Gasolinera en Buenos Aires. Dos terceras partes de la producción de petróleo de Repsol proceden de Argentina Foto Reuters
Posee la firma hispana 57.4% de acciones de YFP, que podría ser nacionalizada
La administración de Rajoy amaga con romper relaciones con el país austral
En Madrid, líder izquierdista condena la
Madrid, 13 de abril. El Ejecutivo español, del conservador Mariano Rajoy, amenazó por segundo día consecutivo a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sólo que en esta ocasión llegó a plantear una hipotética “ruptura” de relaciones diplomáticas y comerciales. El origen del conflicto es el supuesto plan del gobierno del país austral para nacionalizar la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), en la cual la petrolera española Repsol tiene participación, con 57.43 por ciento de las acciones. Con un lenguaje duro y amenazador, el gobierno español advirtió que recabará el apoyo de la comunidad internacional para reprobar a la mandataria argentina y desactivar lo que considera una “agresión” a sus intereses geoestratégicos. Las relaciones diplomáticas y comerciales entre España y Argentina están al borde de la ruptura. Así lo dejaron patente dos destacados miembros del gabinete del conservador Rajoy: la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quienes hablaron en tono serio de una situación de “extrema gravedad” que sitúa a ambos gobiernos en un momento crítico, el peor de las últimas décadas. El origen del conflicto es un documento-borrador que empezó a circular el jueves por los foros del poder en España, en el que se asegura que el gobierno de Fernández de Kirchner tiene ya redactado y a punto de ejecutar un plan para la expropiación de 50.01 por ciento de YPF, con lo que pasaría a tomar el control ejecutivo de la empresa de hidrocarburos. La principal afectada sería la actual compañía hegemónica, Repsol. La multinacional española –en la cual Petróleos Mexicanos tiene participación de casi 10 por ciento– tiene la mayoría de sus activos –20 por ciento– en Argentina, país con una enorme riqueza de reservas petrolíferas y de explotación. De hecho, las dos terceras partes de la producción de petróleo de Repsol proceden de Argentina, así como la mitad de sus reservas probadas. El documento, que el gobierno de Fernández de Kirchner todavía no ha confirmado como auténtico, es el resultado de un prolongado distanciamiento entre la dirección ejecutiva de Repsol, con Antonio Brufau a la cabeza, y la mandataria sudamericana, sobre todo por las supuestas malas prácticas en materia medioambiental de Repsol y por la explotación de los recursos naturales. De hecho, en sus últimos viajes a Argentina el máximo responsable de Repsol ni siquiera fue recibido por la presidenta. Gasolinera en Buenos Aires. Dos terceras partes de la producción de petróleo de Repsol proceden de ArgentinaFoto Reuters La estrategia del gobierno de Rajoy es conseguir el apoyo contra Argentina de la Unión Europea, de Estados Unidos y de México, como presidente en turno del Grupo de los 20. El canciller español recibió al embajador argentino en Madrid, Carlo Antonio Bettini, pero unas horas más tarde elevó de nuevo el tono de las críticas y reiteró la amenaza. “El peor de los escenarios sería una ruptura, y no sólo en términos económicos, de las relaciones fraternales que mantienen desde hace décadas ambos países”, expresó. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría, con notable inexperiencia en asuntos internacionales y diplomáticos, añadió en tono severo: “las medidas no se anuncian, se adoptan”. Además invitó “al embajador y al país del que procede” a “reflexionar”. El gobierno español advirtió que “cualquier agresión a Repsol” será considerada una “agresión a España”, con lo que, en caso de que se haga efectivo el supuesto plan de nacionalización de 50.01 por ciento de YPF, se abre la puerta a una ruptura total de relaciones con Argentina. Más allá de los apoyos de organizaciones patronales y del opositor Partido Socialista Obrero Español, el gobierno español recibió duras críticas por su postura “colonialista”. El diputado y líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, solicitó a Rajoy que “se deje de amenazas y aparque su actitud colonialista con el fin de facilitar el diálogo. Lo que sobra son las amenazas. Este gobierno pasa de la diplomacia a las amenazas y de ahí a un colonialismo duro”. La organización no gubernamental española Ecologistas en Acción consideró que la expropiación de YPF sería “favorable y una buena noticia en el avance hacia un mundo pospetrolero más justo. Es imposible avanzar hacia un mundo pospetrolero mientras el control de los campos y de la actividad petrolera esté en manos de empresas privadas.”
actitud colonialistadel Ejecutivo
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