este servicio de televisión restringida de Salinas Pliego.
En mayo de 2009, Salinas Pliego acusó a Canitec y a Televisa de preservar “prácticas monopólicas”. Incluso, mandó a publicar un duro desplegado, el 14 de mayo, con estas afirmaciones:
“La empresa Televisa, Sky y Cablevisión, así como sus socias Cablemás y Televisión Internacional, y las empresas que forman parte de la Canitec, han hecho todo lo posible para impedir que se rompa el monopolio de TV de paga, para impedir que bajen los precios al consumidor, para impedir que haya una mayor oferta en esta industria.
“Por eso, ahora TV Azteca reta al monopolio de TV de paga, igual que en 1993, cuando retó y rompió el monopolio de Televisa en la tv abierta”.
Dos años después, los presuntos adversarios se unieron. En mayo de 2011, Grupo Salinas y Televisa anunciaron que iban de la mano juntas en la empresa Total Play. La Canitec y Alejandro Puente no volvieron a atacar al nuevo socio.
Puente ha sido también un personaje con amplios contactos en otros ámbitos informativos. Fue consejero patrono del Consejo de Administración del periódico El Universal, es presidente del Consejo de Administración de EfektoTV, empresa en la que tiene el 75 por ciento de las acciones. Es miembro del patronato del Museo Nacional de Antropología.
En febrero de este año sustituyó al suegro de Emilio Azcárraga Jean como integrante del Consejo de Participación Ciudadana de la PGR, por un periodo de dos años.
Curiosamente, se convirtió también en candidato a senador, por la vía plurinominal, por el Movimiento Ciudadano, partido que antes fue Convergencia, y que forma parte de la coalición de izquierda que postula a la presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador.
La posición de Puente, como segundo en la lista plurinominal, representó el desplazamiento del actual diputado federal del PT, Porfirio Muñoz Ledo.
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