La protesta de los alumnos del Tec. Foto: Victor Hugo Valdivia |
MONTERREY, N.L. (apro).- Estudiantes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) realizaron una manifestación en memoria de sus compañeros asesinados el 19 de marzo de 2010.
“¡Ya estamos hasta la madre! Si no nos dejan soñar, nosotros no los dejaremos dormir”, advirtió Reynaldo Saldívar, alumno del Tecnológico de Monterrey al dirigirse a las autoridades en general, durante la concentración efectuada a las puertas del edificio de rectoría de su institución, al sur de esta ciudad.
Durante el evento para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de los estudiantes del Tec, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, asesinados en el campus central el 19 de marzo del 2010, los aproximadamente 200 jóvenes que se reunieron a las 14:00 horas expresaron su hartazgo por la inseguridad y la violencia que reinan en el estado.
Los presentes exhibieron cartelas con leyendas como: “Yo no soy un daño colateral”, “Nos negamos a olvidar”, “Exigir justicia para ganar paz”, “Yo también soy Jorge, yo también soy Javier”, “+empleos -balas”.
María Cristerna, estudiante del ITESM, leyó entre lágrimas la recomendación de 25 puntos que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por la irregular actuación de los soldados en la escena del crimen y la investigación posterior, que fue manejada con opacidad.
Además, cuestionó que no se conozcan los resultados de la investigación, que Jorge y Javier hubieran sido contundidos mientras agonizaban, que les robaran sus credenciales y sus pertenencias y que por lo menos a uno de ellos lo remataran a corta distancia.
A su vez, Alejandra Silva, de la misma institución, explicó que la manifestación se efectuó también en solidaridad con los “estudiantes caídos” de toda la comunidad; y aclarar a las autoridades que las víctimas “no son cifras, sino personas”.
También para exigir información del caso que pasó a los tribunales militares. “El que se haga justicia a nuestros compañeros caídos sentará un precedente para que no se repitan los agravios a los derechos humanos de las víctimas”, leyó.
Solicitó al ITESM dar seguimiento al pronunciamiento y a las propuestas para mejorar la seguridad en México, que han hecho con anterioridad; y llamó la acción estudiantil, para que defiendan causas sociales organizándose.
Por la asamblea de estudiantes de la UANL, Patricio Flores recordó a otros alumnos que han fallecido asesinados recientemente: en el 2010: Víctor Castro (abril); Raúl Villarreal, (marzo); Lucila Quintanilla (octubre). En el 2011: Roy Rivera (desaparecido desde enero); Gabriela Pineda (abril); Diego Monsiváis (agosto). En el 2012, José García e Hiram Meza en marzo.
“Todos ellos estudiantes, todos ellos jóvenes. Ellos también son seres humanos, el eco de una guerra fallida en la que desafortunadamente todos nos encontramos en medio”, dijo.
David Pulido Acosta, estudiante de doctorado, pidió a los directivos del ITESM que exijan una investigación y se publique el resultado.
“Le exijo a mi institución, soy estudiante de esta universidad, que se ponga a trabajar para esclarecer esto. Hay propuestas que la Escuela de Graduados en Administración Pública entregó al gobierno, ¿dónde está el seguimiento de esas propuestas? Es nuestro deber exigir a nuestras autoridades educativas que hagan su trabajo también. Que demanden el esclarecimiento de la muerte de nuestros compañeros”, dijo Pulido.
Recordó la manifestación efectuada el 11 de abril del 2010 en la que el entonces rector del sistema, Rafael Rangel Sostmann, dijo ante tres mil personas congregadas en el estadio del Tec, que era necesario exigir una investigación por los crímenes.
Los organizadores de la manifestación invitaron a los presentes a sumarse a otra movilización que estudiantes de la UANL efectuarán el viernes a las 17:00 horas en la plaza pública del espacio cultural Colegio Civil, en el centro de la ciudad, para repudiar las muertes de sus compañeros.
La manifestación estuvo resguardada por una decena de elementos de la policía estatal Fuerza Civil y de agentes de Tránsito de Monterrey.
Ninguna autoridad del Tecnológico de Monterrey tomó la palabra.
En el interior del campus, por la mañana el rector, David Noel Ramírez, maestros y alumnos hicieron una guardia de honor en la placa instalada para recordar a los dos estudiantes asesinados por los militares.
“¡Ya estamos hasta la madre! Si no nos dejan soñar, nosotros no los dejaremos dormir”, advirtió Reynaldo Saldívar, alumno del Tecnológico de Monterrey al dirigirse a las autoridades en general, durante la concentración efectuada a las puertas del edificio de rectoría de su institución, al sur de esta ciudad.
Durante el evento para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de los estudiantes del Tec, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, asesinados en el campus central el 19 de marzo del 2010, los aproximadamente 200 jóvenes que se reunieron a las 14:00 horas expresaron su hartazgo por la inseguridad y la violencia que reinan en el estado.
Los presentes exhibieron cartelas con leyendas como: “Yo no soy un daño colateral”, “Nos negamos a olvidar”, “Exigir justicia para ganar paz”, “Yo también soy Jorge, yo también soy Javier”, “+empleos -balas”.
María Cristerna, estudiante del ITESM, leyó entre lágrimas la recomendación de 25 puntos que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por la irregular actuación de los soldados en la escena del crimen y la investigación posterior, que fue manejada con opacidad.
Además, cuestionó que no se conozcan los resultados de la investigación, que Jorge y Javier hubieran sido contundidos mientras agonizaban, que les robaran sus credenciales y sus pertenencias y que por lo menos a uno de ellos lo remataran a corta distancia.
A su vez, Alejandra Silva, de la misma institución, explicó que la manifestación se efectuó también en solidaridad con los “estudiantes caídos” de toda la comunidad; y aclarar a las autoridades que las víctimas “no son cifras, sino personas”.
También para exigir información del caso que pasó a los tribunales militares. “El que se haga justicia a nuestros compañeros caídos sentará un precedente para que no se repitan los agravios a los derechos humanos de las víctimas”, leyó.
Solicitó al ITESM dar seguimiento al pronunciamiento y a las propuestas para mejorar la seguridad en México, que han hecho con anterioridad; y llamó la acción estudiantil, para que defiendan causas sociales organizándose.
Por la asamblea de estudiantes de la UANL, Patricio Flores recordó a otros alumnos que han fallecido asesinados recientemente: en el 2010: Víctor Castro (abril); Raúl Villarreal, (marzo); Lucila Quintanilla (octubre). En el 2011: Roy Rivera (desaparecido desde enero); Gabriela Pineda (abril); Diego Monsiváis (agosto). En el 2012, José García e Hiram Meza en marzo.
“Todos ellos estudiantes, todos ellos jóvenes. Ellos también son seres humanos, el eco de una guerra fallida en la que desafortunadamente todos nos encontramos en medio”, dijo.
David Pulido Acosta, estudiante de doctorado, pidió a los directivos del ITESM que exijan una investigación y se publique el resultado.
“Le exijo a mi institución, soy estudiante de esta universidad, que se ponga a trabajar para esclarecer esto. Hay propuestas que la Escuela de Graduados en Administración Pública entregó al gobierno, ¿dónde está el seguimiento de esas propuestas? Es nuestro deber exigir a nuestras autoridades educativas que hagan su trabajo también. Que demanden el esclarecimiento de la muerte de nuestros compañeros”, dijo Pulido.
Recordó la manifestación efectuada el 11 de abril del 2010 en la que el entonces rector del sistema, Rafael Rangel Sostmann, dijo ante tres mil personas congregadas en el estadio del Tec, que era necesario exigir una investigación por los crímenes.
Los organizadores de la manifestación invitaron a los presentes a sumarse a otra movilización que estudiantes de la UANL efectuarán el viernes a las 17:00 horas en la plaza pública del espacio cultural Colegio Civil, en el centro de la ciudad, para repudiar las muertes de sus compañeros.
La manifestación estuvo resguardada por una decena de elementos de la policía estatal Fuerza Civil y de agentes de Tránsito de Monterrey.
Ninguna autoridad del Tecnológico de Monterrey tomó la palabra.
En el interior del campus, por la mañana el rector, David Noel Ramírez, maestros y alumnos hicieron una guardia de honor en la placa instalada para recordar a los dos estudiantes asesinados por los militares.
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